En un pequeño tramo de bosque, de apenas 800 metros, los árboles crecen torcidos: sus troncos se retuercen en círculos, espirales y hoces. Y cuanto más se acerca al centro de la zona, más extraña es la curvatura de los troncos.
"Durante los primeros cien metros desde la carretera, el bosque parece perfectamente ordinario. Como se escribe en las novelas, ‘nada presagia’... Al principio, pocos notan que los pinos comienzan a doblarse. Aparecen árboles extraños y solitarios, luego hay más y más... Algún tipo de fuerza comienza a torcer los árboles. Y cuanto más te adentras en el bosque, más fuerte se manifiesta esta extraña cualidad", dice Víctor, que ha llegado aquí desde Vladivostok, tras recorrer 10.000 km.
El lugar recibe el nombre de "bosque danzante" por esta propiedad. Se encuentra en el kilómetro 37 del istmo de Curlandia, un parque nacional en la región de Kaliningrado, a sólo 14 km de Lituania. Miles de turistas acuden aquí cada año para dar un paseo.
El bosque es relativamente joven. Aquí sólo crecen pinos, que fueron plantados en la Duna Redonda a finales del siglo XIX y del XX. Los árboles debían reforzar la duna, que se erosionaba y "migraba" a causa de los vientos.
El istmo de Curlandia es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se trata de una delgada franja de tierra, bañada por el mar Báltico por un lado y la laguna de Curlandia por el otro. En algunos lugares, tiene al menos 400 metros de ancho debido a la erosión del viento.
Para "arreglar" las arenas movedizas y detener la erosión del terreno, se plantó un bosque. El "bosque danzante" es uno de estos objetos artificiales. Pero los troncos torcidos de los árboles son un fenómeno no planificado y aún discutido. Después de todos estos años no existe una explicación generalmente aceptada para el fenómeno.
Algunos científicos atribuyen la anomalía a las actividades de las orugas de la mariposa Rhyacionia buoliana. Las orugas se alimentan de los brotes de los pinos royendo las yemas superiores y, en menor medida, las yemas laterales. Esto hace que el árbol joven crezca a expensas de los brotes laterales, y el tronco se deforme.
Estas orugas se alimentan de pinos jóvenes (sobre todo de pinos jóvenes de hasta 10 años). Además, las condiciones más óptimas para la plaga son los pinos que crecen en suelos con falta de agua subterránea, pobres en nutrientes. Estas condiciones se dan en el istmo de Curlandia.
Sin embargo, la versión de la oruga ha sido criticada, principalmente porque los árboles sólo se deformaban en un rango determinado y bastante estrecho.
Esta versión, en particular, está en manos de la Universidad Federal del Báltico Immanuel Kant, que se encuentra en las inmediaciones del lugar. "A finales del siglo XIX y del XX, las dunas comenzaron a fortificarse. El bosque natural que crecía en el astillero ya había sido talado en esa época. Así que los habitantes empezaron a plantar árboles en las dunas, principalmente pinos sin pretensiones", dijo el entonces decano de la Facultad de Biología, el doctor en Ciencias Biológicas Victor Dedkov. - Las coníferas se plantaron utilizando la tecnología celular: se seleccionaron pequeñas áreas, se colocaron cañas como barreras y se arrojaron semillas en el centro. Si te fijas bien, te darás cuenta de que los pinos del asador crecen a la misma distancia unos de otros".
Pero los vientos soplaban y los árboles jóvenes estaban cubiertos de arena. Cuando el viento soplaba en la otra dirección, el pino se volvía hacia el otro lado. El tronco bajo la arena se oxidó. "Con el tiempo, las dunas se hicieron más bajas. Seguramente habrá notado que todas las curvaturas están a una distancia de 1,5-2 metros del suelo, porque más allá de eso el árbol ya no estaba cubierto de arena y crecía libremente", dice Dedkov.
A la pregunta de por qué entonces no todos los pinos estaban combados, sino sólo algunos, Dedkov responde: "Lo que pasa es que el 'bosque danzante' son pinos ordinarios. Un pino de montaña, importado del sur de Europa, ya está creciendo en las cercanías. Al parecer, al principio plantaron un pino normal, pero luego se dieron cuenta de que no sería eficiente. En ese momento, empezaron a importar plantones de pino de montaña de los Cárpatos, los Alpes y los Pirineos, que adaptan mejor.
Siempre ha habido muchos fans de esta versión, e incluso se menciona en el stand oficial a la entrada del "bosque danzante": "Otro punto de vista: el lugar donde el bosque baila ha crecido tiene un efecto energético que provoca un cambio drástico en la dirección del crecimiento de los árboles", reza el stand informativo.
Por "una determinada fuerza energética" se entienden también varias cosas. Hay una teoría popular que dice que se debe a las peculiaridades de los campos geomagnéticos. O que el bosque era un lugar de culto para los paganos y abría portales a otros mundos.
El interés por el misticismo se ve alimentado por observaciones personales de los turistas, como ésta: "Los psíquicos, tras sentir un fuerte campo de energía, se niegan a ir más allá [a las profundidades del bosque]. Sólo la gente corriente llega al ‘epicentro´. A algunos les duele mucho la cabeza y se cansan, mientras que a otros les da energía para todo el día", relató Víctor.
Pero el misterio de los árboles retorcidos no es la única razón por la que la gente viene aquí año tras año. "Es un lugar muy interesante, los guías lo presentan como un lugar místico. No sé si es mística, pero el aire es muy húmedo y huele a pino", escribe Anastasia desde Moscú. Daria, de San Petersburgo, está de acuerdo: "Estuvimos allí a primera hora de la mañana, el ambiente es extraordinario y el aire aquí es increíble. Árboles inusuales, silencio... Caminas y lo disfrutas. Si te adentras en el bosque, puedes llegar al espigón, donde tienes una preciosa vista de la bahía".
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