En invierno las temperaturas en Rusia pueden ser realmente heladoras. De hecho, el lugar habitado más frío del mundo está en el este de Siberia. En el pueblo de Oimiakón, en la república de Sajá, el mercurio puede llegar a -75°C.
Sin embargo, en Moscú nunca cae tanto (en los últimos años la temperatura raramente ha bajado por debajo de -20°C). Eso sí, hay muchos lugares donde es normal que las temperaturas caigan hasta los -30 o -40°C. Los rusos no serían rusos si no experimentaran con el frío atroz... y solo por diversión.
1. Congela todo lo que encuentres
Algunos rusos miden el frío con vodka y cerveza, mientras que otros dejan la comida afuera y esperan a que la Madre Naturaleza haga “magia”. Un residente de Novosibirsk congeló sus fideos a -30°C en un intento de repetir un experimento realizado por científicos europeos en la Antártida. Dejó su almuerzo en un balcón durante diez minutos y cuando volvió había un tenedor colgado en el aire.
¿Qué pasa si uno decide (por alguna razón) colgar la ropa recién lavada afuera? Tal y como muestra este experimento realizado en Yakutia, después de tan solo 20 minutos a -50°C, las camisas y pantalones se congelan de tal manera que prácticamente se convierten en piedra. “Un par de pantalones fuertes e independientes que no necesitan un hombre”, escribió un usuario en la sección de comentarios del video.
2. Pompas de jabón heladas
Otro truco de magia popular entre los rusos es hacer pompas de jabón a temperaturas heladoras. Se congelan fácilmente y se convierten en una especie de bola de árbol de Navidad. Este truco se conoce desde hace décadas en Rusia: tanto a los niños como a los adultos les encanta ver cómo se congela la burbuja. Aquí tenéis un vídeo de la transformación a -18°C.
3. Hacerse un ‘selfie’ con maquillaje a base de nieve
¿Quién no querría hacerse un selfie como el que se ha hecho Anastasía Grúzdieva? Tal vez la reconozca porque a principios de enero, se hizo muy popular en la Red, al demostrar lo severos que pueden ser los inviernos en Yakutsk. Para obtener un aspecto invernal tan extraordinario, basta con salir de casa a -50°C y darse un paseo de 15 minutos. En el caso de Grúzdieva, era el camino a la oficina.
4. Convertir agua hirviendo en fuegos artificiales
Los inviernos fríos y duros son un buen momento para poner a prueba las leyes de la física, a saber, el efecto Mpemba, un proceso en el que el agua caliente se congela más rápidamente que el agua fría. Hay docenas de videos en los que se ven rusos lanzando agua caliente al aire helado. ¿Por qué no lo intentas tú mismo? Un termo con agua caliente, una tarde de -25°C en el exterior y aquí tienes... ¡unos fuegos artificiales bastante aceptables!
Te damos unas razones para enamorarte de la estación más especial de Rusia, el invierno.