Mientras los gobiernos de todo el mundo imponen cuarentenas y las empresas envían a la gente a casa para trabajar a distancia, mucha gente está perdiendo la cabeza. Somos criaturas sociales y no vemos a dejar de serlo… así que entra en el 'Stay the Fuck Home Bar'.
Como los restaurantes y bares están cerrados temporalmente, un grupo de diseñadores de San Petersburgo, llamado Colectivo Shishki, ha creado un bar online concebido a partir del movimiento online 'stay the fuck home' (Quédate en tu p* casa). Se trata de un bar que funciona por videoconferencia, cada cual lleva sus bebidas y puede contactar con personas de todo el mundo.
Entré en la sala “Inglés, ¿lo hablas?” y me sorprendió encontrarlo bastante animado. El tema de conversación más repetido:
Trabajar desde casa es muy solitario.
Es uno de los mayores experimentos del mundo para tener cuidado con lo que deseas. Ir a la oficina puede ser aburrido y molesto, pero sentarse en casa tampoco es tan bueno. Así que el bar Stay The F*ck Home está haciendo su parte para hacer esto un poco más fácil. Además, este bar está lleno de gente de todo el mundo, así que no tienes que pasar tu tiempo evitando a tus compañeros. Actualmente, hay cuatro salas sin fronteras:
Y aparecerán más.
Es una oportunidad para que la gente sienta el gusanillo de estar con otros mientras, al mismo tiempo, expande sus círculos sociales alrededor del mundo.
Después de todo, estamos juntos en este espectáculo.
Mientras estaba allí, tuve la oportunidad de hablar con varias personas. Actualmente la mayoría son rusos, pero viven en todo el mundo. Tuve la oportunidad de hablar con gente de España, Estonia, Francia y Rusia sobre las cuarentenas, la venta de alcohol, los hábitos de abastecimiento en diferentes lugares del mundo (trigo sarraceno en Moscú, ajo y patatas en Tallin, marihuana en Barcelona).
Cuando me metí por primera vez en el chat, los únicos que estábamos éramos un hombre mayor con una botella de whisky y yo. No estaba bien abastecido así que tomé una cerveza de la nevera y me uní a él. Era un comercial de marcas de alcohol y estaba a punto de entrar en una conferencia telefónica para discutir diferentes maneras de que sus clientes sigan siendo rentables en este tiempo. “Así que”, dijo, “vi este bar y vine a comprobarlo”.
Pocos después se unieron unos pocos más y el hombre se fue a su conferencia telefónica.
Un distribuidor de alcohol llamado Alexéi, en Estonia, nos contó cómo una noticia falsa sobre la posible restricción del alcohol por parte del gobierno provocó un frenesí entre los ciudadanos que entraron en pánico. “Fue una locura”, dijo, “pero, por supuesto, bueno para nosotros”.
Un hombre ruso con el nombre de usuario Ganji, me contó cómo es la vida en Barcelona. “Hay multas de 600 euros por estar en las calles sin propósito. Mi amigo fue a comprar un coche ayer y se encontró con un policía que le preguntó a dónde iba. Cuando le dijo la verdad al policía, le dijeron que mejor que sacara 600 euros de su nuevo coche”.
Había bastante gente escuchando y luego muchos se quedaron a charlar. La mayor parte de las conversaciones versaban sobre la locura que supone estar en un régimen de autoaislamiento. Una mujer rusa que vive en Francia dijo que la multa para los que salieran sin motivo era de 30 euros, pero, explicó, “son franceses, así que van a disfrutar de la vida como quieran de todos modos”.
Cuando surgió el tema del papel higiénico y de las armas, todos se volvieron a mí, que soy estadounidense. “¿Por qué todo el mundo necesita papel higiénico?” Esta situación es pizdets. Luego me empezaron a explicar lo que significa pizdets (una palabra bastante grosera en ruso), antes de que les dijera que estaba bien enterado de lo que significaba y estaba de acuerdo. “Y, ¿por qué los estadounidenses están comprando armas? ¿Es para robar papel higiénico? ¿Para luchar contra los criminales?”
“Nadie lo sabe”, les dije. “Están un poco locos”. Muchos asintieron antes tal afirmación.
En general, la situación era bastante irreal. Todos parecían ansiosos por hablar y querían saber cómo estaban las cosas en el país de los demás. Tras un mes de caos y desinformación, fue un alivio encontrar un lugar donde las personas intentaban ser personas y buscaban estar cómodas en esta situación tan inusual.
Con los bares y las compañías de bebidas alcohólicas pensando en crear sus propios bares y patrocinios, esto podría ser sólo el comienzo. Si tienes curiosidad por lo que pasa en otras partes del mundo o solo quieres compañía, te recomiendo que lo compruebes.