Las fiestas de mayo en Rusia, que se han celebrado siempre con gran orgullo y pasión, empiezan con el 1 de mayo, el Día Internacional del Trabajo. El país celebró por primera vez el Día del Trabajo ya en 1890, décadas antes de la formación de la Unión Soviética.
Originalmente, se denominó “Día de la Solidaridad Internacional de la Clase Trabajadora”. En 1997 se le cambió el nombre, pasando a llamarse “Día del Trabajo y la Primavera”. Esta fecha ha sido siempre un símbolo de la revolución y de la eterna lucha de clases.
Desde 1917, las manifestaciones del 1 de mayo estuvieron siempre influidas por el Partido Comunista. Millones de trabajadores asistían a las manifestaciones por todo el país. Portaban diversos eslóganes, como "Todo el poder para los sóviets" y "Todo el poder para la clase obrera". Irónicamente, estas reuniones de naturaleza principalmente política fueron poco a poco perdiendo su tinte político.
Para nosotros, los niños soviéticos, los días previos al 1 de mayo eran un periodo muy feliz, por diversas razones. Siempre empezábamos a esperar por adelantado la felicidad de los días libres sin escuela: normalmente, teníamos dos días de fiesta y, una semana después, volveríamos a tener otro, el 9 de mayo, Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Era muy divertido ir a la manifestación del Primero de Mayo y solíamos prepararnos con semanas de antelación. Teníamos que hacer flores de papel y pegarlas en ramas, para que parecieran manzanos en flor. Sacábamos los globos de los armarios y recortábamos banderas de papel rojo para llevar a la manifestación.
Todo el mundo estaba feliz; los niños bailaban, hacían ondear sus banderas y sus globos. Las celebraciones estaban llenas de energía positiva. Pero ahora esos días pertenecen al pasado, son una parte de la historia, como la propia Unión Soviética. El lado conmemorativo no existe ya para los niños de hoy, aunque aún están contentos por el día sin escuela y por la primavera.
En la actualidad, el Día del Trabajo se celebra en todo el mundo, pero creo que nadie le concede la suficiente importancia. He oído a gente bromear diciendo que el Día del Trabajo la gente debería trabajar más duro en vez de tener un día libre. Uno de mis amigos rusos me contó que en Rusia la gente, en vez de tener un día libre, trabaja duro en beneficio de la sociedad limpiando las calles. Eso se llamaba "Subbotnik", que significa "algo que se hace en sábado". La tradición tiene sus orígenes en el colectivismo soviético.
Se avisaba a todo el mundo de cuándo y dónde ir para el Subbotnik. Los organizadores asignaban diferentes áreas a los grupos. Siempre se iba preparado: ropa vieja, guantes, palas y cepillos. Se trataba de un esfuerzo colectivo que contribuía al bienestar general de la sociedad: todo el mundo colaboraba y la experiencia era gratificante. Creo que cualquier país podría beneficiarse de esta práctica: quizá más gente valoraría el Día del Trabajo.
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