Por primera vez en la historia, el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz Al Saud, visitó Rusia.
Los hoteles de lujo de la capital rusa estuvieron completamente llenos porque la comitiva del rey está formada por cerca de 1.000 personas. Los periodistas rusos esperaron atentos esta avalancha de saudíes en el aeropuerto y siguieron todos sus pasos desde entonces. Su aterrizaje, por cierto, no fue tan calmado como se esperaba, debido a una avería del ascensor especial, lo que provocó que el monarca tuviese que desembarcar del avión a pie, algo que no siempre es tarea fácil para una persona de 81 años.
Mijaíl Métzel/TASS
El rey hizo una solicitud sin precedentes antes de su visita: pidió un coche eléctrico para conducirlo por el Palacio del Kremlin. Al parecer, las autoridades sauditas estaban preocupadas por que el rey fuera obligado a caminar más allá de lo que su frágil cuerpo podía resistir durante su gran reunión televisada con el presidente Vladímir Putin. La tradición dicta que el rey debe caminar solo sin que nadie lo sostenga, pero como el corresponsal especial del Kremlin - Andréi Kolésnikov - descubrió, el saudí camina con un paso confiado que es cualquier cosa menos lento.
También hizo otra petición: la instalación de pasamanos en la escalera de palacio. Pero Kolésnikov no puede decir con certeza si el rey lo usó.