Te contamos cómo se entrena un miembro de las fuerzas especiales de Rusia

Estilo de vida
ÍGOR ROZIN
Sangre, sudor y costillas amoratadas serán tus compañeros del día a día si te quieres convertir en uno de los mejores soldados, tal y como nos cuenta este soldado en la reserva.

A los 25 años dejé mi trabajo y me alisté en el Ejército por un año. En la oficina de reclutamiento mi expediente personal acabó en el escritorio de los encargados de conseguir jóvenes para las fuerzas especiales. Debido a que era ya algo más mayor que otros, más formado y desarrollado físicamente, fui seleccionado para las fuerzas especiales.

Despierta, despierta

El ciclo de entrenamiento en el Ejército ruso comienza a las 5:30 de la mañana (algunas unidades lo retrasan hasta las 7, pero nunca más tarde). El único día que dejan dormir más es el domingo, hasta las 6.

En los días laborables la mañana comienza con los gritos del comandante: “¡Compañía, arriba!”, el sonido de un fusil AK o la explosión de una granda. Después tienes 60-120 segundos (dependiendo de la época del año: 60 en verano y 120 en invierno) para ponerte los pantalones y correr al patio de armas y unirte a tu compañía, frente al cuartel.

Correr y arrastrarse

Después de colocarte en el patio de armas, hay una rápida preparación antes de que los comandantes te manden correr 10 km en formación.

La única manera de evitar este “placer matutino” es escondiéndose en el hospital o ofreciéndose como voluntario para lavar los cuarteles que albergan a 180 soldados. Qué alternativas tan buenas...

Además, por haber tenido un “buen” servicio a lo largo de la semana, los domingos te pueden regalar otros 10 km corriendo, pero esta vez con todo el equipo, es decir, cargado con ametralladora, casco, chaleco antibalas y una bolsa de lona en la espalda (unos 30 kg de peso extra en total).

La carrera sobre terreno escarpado también incluye partes en las que hay que arrastrarse así como gritos que dicen “destello a la derecha”. Esto significa, metafóricamente, que el enemigo ha lanzado una granada o un proyectil de artillería que acaba de junto a tu oreja derecha, por lo que tienes que cambiar bruscamente de dirección, proteger tu cabeza con las manos y continuar moviéndote hacia adelante sobre tu vientre.

Los ejercicios arrastrándose son ideales para trabajar los grupos de músculos pequeños y los ligamentos de los tendones.

Hay tres maneras de arrastrarse: boca abajo, boca arriba o con la técnica del campo minado (es decir, tumbado en el suelo hay que palpar si hay bultos en el suelo, moverse un poco más hacia delante y volver a palpar de nuevo. Si hay algo sospechoso, hay que hacerse a un lado).

Tengo que decir que los ejercicios y los objetivos parecen mucho peores sobre el papel de lo que son en realidad. No hay nada anormal en correr 10 km por la mañana temprano, especialmente cuando no tienes alternativa y estás entrenando tu cuerpo para soportar cargas de este tipo.

Circuito para la fortalecer el aguante

Esta parte desarrolla la resistencia, la fuerza explosiva, y... un odio visceral hacia los entrenadores (también conocidos como superiores) que te obligan a hacerlo.

La razón es simple: el ejercicio se ejecuta hasta que el sargento se aburre de dirigir o cuando caes muerto en el patio de armas. Pero recuerda que la muerte no es excusa para no completar tu entrenamiento militar.

Después de la carrera de 10 km, el sargento te deja descansar durante cinco minutos antes de pasar a los ejercicios de entrenamiento en el circuito, que se realizan uno tras otro, sin pausa.

El ciclo es así:

Saltos en cuclillas (serie de 10)

Flexiones de brazos con los puños (serie de 30)

Flexiones (serie de 10)

Saltos en cuclillas (serie de 10)

Flexiones de brazos con los puños (serie de 30)

Flexiones de brazos (serie de 10)

Abdominales (hasta que el cuerpo aguante)

Interrupción entre circuitos: cinco minutos. El circuito se realiza hasta que el cuerpo no puede aguantar más.

Aumento de la carga

Con el tiempo te acostumbras al entrenamiento así como a las carreras. Lo que es más, la mejor manera de progresar es aumentando una flexión más por serie cada día. Lo mejor de es elaborar un plan de entrenamiento la semana previa y cumplirlo a rajatabla.

¿No puedes realizar el número de series que pensabas de una sola vez? No te preocupes. Se pueden hacer por partes durante el día. Lo principal es la persistencia y la disciplina.

Aquí se cumple la regla de los 21 días. Si haces algo a la misma hora todos los días durante este período, se convierte en un hábito y el organismo ya no puede prescindir de él.

Soldados rusos antes y después del servicio militar