Vista aérea panorámica de la Catedral de San Miguel en Kiev, Ucrania.
DepositphotosHasta la caída de la URSS en 1991, Rusia y Ucrania era parte de un único país. Inevitablemente, personas de etnia ucraniana y rusa se trasladaron libremente a través de la inexistente frontera, se mezclaron y se asentaron a ambos lados de lo que ahora se ha convertido en una frontera internacional.
Según el último censo de población realizado en Ucrania en 2001, había 8,3 millones de personas de etnia rusa viviendo en el país. Siendo el segundo mayor grupo étnico de Ucrania. Los rusos constituían el 17,28% de toda la población del país, quedando por debajo de los ucranianos, con un total de 37,5 millones de personas.
Fuente en Almaty, Kazajistán
DepositphotosPara una generación de rusos nacidos durante la época soviética, desde finales de los años 80 hasta principios de los 90, crecer en Kazajistán era similar a crecer en Rusia, ya que estaban rodeados de rusos.
Incluso hoy, 30 años después de la independencia de Kazajistán, los rusos siguen constituyendo una gran parte de la población. En 2009, por ejemplo, los rusos étnicos constituían una cuarta parte de la población de Kazajistán. El porcentaje ha ido disminuyendo ligeramente a lo largo de los años (las nuevas cifras estarán disponibles una vez finalizado el censo de 2021), pero sigue siendo el segundo grupo étnico más poblado del país, con un total de aproximadamente 3,8 millones de personas.
Ciudad de Nueva York, Circa 2019
DepositphotosSorprendentemente, EE UU figura entre los tres países que más rusos han acogido en cifras absolutas. Históricamente, ha habido cuatro olas de emigración rusa a EE UU.
Los primeros rusos empezaron a llegar a Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX, contribuyendo al desarrollo del nuevo país, incluido el establecimiento del famoso Fuerte Ross en California. La segunda oleada de inmigración consistió principalmente en judíos que abandonaron el Imperio ruso en busca de una vida mejor en los EE UU y en los oficiales del Ejército Blanco que huyeron del nuevo régimen bolchevique a principios del siglo XX. Los disidentes soviéticos, que abandonaron la URSS por voluntad propia o no, constituyeron la tercera oleada de inmigración. La última y cuarta ola se produjo tras la caída del Telón de Acero en 1991, cuando un gran número de personas insatisfechas con la vida bajo la bandera soviética y desencantadas con sus perspectivas en la nueva Rusia independiente se reasentaron en EE UU.
Hoy en día, hay aproximadamente 3,1 millones de rusos viviendo en EE UU, aunque el número es una estimación aproximada, ya que el término “ruso” se utiliza libremente en EE UU para describir a los inmigrantes de muchos otros estados postsoviéticos y de Europa del Este, aparte de Rusia. A pesar del gran número, los rusos solo representan alrededor del 1% de la población estadounidense.
Paisaje urbano de Berlín con la Catedral de Berlín y la Torre de Televisión.
DepositphotosLa historia de Rusia y Alemania ha estado estrechamente entrelazada durante siglos, lo que facilitó el reasentamiento de personas en uno y otro lugar. En la época del Imperio ruso, una princesa de etnia alemana llegó a gobernar Rusia, convirtiéndose en la mujer más famosa que gobernó el Estado ruso: Catalina la Grande.
Es difícil calcular el número de rusos en Alemania, porque muchos alemanes que habían estado viviendo en la URSS -hijos de los alemanes étnicos que vivían en el Imperio ruso y de los reubicados durante la Segunda Guerra Mundial- emigraron masivamente de vuelta a Alemania tras la caída del Muro de Berlín, la reunificación de Alemania y el colapso de la Unión Soviética a finales de los años 80 y principios de los 90. Se calcula, no obstante, que en Alemania viven aproximadamente 2,2 millones de rusos étnicos que, en conjunto, constituyen una de las mayores diásporas de habla rusa del mundo.
El Bazar Chorsu o Eski Yuva de Tashkent, una de las principales atracciones de la ciudad.
DepositphotosAntes del colapso de la Unión Soviética, unos 1,6 millones de rusos vivían permanentemente en Uzbekistán, que formaba parte de la URSS. Sin embargo, después de que la Unión Soviética se dividiera en varios estados independientes, un gran número de personas de etnia rusa huyeron del país y regresaron a su patria histórica, Rusia. Las autoridades uzbekas estiman que, para 2021, el número de personas de etnia rusa que viven en el país se ha reducido a la mitad, pasando de 1,6 millones a 730 mil personas.
Iglesia ortodoxa rusa de San Mártir Zenaida, Río de Janeiro, Brasil.
DepositphotosEn estos seis países combinados viven aproximadamente 2,7 millones de rusos. En algunos lugares, constituyen una pequeña fracción de la población, mientras que en otros -Letonia y Estonia, en particular- los rusos constituyen el 24,5% y 24,3%, respectivamente.
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