1. Nikki Reed y Pável Priluchni
El famoso actor ruso, Pável Priluchni, conoció a la ilustre actriz de Hollywood, Nikki Reed, en 2007. Ella asistía a unas clases de actuación para extranjeros en el Teatro de Arte Chéjov de Moscú, y él era un estudiante en la escuela del teatro. Los medios rusos escribieron que fue un amor a primera vista. Priluchni incluso planeó mudarse a EE UU para estar con Reed y se esforzó por ahorrar dinero para la mudanza, pero todo terminó en poco tiempo. Reed simplemente dejó de contestar sus llamadas. En 2011, se casó con Paul McDonald, un participante de American Idol, y ese mismo año Pável se casó con Agate Muceniece, su coprotagonista en la serie Internado.
2. Naomi Campbell y Vladislav Doronin
La modelo británica conoció al magnate ruso de la construcción en el Festival de Cine de Cannes en 2008. Los paparazzi les sacaban fotos en los resorts de lujo a bordo de su yate y en las fiestas privadas para los famosos. Se rumorea que Doronin mandó construir varias mansiones para su amada, entre ellas una diseñada por Zaha Hadid, y le regaló diamantes, algo que no había hecho con ninguna de sus mujeres anteriores. Doronin le propuso matrimonio a Campbell en 2009, pero la boda se pospuso constantemente debido a que estaba en un proceso de divorcio. La pareja finalmente se separó en 2013. En los últimos años, el empresario ruso ha estado saliendo con la modelo Kristina Románova, que ya ha dado a luz a una niña, mientras que Naomi sigue soltera.
3. Lindsay Lohan y Yegor Tarabásov
Tarabásov, hijo de un empresario ruso, es siete años más joven que la actriz estadounidense, pero la edad no fue una barrera en su relación. La joven pareja se conoció en otoño de 2015, cuando tenía 22 años y trabajaba en bienes raíces. En la primavera de 2016, Lohan anunció en Instagram que planeaban mudarse con él, e incluso ella llegó a presentárselo a sus padres. Pero después de muchos altercados públicos y varias peleas, la gota que colmó el vaso fue una ruptura que tuvieron durante las vacaciones en Grecia en el verano de 2016. Poco después, la pareja anunció que había terminado definitivamente.
En el otoño de ese mismo año, Lohan fue invitada al programa de televisión ruso Pust govoriat, donde habló sobre los problemas con su novio ruso. Dijo que la relación había sido lo suficientemente seria y que llegaron a considerar el embarazo. Aunque hubo momentos en los que él casi la golpeó y, supuestamente, vivía a expensas de ella. Una vez él le propuso matrimonio, pero ella terminó comprando el anillo. Al final, decidió dar por terminada la relación. Por cierto, una de las condiciones de Lohan para participar en la presentación fue tener una reunión con Vladímir Putin. Cuando el presentador le preguntó por qué, ella respondió que solo quería sentirse segura en Rusia porque su ex la estaba amenazando.
4. Joanna Stingray y Yuri Kasparián
La cantante y productora estadounidense es conocida en Rusia por tener amigos entre los principales roqueros de Leningrado, a los que conoció durante la perestroika. Como la propia Stingray dijo a los medios de comunicación rusos, antes de su viaje a la Unión Soviética, solo había oído hablar de lo terrible que era todo: el eterno invierno, la gente hostil, la mala comida. Sin embargo, quedó tan cautivada por el país –y la gente, en particular– que regresó muchas veces. Visitó Leningrado (ahora San Petersburgo) por primera vez en la década de 1980 y conoció a Borís Grebenshchikov y a Víktor Tsoi. Incluso lanzó el primer álbum de rock ruso en Occidente, titulado Red Wave. En 1987, se casó con el guitarrista del grupo de rock Kinó, Yuri Kasparián. Es cierto que no llegó a su propia boda, ya que la embajada emitió visados a todos menos a ella.
Así que decidió hacer el viaje a Leningrado en ferry desde Finlandia, porque no se requería visado para estancias de menos de siete horas. Sin embargo, la boda se retrasó. Finalmente la pareja se divorció a principios de los 90, pero siguieron siendo amigos. Más tarde, Stingray comenzó a salir con Alexánder Vasíliev, batería de la banda rusa de rock Tsentr, y dio a luz a una hija. Ahora está casada con un compatriota estadounidense.
5. Jacqueline Bisset y Alexánder Godunov
La historia de amor entre la actriz británica, conocida por su papel de la amada Josefina de Napoleón, y del bailarín ruso, que había huido a EE UU, duró siete años. En la década de 1970, Godunov era una de las estrellas más brillantes del ballet soviético, tanto en su país como en el extranjero. Durante una gira del Bolshói a Nueva York en 1979, Godunov decidió desertar. Su esposa, la bailarina Liudmila Vlásova, que estaba de gira con él, regresó a la Unión Soviética, aunque no sin incidentes. El avión no tuvo permiso para despegar durante tres días, ya que las autoridades estadounidenses creían que no regresaba voluntariamente (más tarde esta historia fue dramatizada en la película Flight 222). En cuanto a Godunov, continuó su carrera de ballet con la compañía de su amigo de la escuela Mijaíl Baríshnikov, que había huido de la Unión Soviética anteriormente.
Godunov conoció a Jacqueline Bisset, una de las actrices de Hollywood más bellas de la época, en una velada a la que asistieron famosos. Después de un par de años, su amistad se convirtió en romance. Fue entonces cuando Godunov decidió dejar el ballet y dedicarse al cine. Apareció en películas como Único testigo con Harrison Ford, La jungla de cristal con Bruce Willis, y Un muchacho llamado Norte, el debut de Scarlett Johansson. Pero Godunov solo tuvo papeles menores en Hollywood y se sintió como si fuera un suplente. Tampoco iban bien sus sueños de obtener una vida familiar, ya que Bisset no tenía intención de sacrificar su carrera por los niños. Al final, se separaron. Los medios de comunicación informaron de que tenía problemas con la bebida. En 1995, Godunov falleció, a la temprana edad de 45 años.