El público que acudió al circo en la ciudad rusa de Vladivostok quedó impresionado cuando vio un espectáculo en el que había unas leonas extremadamente gordas. Tenían tanto sobrepeso que algunos espectadores se pusieron a gritar que dejaran de torturar a animales.
Los defensores de los derechos de los animales contactaron con las fuerzas de seguridad y exigieron que se llegara al fondo del asunto. Temen que hayan alimentado a los felinos con hormonas. Este tipo de nutrición es comparable a la comida rápida.
El domador Vitali Smolianets declaró que no había nada que temer. Se limitó a decir que los animales ganan peso después de dar a luz y que están perfectamente.
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