La ciudad turística de Sochi, en la costa del mar Negro, se asocia con hoteles de lujo, viñas, playas, montañas, bosques frondosos y cascadas. Sin embargo… también hay auténticas favelas prácticamente en el centro de la ciudad.
A diferencia de las famosas favelas brasileñas, las de Sochi no son tan peligrosas, pero no son menos coloridas. Se puede hacer una visita guiada por ellas, aparecen en videoblogs, la policía hace redadas de vez en cuando y, desde hace dos décadas, las autoridades municipales no saben qué hacer con ellas.
¿Cómo surgieron?
Estos edificios de varias plantas fueron en su día garajes ordinarios. La calle Alpiyskaia está en pleno centro de Sochi y los bloques de garajes se convirtieron en un barrio residencial que actualmente alberga a varios cientos de personas.
Algunas de estas casas tienen varios pisos de altura. Un récord absoluto para Sochi es un “garaje” de diez plantas. Se conocen como “rascacielos de garajes”, un fenómeno auténticamente ruso.
La construcción masiva comenzó aquí en los años 90, gracias a las modificaciones del Código de Urbanismo que permitían ampliar los edificios existentes, pero solo se podía construir en vertical. Sochi, donde los precios de los inmuebles son tradicionalmente altos, se aprovechó de ello. Así, se añadía un piso tras otro a un garaje normal, convirtiéndolo en un bloque de apartamentos, ofreciendo la vivienda más barata que se puede encontrar en esta popular ciudad turística.
Dado que la ley no permite que un garaje se vuelva a registrar como edificio residencial, estos edificios tienen un estatus legal controvertido. No importa cuántas plantas tenga ni lo que haya en su interior, en lo que respecta a los papeles oficiales, sigue siendo un garaje. Lo que crea numerosos problemas para la gente que vive en estas “favelas”.
¿Cómo es vivir aquí?
“La gente no se instala aquí sin una razón. Yo nunca me habría mudado aquí si hubiera podido elegir”.
“A diferencia de las favelas [brasileñas], aquí no te roban. Quizá sólo por la noche”.
“Aquí no hay condiciones de vida adecuadas, no hay alcantarillado. Dios me libre de vivir aquí”.
Esto son algunas de las cosas que dicen los residentes de Sochi sobre este barrio. Desde fuera este conjunto de edificios improvisados que se agolpan en la ladera de una colina no parece especialmente atractivo. Sin embargo, por dentro, se diferencian poco de lo que se encontraría en un bloque de apartamentos corriente.
La mayoría de los edificios están conectados a la electricidad, la red de agua y el alcantarillado. Lo que no tienen es conexión a la red de gas, por lo que los residentes tienen que utilizar cocinas eléctricas o bombonas de gas, y esto tendría consecuencias trágicas en caso de incendio, por ejemplo.
La planta baja suele usarse como garaje, mientras que las plantas superiores están dispuestas como un apartamento ordinario: hay agua fría y caliente (suele haber una caldera instalada), una lavadora, una ducha, un aseo, una cocina con campana extractora y otras comodidades.
Algunos de los antiguos garajes se han convertido en una especie de suite en un hotel de lujo: “Me alojé en un garaje residencial de tres plantas. En la planta baja hay un garaje con calefacción y foso, en la primera, un estudio, una cocina, un baño con piscina y una sauna para dos personas, y en la segunda planta, dos habitaciones más y un jacuzzi. Era genial excepto por un inconveniente: para pasar de un piso a otro, había que usar las escaleras exteriores”, escribe Loki23rus.
Las escaleras exteriores son una opción popular aquí para conectar los pisos o hacer una entrada separada para cada piso, especialmente cuando se alquilan. Así, los residentes de cada piso pueden reservar un taxi o pedir comida a domicilio.
"En general, estos garajes residenciales son una especie de estado dentro del estado. Hay un servicio de neumáticos, uno de los garajes funciona como gimnasio. En otro había una sauna, pero se quemó. Hay muchas familias con niños, casi todos los garajes. Basta con decir que están unidos a una clínica infantil local como un barrio aparte”, dice Evguenia, de Sochi.
¿Cuánto cuesta y quién vive aquí?
Por lo general, los garajes se alquilan a largo plazo, al menos durante una temporada. Aunque las favelas también ofrecen muchas opciones de alojamiento de fin de semana para los turistas.
“Todo lo que se puede alquilar aquí, se alquila. Incluso un gallinero. Siempre que haya demanda. Sobre todo si está a poca distancia del mar”, escribe Evgenia.
Además, estas propiedades no son baratas y a veces se venden a precios comparables a los de los apartamentos normales del mismo tamaño. Por ejemplo, un piso de una habitación en un garaje de este tipo cuesta alrededor de 1,5 millones de rublos (20.300 dólares), mientras que un garaje de dos o tres habitaciones rondaría los 6-10 millones (81.000-135.000 dólares).
La población local está formada en su mayoría por migrantes, estudiantes, turistas con poco presupuesto o los propietarios habitantes originales de los garajes, que con los años han conseguido construirse un “ático junto al mar”.
“Todo esto puede arder”
La delincuencia en estas favelas no es galopante, pero como la gente vive aquí sin estar registrada, esta parte de la ciudad se ha convertido en una especie de zona gris. El jefe del centro de prensa de la Dirección de Asuntos Internos de Sochi, Alexánder Runov, afirma que la policía realiza redadas en las favelas con regularidad: “Como saben, existe el fenómeno de los apartamentos ‘con cama caliente’ [con 10-20 personas, normalmente con inmigrantes sin reguralizar, viviendo en un apartamento]. También encontramos a menudo burdeles. A veces los garajes se convierten en un refugio para los trabajadores invitados de las repúblicas de Asia Central. A menudo estos inquilinos roban a sus propietarios, los que alquilan garajes como alojamiento”.
Los residentes de Sochi también tienen sus preocupaciones. “Una cosa es que sean favelas, pero fueron construidas violando todas las normas y reglamentos posibles, el sentido común y las leyes de la Federación Rusa, - comenta DsmiollaCnews. - Vivir allí no solo es peligroso, sino que es muy peligroso porque se construyeron en una región sísmicamente activa, hay bombonas de gas en su interior y nadie ha hecho nunca ningún análisis de la estructura.
“Todo esto puede explotar, derrumbarse o arder en cualquier momento. Además, allí no hay bombas de agua para los camiones de bomberos, ni acceso libre a los edificios, ni espacio. Por no hablar del hecho de que las personas que viven allí no pueden registrarse oficialmente en esa dirección, solicitar una pensión, servicios postales, etc.”.
Las autoridades de la ciudad llevan varias décadas debatiendo qué hacer con estos alojamientos: por un lado, se trata de una propiedad privada y no pueden desrtruirlo sin más, por otro, las propiedades están siendo mal utilizadas. Mientras tanto, los habitantes de las favelas esperan la llamada “amnistía de los garajes”, que les permitiría volver a registrarlos como propiedad residencial. El proyecto de ley correspondiente ya ha pasado dos lecturas (de tres) en la cámara baja del parlamento ruso.