Cuando una empresa privada le pidió al fotógrafo Serguéi Fomín que hiciera unas cuantas fotografías de Kazán, su ciudad natal, desde un avión hace unos 15 años, pocos podían imaginar que el proyecto que seguiría empequeñecería la petición de su cliente.
"Tomé unas cuantas fotos de Kazán y me ofrecí a hacer un proyecto fotográfico similar que cubriera todo Tatarstán. Estuvieron de acuerdo, pero quebraron poco despúes. Sin embargo, en el transcurso del trabajo, me encontré con un intérprete de Yaroslavl que, como yo, es de Tatarstán. Le mostré las fotos y le pedí apoyo para ampliar este proyecto para fotografiar otras regiones de Rusia”, dice Fomín.
El apoyo financiero del empresario permitió a Fomín lanzar un proyecto que se está convirtiendo en algo difícilmente imaginable: fotografiar todas las 85 regiones de Rusia a vista de pájaro, utilizando aviones, helicópteros y otros vehículos aéreos.
El proyecto de Fomín ha atraído a otros patrocinadores, incluso él mismo ha invertido parte de su propio dinero y ha hecho miles de fotos, unos pocos libros y una película muy popular que se está exhibiendo actualmente en Rusia.
Los preparativos previos al vuelo llevan mucho tiempo. “Estudio la región y calculo mi presupuesto. También investigo la posibilidad de sobrevolar una determinada región, trato de eliminar las barreras administrativas y de conseguir el apoyo [de las autoridades locales]”, dijo Fomín.
El presupuesto de una fotografía varía de una región a otra. La mayor parte del dinero se destina a financiar los vuelos, pero, en el curso del proyecto, Fomín hizo muchos amigos en la comunidad aeronáutica rusa que le ayudan ocasionalmente a recortar gastos que de otro modo habrían sido demasiado altos.
“Algunos pilotos me llevan a bordo porque somos amigos; otros me permiten volar y sólo me cobran el coste del combustible. Otros me llevan a bordo para volar en buena compañía”, dijo Fomín.
El fotógrafo dijo que, en promedio, un vuelo de una hora en un avión Cessna cuesta 20 mil rublos (aprox. 270 dólares), un vuelo en Eurocopter cuesta 60 mil por hora (aprox. 740 dólares), y el reclutamiento de un helicóptero Mi-8 en Kamchatka cuesta hasta 250 mil rublos por hora (aprox. 3.375 dólares).
Como los helicópteros ofrecen las mejores oportunidades para los fotógrafos, Fomín prefiere fotografiar desde ellos que desde cualquier otro vehículo aéreo. A menudo, sin embargo, un avión permite hacer fotografías de calidad similar de manera más barata.
Aunque Fomín reconoce el impacto de los drones en la accesibilidad de la fotografía aérea, no considera que sean una alternativa viable a su fotografía aérea, ya que toma fotografías de lugares que a menudo son inaccesibles por cualquier cosa que no sea un avión o un helicóptero. Además, el fotógrafo dice que puede llevar a bordo conjuntos de lentes mucho más avanzadas que no pueden ser acopladas a un dron compacto.
A veces las autoridades locales apoyan el proyecto financiando los vuelos de Fomín y le proporcionan a él y a su equipo alojamiento. Otros, sin embargo, hacen oídos sordos a las peticiones.
Para Fomín, la ciudad más difícil de organizar una sesión de fotos fue Moscú. El vuelo del fotógrafo sobre la capital rusa, en 2008, requirió la participación del presidente.
“Medvédev era el presidente en ese momento. Había terminado mi primer álbum que incluía unas 50 regiones de Rusia y tenía algo de material para presentar. Sin embargo, un libro con fotografías de Rusia que no incluyera a Moscú me parecía un producto extraño. Por lo tanto, escribí una carta al presidente, presentándome y describiendo mi proyecto y pedí ayuda para obtener el permiso para volar sobre Moscú. Envié la carta por correo sin ningún tipo de apoyo administrativo. Para mi sorpresa, dos meses después, me llamaron y dijeron que tenía el permiso del presidente”.
El vuelo de Fomín sobre Moscú involucró al grupo de vuelo especial llamado Rusia que normalmente es responsable de transportar al presidente y a otros políticos de alto perfil, así como a un sinnúmero de civiles y militares cuya responsabilidad es asegurar los cielos sobre Moscú.
“El vuelo estaba totalmente planeado. El plan de vuelo era un documento de 50 páginas”, dijo Fomín.
Después no se le permitió volar dentro del anillo de los jardines de Moscú.
“La óptica moderna me permitió fotografiar el Kremlin, pero me gustaría fotografiarlo desde ángulos rectos precisos y mucho más cerca mientras vuela sobre él”, dijo Fomín, para quien sigue siendo un sueño inalcanzable.
Hasta ahora, Fomín ha fotografiado 72 regiones de las 85 de Rusia. El objetivo final de es completar el proyecto fotografiando las 13 regiones restantes, aunque el fotógrafo no se hace ilusiones sobre si será posible en un futuro próximo.
“Quiero llevar el proyecto a una conclusión formal fotografiando todas las regiones restantes. Pero también quiero asegurar una oportunidad para lograr una alta calidad de las fotografías”, dijo Fomín.
Algunas de las regiones restantes son las regiones de Briansk y Tambov, la República de Mordovia, la región de Penza, la República de Udmurtia, Kaliningrado y la región Autónoma Judía, la región de Primorie, y las islas Kuriles, Chechenia y Osetia del Norte.
Actualmente, las fotografías de Fomín pueden verse en Moscú en un formato único de un concierto cinematográfico - titulado Rusia desde arriba - que combina escenas de películas de Rusia filmadas a vista de pájaro con música en vivo de una orquesta sinfónica acompañante.
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