Los padres rusos se esfuerzan para que sus hijos reciban la educación más completa y por eso los más pequeños van a clases y actividades extraescolares. Estas son algunas de las claves de la educación rusa.
¿Ballet, biatlón, dibujo? Los padres rusos rara vez limitan a sus hijos a una sola actividad. Las niñas van a clases de baile (incluyendo ballet) desde muy temprana edad, mientras que los niños se envían a clubes deportivos. También son habituales la música y las clases de idiomas.
Otras de las prioridades es estudiar la cultura rusa así como la mundial. Incluso si un niño está en una escuela especializada en matemáticas o química, tendrá muchas clases de literatura y hará excursiones al teatro con sus compañeros de clase. En Moscú, por ejemplo, los escolares suelen recibir entradas gratuitas para diversos espectáculos, así como para museos.
En la mayoría de las familias, las mujeres crían a los niños pequeños. Bien sean las madres, las abuelas o las niñeras. Tradicionalmente, el padre sigue siendo el principal sostén de la familia y considera la crianza de los hijos, especialmente de los jóvenes, como un “trabajo de mujeres”, incluso si su esposa gana más dinero. Aunque en Rusia el hombre puede tomar un permiso de paternidad de hasta 1,5 años, son pocos los que lo hacen. Recientemente, en las redes sociales se comentó mucho la historia de un popular presentador de televisión, llamado Andréi Malájov, que se fue a un canal de la competencia después de que le negaron la baja por paternidad. También son las mujeres las que reciben la manutención de los hijos, incluido el “capital de maternidad” (en Rusia se pagan unos 7.000 dólares por el nacimiento de un segundo hijo). Por otro lado, en un divorcio generalmente es la madre la que se queda con la custodia de los hijos.
De la misma manera, la mayoría de los maestros de las guarderías y de las escuelas son mujeres, y se mira con sorpresa a los hombres con estos empleos.
Los niños en edad escolar deben ser capaces de cuidar de sí mismos: ayudan a limpiar, preparan la cena y cuidan de sus hermanos menores. Aliona Avgust, madre de niños ya crecidos, dice que a partir de los siete años los niños pueden salir por su cuenta o incluso comprar pan o leche en la tienda local. “Si mantienes a tu hijo con una correa corta, no experimentará el mundo por sí mismo. Dependerá totalmente de ti y seguirá siendo un bebé durante mucho tiempo”.
Según la legislación rusa, los adolescentes pueden comenzar a trabajar a partir de los 14 años (fuera del horario escolar) y pueden ser considerados legalmente responsables de sus actos. Al mismo tiempo, los adolescentes menores de 16 años no pueden estar solos al aire libre después de las 10 de la noche o antes de las 6 de la mañana (los padres se enfrentan a una multa de unos 80 dólares).
A diferencia de otros países en los que se promueve el individualismo, en Rusia se educa a los niños para que se sientan parte de un grupo más amplio. Mientras que en otros países se permite que los niños sean ruidosos y se metan en lugares públicos, en Rusia se pone a prueba a los niños con esta frase: “¡Piensa en lo que dirá la gente!”. No es raro que los extraños hagan comentarios a un niño que se comporta mal, lo que, por cierto, suele funcionar.
Dicho esto, los padres no suelen exigir demasiado a sus hijos: que no lleguen tarde a casa, que escuchen a los mayores y que se comporten bien, son algunas de las normas básicas. Alexandra Stemkóvskaia, madre de un hijo en edad preescolar, dice que antes de que se conviertan en adultos, se debe permitir que los niños sean niños: “Las únicas reglas son no andar por el apartamento con zapatos, no romper las promesas y, lo más importante, aprender a controlarse y a mantener el temperamento bajo control”.
En Rusia la desaprobación social se considera más efectiva que las bofetadas u otras formas de castigo físico. Hoy en día, sólo el 12% de los padres utiliza este último método, prefiriendo limitar el dinero de bolsillo (13%) o el tiempo de uso del ordenador (45%). A los padres rusos les gusta sermonear y hablar de virtudes morales. Según los datos, el 80% de los rusos los escucharon de pequeños y muchos quieren que sus hijos “sufran” lo mismo https://wciom.ru/index.php?id=236&uid=116249).
En Rusia, los niños a veces no son totalmente independientes hasta los 40 años o más, dice Aliona. “Aunque en mi opinión, 20 años es la edad en la que los hijos deben empezar a proveerse a sí mismos, es decir, alquilar un apartamento y ganar dinero. Pero todos son diferentes, y es difícil para los padres hacer que sus hijos salgan a esa edad”.
Alexandra dice que le gustaría que su hijo empezara a trabajar a los 16 años, pero está dispuesta a ayudar con los gastos de la universidad e incluso con el alquiler. “Si se le ocurre un gran plan (por ejemplo, quiere estudiar en el extranjero), le ayudaré en todo lo que pueda”. Al mismo tiempo, cree que los hijos adultos deben abandonar el nido lo antes posible, especialmente si quieren formar su propia familia.
Tatiana Rusakova, que tiene un hijo en edad preescolar y una hija adolescente, está de acuerdo: “Si mis hijos necesitan ayuda con algo grande y que valga la pena, les ayudaré, pero si consideran que es necesario formar una familia, tendrán que resolverlo ellos mismos”. Sin embargo, admite que, pensando en el futuro, ya ha comprado propiedades para sus hijos.
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