En la aldea escasamente poblada de Manili, en Kamchatka (a unos 7.000 km al este de Moscú), una trabajadora de la entidad financiera Sberbank robó 6.7 millones de rublos (aproximadamente 119.000 dólares) a lo largo de varios años, gastándolo en parte a medida que se hacía con su botín. Cuando la policía la descubrió, la mujer entró en pánico, enterrando en la nieve una cantidad similar de dinero, metido en frascos de vidrio, en un intento por hacer creer que alguien más había robado el dinero desaparecido.
Tristemente para la ladrona, el truco no le funcionó. Cuando los oficiales la detuvieron, solo recuperaron 4.5 millones de rublos (80.000 dólares). Todavía no se sabe dónde está el resto del efectivo. El crimen ha causado un gran revuelo en el pueblo (población: 770).
"No todos los días en Manila se roba esta cantidad de dinero", declaró un funcionario local. "Gracias a Dios el crimen fue resuelto. Se podría decir que todos en el pueblo éramos sospechosos".
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