1. Descendemos de campesinos, principalmente
Antes de que los comunistas derribaran lo que Lenin llamó el “imperialismo militar-feudal” en Rusia, más del 75% de la población país era campesina. La vida era dura y a partir de los seis años de edad los niños empezaban a trabajar. Cuidaban el ganado y hacían cosas útiles como lapti (calzado tradicional) mientras sus padres y hermanos mayores trabajaban en el campo. La diligencia era una virtud, se arremangaban y se ponían manos a la obra para poder sobrevivir. Los soldados del ejército provenían del campesinado, al igual que los miembros de los equipos de los exploradores rusos. Eran fiables y duros.
2. Humildad: una lección para campesinos y nobles
Los campesinos rusos eran leales al zar y humildes ante su terrateniente, de lo contrario podían ser castigados. La Iglesia ortodoxa fue una pieza clave en la propagación de esta obediencia.
Ivan Susanin pasó a la historia como uno de los campesinos más heroicos, ya que sacrificó su vida para impedir que los polacos encontraran al zar. Su acto desinteresado simbolizaba la mentalidad colectiva de los campesinos rusos, que rara vez se amedrentaban cuando las cosas se ponían difíciles.
Para ser considerado un noble honorable, los terratenientes y oficiales rusos (además de sus esposas y familias) necesitaban seguir algunas estrictas reglas. La más importante era ser buen cristiano, salvaguardar el honor del zar y no mendigar nunca. Con esto último en mente, los niños de familias nobles a menudo aprendían un oficio para poder mantener a su familia. Esto ayudó a la nobleza tras la Revolución, cuando cayeron en la miseria y se vieron obligados a realizar trabajos manuales. Ser prácticos les ayudaba a ocultar sus nobles orígenes a los bolcheviques.
3. Revolución, purgas y encarcelamientos masivos
Las tensiones sociales durante y después de la Revolución provocaron que hubiera mucha emigración, mestizaje entre la antigua nobleza y el proletariado y la eliminación de la clase dominante. La nueva élite soviética, que floreció bajo Lenin y Stalin, fue también aniquilada durante las purgas. Así que los rusos actuales descienden principalmente de la clase obrera urbana, que a su vez tenía sangre campesina corriendo por sus venas.
Las represiones masivas de Stalin y Jrushchov, que duraron desde los años 20 hasta los 60, también han dejado huella: casi todos los rusos que viven hoy en día tienen algún pariente que cumplió condena en prisión o en el gulag. Durante la época estalinista, en los años más duros de la colectivización, incluso los pequeños delincuentes podían ser condenados a una pena de prisión en un campo de trabajo.
4. La Segunda Guerra Mundial
Rusia perdió más vidas que cualquier otra nación involucrada en la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los que perecieron eran hombres, que dejaron a sus esposas e hijos sin marido ni padre. Muchos de los soldados que sobrevivieron estaban heridos o discapacitados y necesitaban atención permanente.
Todavía hoy se nota el estrago que la guerra provocó entre la población masculina de Rusia. Las mujeres se vieron obligadas a realizar trabajos que tradicionalmente eran de los hombres. A menudo las mujeres también ten'ian que criar solas a sus familias, y los hijos e hijas hacían tareas para aligerar la carga.
5. Migración nacional en un país grande y con clima duro
Los rusos nunca han rehusado explorar su propio país. Durante siglos la gente de las regiones centrales atravesó los Urales, Siberia y el Lejano Oriente, y la Rusia Central siempre ha atraído gente. Tengo una amiga con una ascendencia impresionante: su madre es oriunda de Penza, en el centro de Rusia, y proviene de una familia del sur, caracterizada por su actitud extravagante y alegre, mientras que su padre es mitad ruso y mitad mansi, descendiente de un antiguo pueblo siberiano. Es muy reservado e increíblemente trabajador.
Mi amiga es optimista y tiene una gran voluntad de trabajo. También es muy sana, ya que la mezcla de genes a menudo puede resultar en un sistema inmunológico más fuerte. Con el paso de los años, la gente de climas duros se ha adaptado y se ha hecho más fuerte, así ha sido con los rusos.
6. Vida dura
En Rusia el estoicismo ante las adversidades siempre se ha considerado una virtud y se ha fomentado. En la época soviética las autoridades impulsaron el ejercicio físico para motivar a la gente, para ayudar a canalizar la energía superflua y para promover un estilo de vida saludable.
En las aldeas, los hombres se desahogaban a puñetazos. En las ciudades había todavía más violencia, ya que estaba creándose una nueva cultura caracterizada por la destreza física y la capacidad para luchar.
Afortunadamente, en la actualidad hay menos gallitos en las calles de Rusia, pero durante mi propia infancia en Moscú, me acostumbré a pasar inadvertido cuando los alumnos de décimo curso tenían la intención de robarme el dinero del almuerzo. Casi a diario, los niños de mi clase eran golpeados o robados. Así era crecer en la década de 1990 en este país.
Los agotadores programas de entrenamiento del Ejército ruso tienen muy mala fama y separan a los hombres de los niños. Los reclutas que son un poco blandos tienen que endurecerse rápidamente. Esta es una de las razones por las que el Ejército ruso tiene una reputación tan temible.
7. Actitud
No se trata del alma rusa, aunque la dureza tiene un cierto lugar en ella. Se trata más bien de la supervivencia: cuando tienes que trabajar para alimentar a tu familia como lo hicieron tus antepasados, se vuelve normal y te acostumbras a ello.
Desde fuera, los rusos son percibidos a menudo como personas deprimidas y melancólicas. Pero esta llamada “depresión” no es lo que parece, es solo un estado de ánimo para ayudarnos a hacer frente a lo que la vida nos depara.
Aquí te contamos 20 características del carácter de los rusos.