El misterio de las hormigas caníbales de un búnker nuclear de la era soviética, explicado

Stephan Wojciech (CC-BY 4.0)
La historia apareció por primera vez en 2019 y llamó la atención de los medios. Pero, ¿por qué tanto alboroto?

En noviembre de 2019, varios medios de comunicación publicaron una preocupante historia sobre unas hormigas que escaparon de un búnker abandonado de la era soviética situado en Polonia, supuestamente utilizado en su momento para almacenar armas nucleares, después de haber sobrevivido durante años gracias al canibalismo. Desde entonces, la historia ha sido un tema de interés recurrente en Internet.

El búnker nuclear donde se encontró la colonia de hormigas.

Hormigas radiactivas escapando de un búnker radiactivo soviético y encontrando su camino de regreso al mundo exterior… seguramente nada bueno podía salir de eso, especialmente con el calamitoso año 2020 todavía en pleno apogeo.

Calma, lectores. No hace falta entrar en pánico... todavía. Aquí está la explicación de esta extraña historia.

Un equipo de científicos polacos liderados por Wojciech Czechowski descubrió hormigas atrapadas en un viejo búnker nuclear abandonado de la era soviética en 2013, mientras realizaban una investigación sobre (¡ATENCIÓN!) murciélagos.

En medio de su búsqueda, los científicos se toparon con una colonia de hormigas que habían quedado atrapadas en el búnker. Las hormigas habían caído por un tubo de ventilación y no pudieron encontrar el camino de regreso a su nido original.

Las hormigas (a la izquierda) no podían moverse a lo largo del techo y por lo tanto no podían alcanzar la salida del tubo de ventilación.

Sólo eran hormigas obreras y no podían reproducirse. Además, no había ninguna fuente de alimento en el búnker, ni tampoco calor o luz.

Los científicos dejaron a las hormigas donde las habían descubierto sólo para regresar en 2016 y ver cómo les iba. Se sorprendieron al ver que la colonia había crecido en número. Y los cadáveres de las hormigas muertas tenían marcas de mordeduras en la zona del abdomen.

“La supervivencia y el crecimiento de la 'colonia' del búnker a través de los años, sin producir descendencia propia, fue posible gracias al continuo suministro de nuevas obreras del nido superior y a la acumulación de los cadáveres en el nido”, concluyó el equipo en un posterior artículo de investigación. “Los cadáveres sirvieron como fuente inagotable de alimento, lo que permitió sustancialmente la supervivencia de las hormigas atrapadas en condiciones por lo demás extremadamente desfavorables”.

Por el bien del experimento, los científicos instalaron un paso para proveer a las hormigas de una vía de escape que las llevara de vuelta al nido original. En un año, la colonia de hormigas atrapadas desapareció del búnker; presumiblemente, regresaron al nido original.

¿Debería preocupar a la humanidad una repentina incursión de hormigas radiactivas en un futuro próximo? Probablemente no, ya que no ha habido preocupación entre la comunidad científica y no hemos (¡todavía!) escuchado desde entonces ninguna noticia preocupante sobre estas hormigas.

A diferencia de otras historias aparecidas a los largo del año 2020, ésta es muy probablemente inofensiva e inspiradora: si acaso, demuestra “el monumental potencial que tienen las hormigas de la madera para mantener la autoorganización incluso en condiciones que van mucho más allá de los límites de la supervivencia de la especie”.

Los soviéticos construyeron búnkeres nucleares en Polonia a finales de los años sesenta. Los tres búnkeres fueron abandonados a principios del decenio de 1990, cuando la Unión Soviética colapsó y el contingente soviético se retiró de Polonia. Los científicos polacos creen que los búnkeres soviéticos fueron diseñados para almacenar armas nucleares, pero no hay pruebas claras de que existiesen realmente armas en su interior, ya que el nivel de radiación en su interior no supera la media.

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