Al mirar el mapa político mundial uno puede quedar fácilmente impresionado por el gran tamaño de Rusia – el país más grande del mundo... Pero si echamos un vistazo a un mapa que muestra cómo se distribuye la población, Rusia impresiona menos.
Con sus 146,8 millones de habitantes, el país eslavo ocupa el noveno lugar en términos de población. Es mucha gente, pero no tanto para un país tan gigantesco. Bangladesh, que es 118 veces más pequeño, cuenta con una población de 168,9 millones, es decir, supera en a Rusia en 22 millones de personas. No solo es así con naciones pobres. Japón es 45 veces más pequeño que Rusia, pero tiene tan solo 20,6 millones de personas. ¿Por qué es así?
La primera razón es bastante obvia: muchas regiones rusas son demasiado frías para soportar la presencia humana. La mayor parte de la población se concentra en la parte europea del país, que cubre sólo el 23% de todo el territorio o, en su defecto, vive en la región del sur de Asia.
Los vastos territorios forestales del norte de Siberia permanecen casi despoblados y sobre todo cuentan con osos, taiga y ricos recursos minerales enterrados en las profundidades del permafrost. Vladímir Kólosov, presidente de la Unión Geográfica Internacional, declaró a Russia Beyond: “La población [en la región asiática de Rusia] es de solo dos personas por kilómetro cuadrado”.
Por supuesto, siempre hay excepciones: Norilsk, por ejemplo, una ciudad de 179.000 habitantes en el Círculo Polar Ártico, que fue construida en la década de 1930 para satisfacer las necesidades de un complejo minero y metalúrgico.
Pero en general, todas las regiones septentrionales y orientales del país están deshabitadas, lo que contribuye al bajo nivel de población de Rusia en su conjunto. Sin embargo, las condiciones naturales no explican plenamente el hecho de la disminución de la población en Rusia. También hay una serie de razones históricas.
Los años 2013-2015 fueron los primeros en la historia de la Rusia postsoviética que presenciaron un crecimiento natural de la población, de alrededor de un 0,2-0,3%. Anteriormente, desde 1991, la población había estado en declive. En 2017, las cifras volvieron a caer: un 0,9%, señala TASS, y es probable que la tendencia se mantenga. “La población de Rusia seguirá disminuyendo”, cree el demógrafo Serguéi Zajárov.
¿Por qué está ocurriendo esto? La razón hay que buscarla en la Segunda Guerra Mundial, por muy lejos que pueda parecer este traumático suceso. Entre 1941 y 1945, la Unión Soviética perdió entre 25 y 30 millones de personas, según varias fuentes –la evaluación oficial es de 26,6 millones–, y este “agujero” demográfico se repite en cada generación (aproximadamente, cada 25 años): las personas que murieron a principios de la década de 1940 no tuvieron hijos y hubo una caída demográfica a finales de la década de 1960 por los niños que no nacieron debido a esta causa. En la década de 1990 hubo otra y ahora Rusia se enfrenta a su tercer “eco” de la guerra.
“Fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando Rusia se convirtió en un país con pocos nacimientos y no es una coincidencia que fuera una de las primeras naciones donde las tasas de natalidad cayeran por debajo del nivel de reemplazo generacional, allá por la década de 1960”, explica Anatoli Vishnevski, director del Instituto Demográfico de la Escuela Superior de Economía de Moscú. La caída anterior se vio exacerbada por las terribles circunstancias económicas y sociales de la Rusia de los años 90. Esto provocó que el número de jóvenes que podían ser padres 20-25 años después, fuera reducido. Todo esto hace que la actual disminución de la población podría durar algún tiempo.
Incluso cuando Rusia se recupere del próximo “eco de guerra” y cambie hacia una tendencia de nacimientos creciente, esto no significa que su población comience a aumentar, explica Vishnevski. Para que la familia se “reproduzca”, una pareja de padres debe tener al menos dos hijos.
“Actualmente no hay ningún país desarrollado en el mundo, ni en Europa ni en EE UU, donde una familia tenga un promedio de dos hijos”, dice el experto. Hay múltiples razones: la educación y la atención sanitaria son caras, se ha producido un cambio de comportamiento de los jóvenes en los países desarrollados, etc.
“Forzar a la gente a tener más hijos es imposible, una familia sabe cuántos niños necesita”, dice Vishnevski. “Tenemos que enfrentar el hecho de que el crecimiento de la población en los países desarrollados ya se ha detenido”. En este sentido, la situación de Rusia se enmarca dentro de una tendencia global.
¿Es Rusia un país rico o pobre? Si tienes dudas, te lo aclaramos aquí.
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