El canal RT publicó imágenes del lago salado Burlínskoie en el extremo de Altái, teñido de rosa. El inusual fenómeno se debe a los habitantes del lago: el camarón Artemia Salina, que en climas secos y cálidos emiten un pigmento rosado.
La profundidad máxima del lago Burlin es de unos 2,5 metros. Se extrae sal desde el siglo XVIII. A lo largo del fondo pasan los rieles por los que se mueve la recogedora. El mineral se recoge en vagones y se transporta a las fábricas.