Al contrario que en otros países, los rusos anuncian el inicio de la primavera el 1 de marzo. En Moscú, la gente se saluda al final de otro invierno ruso... aunque no es oro todo lo que parece. Y es que, en la capital rusa, el primer día de la primavera es así:
Pero esto no es lo peor: el cielo está oscuro, la temperatura ronda los cero grados centígrados y solo se puede vislumbrar el sol de vez en cuando.
En general, el mes de marzo en Rusia puede ser de clima severo. Por ejemplo, en 2018, Moscú registró -27°C la noche del 18 de marzo. Por qué llamamos primavera a ese mes invernal sigue siendo un misterio para todos...
Meteorología versus astronomía
En este sentido, Rusia no se diferencia del resto del mundo: el calendario meteorológico establece tres meses para cada estación, el invierno dura del 1 de diciembre al 28 de febrero, y la primavera comienza el 1 de marzo y se extiende hasta el 30 de abril. Este enfoque es más conveniente a efectos de registro y se basa en marcadores históricos: estadísticamente, en el hemisferio norte, los meses de diciembre a febrero son los más fríos.
Hay otro enfoque más preciso en términos de astronomía: define el invierno como el periodo entre el solsticio de invierno (21 y 22 de diciembre en el hemisferio norte), cuando el día es el más corto del año, y el equinoccio de primavera (20 de marzo), cuando el día y la noche tienen exactamente la misma duración.
Premio de consolación
El calendario astronómico es más difícil de usar, porque el momento exacto del solsticio y el equinoccio cambian cada año: por ejemplo, en 2019, el equinoccio de primavera ocurrió a las 21:58 horas del 20 de marzo; en 2020, a las 3:50 horas del mismo día; y en 2021, a las 9:37 horas. Imagina lo difícil que sería contar las estaciones de esos tiempos.
Por eso en Rusia la mayoría de la gente confía en los calendarios meteorológicos. Mientras tanto, en la mayoría de los países occidentales, la gente tiende a utilizar el astronómico.
Cada variante tiene sus pros y sus contras: el enfoque astronómico es mejor para reflejar el cambio climático, mientras que el meteorológico es más conveniente para las estadísticas y las comparaciones. “Tratar con fracciones de datos de meses enteros en lugar de fracciones de meses era más económico y tenía más sentido, y todavía lo tiene, en muchos sentidos. Organizamos nuestras vidas más en torno a un mes que a las estaciones astronómicas”, explicaba Derek Arndt, del Centro Nacional de Datos Climáticos (EE UU), al Washington Post en 2014. Los rusos parecen seguir ese punto de vista.
Sin embargo, astronómicamente, principios de marzo sigue siendo invierno. Los rusos se consuelan con este hecho mientras caminan a duras penas hacia el trabajo entre los montones de nieve. Después de todo, sólo faltan unas semanas para que comience la verdadera primavera.