“¿Por qué la gente querría colocar su pene en algo estrecho y viscoso? ¡Puaj!”, pensó Vladislav en 1996, cuando tenía 19 años y estaba sirviendo en el ejército. Ahora, que es un hombre de 41 años, todavía lucha por aceptar su antisexualidad, una filosofía que concibe el sexo como una actividad indigna e inútil.
Todo comenzó cuando soñaba con ser más alto. El joven comenzó a automedicarse con pastillas –concretamente Androcur 50– que normalmente toman pacientes que sufren cáncer de próstata en estado avanzado. Uno de los efectos secundarios de esta medicación es la reducción del interés por el sexo y fue aquí donde comenzó la cuesta abajo para Vladislav.
“No he tenido una erección en un mes y mi estatura tampoco ha aumentado”, dijo Vladislav. Poco tiempo después tuvo una, pero en su mente permaneció un extraño pensamiento: “Me di cuenta de que puedo lograr más cosas en la vida si no estoy pensando en sexo, si dirijo mi atención a otras cosas”, declaró. Sorprendentemente, no está solo en sus extravagantes creencias...
El gurú del antisexo
Quienes se autoproclaman “antisexuales” niegan el sexo, a pesar de no ser ajenos a las punzadas del deseo carnal. En realidad, se trata de hombres y mujeres normales que prefieren abstenerse de tener sexo, a pesar de sentir fuertes deseos físicos.
Suelen argumentar que el sexo es una actividad sucia, que no es digna de un ser humano. La mayoría de los seguidores de estas extrañas ideas llegan a equipararlo con las drogas. “El sexo es un tipo de adicción fisiológica y social. No hay nada que la gente no haría para tener sexo, incluyendo la mayoría de los asesinatos más salvajes”, dijo Yuri Nesterenko, líder ideológico de un vago movimiento antisexual surgido en Rusia.
Se trata de un personaje polémico. Nesterenko recibió la ciudadanía estadounidense en febrero de este año y se puso el nombre de George Yury Right.
Cuando todavía tenía la nacionalidad rusa, Nesterenko fundó el Movimiento Antisexual Internacional, una organización de proporciones imprecisas e impacto indefinido. Su carta de presentación en la web llamada “Antisexual Stronghold” (Baluarte Antisexual), donde George Yury Right explica en términos inequívocos su dudosa filosofía: “El sexo (ceder a impulsos indignos) y el desarrollo personal son incompatibles. Además, el sexo es asqueroso desde un punto de vista puramente estético”.
Nesterenko no respondió a los correos electrónicos enviados por Russia Beyond. Aunque en su extensa sección de preguntas frecuentes afirma que sus seguidores son asexuales con “una postura social activa”. Esto es, por lo menos, inadecuado.
‘Sentía como si me hubieran violado’
A diferencia de los antisexuales, que luchan contra el sexo, los asexuales son más comunes en Rusia. Aunque su vida sexual (o más bien su ausencia) es más dolorosa de lo que muchos pueden creer.
“Al tener sexo cuando no quería me sentía como si me violaran, aunque lo consentía. Esto llegó a su punto álgido en mis últimas relaciones. Me sentía como si me estuvieran violando, me sentía mal, era muy doloroso. Pero lo sufría porque no quería ofender a mi pareja. Pensé que algo estaba mal conmigo, porque el sexo es agradable y a todo el mundo le encanta. Después de tener relaciones sexuales me sentía muy mal conmigo misma”, declaró Tatiana, que pidió que no se escribiera su apellido.
Esta mujer de 29 años vive en San Petersburgo y afirma que no es completamente asexual, aunque no puede mantener relaciones sexuales con una persona a menos que desarrolle fuertes lazos emocionales con ella. Cuando dice “fuertes” se refiere a lazos más fuertes de lo que muchos de sus posibles parejas suponían. Esto, obviamente, complicó mucho su vida personal.
“La gente siempre reacciona al rechazo como si fuera un insulto personal y, a menudo, tiene como resultado que haya una traición o una ruptura. Es muy importante y necesario explicar que las personas pueden ser rechazadas porque mi cuerpo está en hibernación y no quiere sexo y no porque no sean lo suficientemente atractivas”, explicó Tatiana.
Mientras que la asexualidad es una condición física, los antisexuales lanzan sus propias cruzadas contra el sexo porque tienen una enemistad psicológica profundamente arraigada hacia todas las cosas que asocian con el sexo.
¿Por qué cada vez hay más rusos que escogen estar solos y sin pareja? Te lo contamos aquí.