Valeri Mélnikov es un hombre sordo jubilado que vive en el pueblo de Márkovo de la región de Amur, en la frontera con China (a unas 4.200 millas de Moscú). En 2012 decidió hacer una tarjeta de Año Nuevo un tanto insólita, así que tomó una pala e hizo una figura limpiando la nieve sobre el hielo.
A sus vecinos les encantó tanto la tarjeta que Valeri repite su saludo de Año Nuevo todos los años. Este diciembre, Valeri usó imágenes festivas reconocibles: abetos, muñecos de nieve, hadas y animales élficos.
Funcionarios locales declararon al periódico Amúrskaia Pravda que el artista visita con frecuencia el lugar de "su exposición individual" para verificar si su creación está bien y arreglar la nieve si es necesario. Los aldeanos consideran las cartas de Valeri como una marca del invierno local.
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