En marzo del año pasado, los usuarios de Yandex, el motor de búsqueda más popular de Rusia, se dieron cuenta de una curiosidad: si buscabas govnó –palabra rusa para m***da– en la Yandex.Mapas (¡¿Quién hace eso?!) la primera dirección que te aparecía era Moscú, calle Bálchug, 7 –la sede de Google en Rusia–. Horas más tarde Yandex explicó que se trataba de un error de software. Nosotros (casi) lo creímos.
Este tipo de burlas son habituales entre Yandex y Google. Su rivalidad en Rusia es como la que hay entre Coca-Cola y Pepsi. Yandex –nacido y desarrollado en el país eslavo– y la multinacional Google son los dos grandes rivales en el mercado ruso de motores de búsqueda. Y en febrero de este año, Google va por detrás.
Buscando en su tierra
Las cifras entre 2015 y 2019 muestran a Yandex como líder entre los motores de búsqueda. Cuenta con un 56-57% del público, frente al 38-40% de Google. Tradicionalmente Yandex ha sido el que domina los ordenadores, mientras que Google ha sido el rey de los teléfonos móviles.
Sin embargo, en 2017 el Servicio Federal Antimonopolio de Rusia obligó a Google a dar a los teléfonos basados en Android la posibilidad de elegir su propio motor de búsqueda (antes era Google por defecto). Eso provocó que su cuota de tráfico móvil bajara, y ahora los dos motores de búsqueda tienen casi las mismas cifras: Google posee el 50,57% del tráfico y Yandex, el 48,16%.
¿Por qué la búsqueda de Yandex es un poco más popular? Los expertos y los usuarios están de acuerdo: porque es ruso, hecho para rusos y, por lo tanto, es más conveniente para ellos ya que tiene más en cuenta la jerga nacional y las especificidades culturales. “Supongo que Yandex es mejor a la hora de cubrir el segmento cirílico de Internet. “Definitivamente es más profundo y entra en lugares a los que Google simplemente no llega”, dice Dmitri Velikovski, periodista de Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). Así que si hablas ruso, lo más probable es que Yandex sea la mejor opción.
Por otro lado, Google es mejor a la hora de mostrar la realidad internacional, lo que se puede comprobar sobre todo a la hora de comparar mapas. “Yandex tiene una orientación local, por lo que, si bien es bueno para detallar mapas de ciudades populares entre los turistas rusos, difícilmente se puede contar con tener los números de las casas de algún pueblo sueco”, escribe la página web de Smartbobr sobre los pros y los contras de los dos motores de búsqueda.
Amplias oportunidades
Como sabemos, Google no es solamente un motor de búsqueda: es un servicio web multiplataforma que proporciona de todo a los usuarios, desde música hasta análisis de datos. Yandex también proporciona múltiples aplicaciones y, en muchos sentidos, va más allá que la compañía Silicon Valley. Por ejemplo, Yandex domina el mercado ruso de aplicaciones para taxis: tras una fusión con Uber en 2017, Yandex.Taxi se ha hecho con el 75% del mercado.
También está Yandex.Transporte, una aplicación que ayuda a calcular el tiempo de espera para el transporte público, o Yandex.Comida, para pedir comida a restaurantes cercanos (y actualmente se ven miles de repartidores con chalecos amarillos moviéndose por las calles de Moscú, como si fueran parte de un ejército de clones), Yandex.Nedvízhimost –que ayuda a buscar apartamentos– y muchos otros servicios que Google no tiene.
¿Algún punto débil?
Sí, obviamente. Al centrarse en el mundo de habla rusa, sobre todo abarca el área postsoviética. Así que si quieres aprovechar sus servicios offline al máximo, tienes que estar en Rusia o en otro Estado postsoviético.
El duelo de las redes sociales
Otro caso de una empresa rusa que supera a un influyente rival extranjero es VK, o VKontakte (En contacto, en ruso). Esta web compite con Facebook y fue diseñada por un joven licenciado en Filología y precoz multimillonario, llamado Pável Dúrov. Apareció en 2006, un año antes de que Facebook lanzara su versión rusa.
VK tuvo un buen comienzo, y ofrecía algo parecido a “Facebook, pero más loco”. En sus primeros días, uno podía encontrar básicamente cualquier cosa, incluyendo toneladas de contenido pirata. “Todo era accesible –música, películas, pornografía– de forma gratuita y a través de un único recurso. En Facebook no se pueden encontrar ese tipo de cosas”, declaró a Russia Beyond Maxim Kórnev, profesor de la Facultad de Tecnologías de la Comunicación e Internet de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades.
VK fue cambiando con el paso del tiempo. Se hizo más respetuoso con la ley, ya que sus administradores se pusieron a eliminar el contenido ilegal: ahora, por ejemplo, todavía se puede escuchar música en VK, pero legalmente. Se puede elegir entre una versión de pago y otra con un sinfín de molestos anuncios. Además, a diferencia de otras redes sociales populares (Facebook y Twitter), VK trabaja en estrecha colaboración con las autoridades rusas, por lo que publicar algo ilegal en esta red puede ser una muy mala idea.
Aún así, VK sigue siendo la red social rusa más popular, debido a su simplicidad (por ejemplo, con un solo clic puedes hacer que el feed sea cronológico) y su contenido diverso. Facebook, una red asociada principalmente en Rusia con disputas de índole más intelectual, nunca ha alcanzado la popularidad de VK. Desde enero de 2019, VK es el segundo sitio web más popular en Rusia (después de Yandex, por cierto), mientras que Facebook ocupa el puesto 12, según Similar Web.
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