La Perestroika no solo influyó en la vida económica y política del país sino que también produjo una transformación cultural. En primavera de 1988 se celebró el primer concurso de belleza, que toda la URSS siguió por televisión.
Todo comenzó en 1987, cuando el diario Moskovski Komsomólets, creó un concurso para su lectora más guapa. Tuvo un gran éxito y los editores soñaron con hacer algo similar, pero a una escala mucho mayor. Llevaron la idea al Komsomol de Moscú, la Unión Comunista de la Juventud de la capital. Fue así como nació el concurso llamado “Belleza de Moscú”, fundado por las juventudes y varios patrocinadores, sobre todo la revista de moda Burda Fashion.
El principal problema para los organizadores era que nadie tenía ni idea de cómo era un concurso de belleza. Llegaron a consultar libros en la biblioteca. Se realizaron pruebas de casting en el parque Gorki. La organizadora Marina Párusnikova recuerda que la cola comenzaba en la estación de metro y que no solo había chicas jóvenes sino también mujeres con sus hijos y maridos. El proceso duró varios meses y los organizadores aceptaron 2.500 perfiles y escogieron 36 finalistas.
La final se celebró en el Palacio de Deportes de Luzhnikí. Había tres escenarios: en pasarela en bañador, con traje tradicional y con vestido de noche.
Habitualmente en este tipo de concursos las participantes llevan el mismo traje de baño pero en esta ocasión cada una llevó el suyo, lo que permitió al público disfrutar con bañadores de una pieza y llamativos bikinis de todos los colores.
Las participantes respondieron a las preguntas del humorista Mijaíl Zadórnov.
A medida que se acercaba la final solo quedaron seis guapas e inteligentes chicas. Fue entonces cuando comenzaron los problemas. Párusnikova recuerda que cuando miraron sus pasaportes vieron que algunas estaban casadas, lo que estaba estrictamente prohibido según las normas del concurso. La finalista Irina Suvórova no solo estaba casada sino que tenía un niño. No fue descalificada pero tuvo que dejar de lado sus esperanzas de hacerse con la corona.
Entre las seis finalistas se encontraba Oxana Fandera, que entonces tenía 20 años y actualmente es una famosa actriz. Aunque le gustó al jurado no tenía opciones de ganar el concurso ya que acababa de llegar a Moscú, procedente de Odessa, y no estaba empadronada en la capital, que era otro de los requisitos. Sin embargo, Oxana terminó entre las ganadoras.
Una de las favoritas, Elena Durniova, tuvo trabas debido a su apellido, que en ruso significa “no guapa”. El jurado decidió no darle el primer título de reina de la belleza de Moscú.
La primera belleza “oficialmente” reconocida en la URSS fue la moscovita María Kalínina. En declaraciones a los periodistas afirmó que las participantes tenían que llevar sus propios atuendos y que sus amigas le ayudaron a ello. Solamente en la final los patrocinadores les dejaron la ropa.
María se convirtió en modelo para Burda Fashion y, posteriormente, fue a una escuela de actores en Hollywood. Una pareja de pensionistas estadounidenses, que conoció en un evento en la Casa Blanca, pagaron los gastos. Actualmente vive en Los Ángeles y es profesora de yoga.
Al año siguiente se organizó otro concurso, que lo ganó la estudiante de 20 años y miembro del Komsomol, Larisa Litichévskaia. El tercer y último concurso se celebró en 1991, aunque fue más profesional, acabó diluyéndose debido a los tumultuosos eventos que tuvieron lugar en el país en aquel año.
Estas siete modelos rusas han revolucionado las pasarelas de todo el mundo.
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