Quizá ningún otro país del mundo se haya dedicado a la fisioterapia con hardware de forma tan masiva como la Unión Soviética. Desde la infancia, todo soviético conocía los aparatos para la prevención de todo tipo de enfermedades: No sólo estaban en los hospitales y sanatorios, sino también en los jardines de infancia, las escuelas y las fábricas. Todo era gratuito, por supuesto. Y muchos de estos aparatos se siguen utilizando con éxito hoy en día.
Tratamiento con lámparas de cuarzo
Las fotos de niños con gafas de sol, que se reúnen alrededor de una lámpara de cuarzo, resultan sorprendentes para cualquier persona moderna. Sin embargo, así es como los soviéticos suplían la falta de vitamina D y combatían el raquitismo de los niños. Además, con la ayuda de la radiación ultravioleta, desinfectaban el aire y las superficies de la habitación.
Mirar la lámpara no era seguro, porque podías sufrir quemaduras en los ojos. “Incluso teníamos unas gafas de este tipo en casa, con cristales verdes oscuros”, recordaba un usuario de Twitter. “Es imposible olvidar el olor del ozono, es raro y, en cierto modo, agradable”.
En las fábricas y sanatorios, había salas especiales para realizar estas sesiones de cuarzo para los trabajadores. Se llamaban 'fotariy'.
Algunas fábricas organizaban estas salas de forma muy creativa.
Hoy en día, ya no hay este tipo de tratamiento en los jardines de infancia y otros lugares públicos, porque la desnutrición fue superada hace muchos años y el Estado supone que sus ciudadanos son capaces de cuidar de sí mismos y de sus hijos. Sin embargo, lámparas de cuarzo de mayor potencia se utilizan para la desinfección de hospitales, salones de belleza y transportes públicos. Y quien quiera recibir una dosis personal de UV puede utilizar las modernas camas de bronceado.
Lámpara UV para el oído-nariz-garganta
Los rayos ultravioleta también se utilizaban para la radiación local. El aparato Solnishko” (“Pequeño sol”) era la principal forma de combatir los resfriados y los virus entre los niños. Tenía boquillas para la garganta, la nariz y los oídos. Los dispositivos estaban diseñados para calentar a uno, dos o cuatro niños al mismo tiempo y era posible utilizar diferentes tipos de boquillas para cada uno.
“Una vez que estuve enfermo, me llevaron a este dispositivo en la policlínica. Me fijé en el olor específico que había en la boca después”, escribió un internauta. Olía a aire ionizado.
Terapia magnética
Los fisioterapeutas soviéticos utilizaban activamente los campos magnéticos para restaurar la salud de un paciente después de una operación. Dicha terapia podía ayudar a acelerar el flujo sanguíneo en los lugares necesarios, afectar positivamente a la coagulación de la sangre y a los vasos sanguíneos. Además, estos dispositivos se utilizaban en el tratamiento de las varices, la hinchazón de las piernas, el reumatismo, la ginecología y las enfermedades oculares. Algunos dispositivos, por ejemplo, el “Polus-1”, pueden utilizarse incluso en casa hoy en día.
Terapia eléctrica del sueño
Así es como, en la época soviética, se trataban las neurosis y la hipertensión. Este aparato se llamaba Electroson (“Sueño eléctrico”) y funcionaba con corrientes de impulsos de baja frecuencia. Los pacientes llevaban unas gafas especiales y las corrientes entraban en el cerebro, provocando una ligera somnolencia. Así, la circulación sanguínea mejoraba, la persona se calmaba y las sensaciones dolorosas disminuían.
Electroforesis
Las corrientes eléctricas también ayudan a suministrar medicamentos o nutrientes a un organismo. Los médicos soviéticos creían que la electroforesis podía crear una alta concentración de medicamentos en el órgano afectado, sin saturar todo el cuerpo con ellos. Aunque los científicos modernos son escépticos sobre la eficacia de este método de tratamiento, todavía se utiliza en medicina.
Electroterapia D'Arsonval
Este inusual aparato llamado D'Arsonval (llamado así por el científico francés Jacques-Arsène d'Arsonval) se utilizaba para curar enfermedades articulares y artrosis en los años de la Unión Soviética. El tratamiento se basaba en una débil corriente de impulsos que mejoraba la circulación sanguínea. Hoy en día, el D'Arsonval se utiliza a menudo en casa en Rusia, pero sobre todo como dispositivo para la piel de la cara y el cabello: ayuda a deshacerse del acné, las cicatrices, la caspa en la cabeza y fortalece el crecimiento del cabello. El paciente sólo siente un ligero cosquilleo durante el procedimiento, pero no hay ninguna molestia.
Y ahora un reto fotográfico para ti: ¿Para qué crees que se utilizaba este aparato en la Unión Soviética? Escríbenos en los comentarios. Nosotros no sabemos la respuesta correcta, ¡así que esperamos que tú sí!
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