1. Miel y cera
El griego Polibio (siglo II a.C.) menciona que importaban “bienes de lujo: miel, cera, pescado salado” desde la región norte del mar Negro, es decir, desde las tierras escitas, qu actualmente forman parte del sur de Rusia y Ucrania. La miel y la cera fueron los primeros productos "de lujo" que se produjeron en las regiones rusas.
Las mejores abejas rusas eran las oscuras europeas (o alemanas), nativas de los bosques del país y naturalmente capaces de permanecer dentro de una colmena sin moverse durante 5-6 meses, es decir, la duración del invierno en Rusia. Los vastos bosques albergaban innumerables abejas que producían toneladas de miel y cera.
Los historiadores dicen que los rusos producían toneladas de miel anualmente. La miel y la cera se cosechaban en los huecos de los árboles. El diplomático Dmitri Guerasímov (1465-1536) sorprendió a los europeos con historias sobre un campesino que se subió a un gran árbol hueco y se hundió hasta el cuello en miel.
¿Qué hay de los números exactos? Son fragmentarios, pero impresionantes. En el siglo XVI, el monasterio de San Sergio contaba con 1.500 árboles, lo que suponía un total de unas 73 toneladas de miel al año. En el siglo XVI Rusia exportaba 815 toneladas de miel anualmente. Las exportaciones disminuyeron lentamente hasta el siglo XIX, cuando se generalizaron las colmenas de madera y la producción de miel ya no dependía de la cosecha forestal.
2. Pieles
Si bien las exportaciones de miel se deterioraron, otros productos básicos rusos entraron en el comercio internacional. Tras la conquista de Siberia hubo nuevos territorios que se hicieron disponibles para la caza de marta. La marta cibelina del norte de Siberia era mucho más cara que la que se cazaba al oeste de los montes Urales, en Rusia Central. En el siglo XVI la piel de marta cibelina valía un rublo, igual que, por ejemplo, una vaca. La piel de una marta negra con rayas grises costaba 5 rublos. En esta época un caballo costaba dos rublos. La piel de un zorro plateado tenía un precio de 8 o 10 rublos, equivalente a cinco caballos. Y para crear un elegante shuba (abrigo de piel), se necesitaban hasta 30 zorros plateados.
La demanda de pieles siberianas era enorme en Europa y Asia, especialmente en China. En 1660, durante el auge del comercio de pieles, Moscú ganó 660.000 rublos por la venta de martas y otras pieles caras, lo que equivalía a la mitad del presupuesto del país en ese momento. No solo se cazaban y comerciaban martas y zorros plateados, sino también ardillas y, posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, nutrias de mar, que se cazaban en el océano Pacífico y en las costas de Alaska. A mediados del siglo XIX, las exportaciones de pieles rusas cesaron porque se cazaron hasta la extinción. En esta época las exportaciones de grano se volvieron más importantes para Rusia.
3. Cereales
Rusia producía tradicionalmente grano porque las estepas de la región norte del mar Negro tenían las mejores condiciones para el cultivo y la cosecha de cereales. A medida que el territorio ruso crecía, los campesinos aprendieron a cosechar grano en los suelos del norte. Pero hasta que las tierras rusas se unieron en el siglo XV y cesaron las constantes guerras civiles y las conquistas de los nómadas, no fue posible una producción regular y previsible, y no hubo exportaciones masivas hasta el siglo XIX.
La principal razón del auge de las exportaciones de grano después de mediados del siglo XIX fue la introducción del ferrocarriles en Rusia, que reemplazó al transporte de caballos. Como los caballos necesitaban heno se dedicaba mucha tierra para ello. Con la introducción del ferrocarril, estas tierras se liberaron para cultivar trigo. Además, antes del ferrocarril, el caballo se utilzaba fundamentalmente para el transporte. Después de que se estableciera la red ferroviaria de Rusia, los campesinos empezaron a utilizar los caballos más como animales de tiro, para el arado y, lo que es más importante, a utilizar su estiércol para fertilizar sus suelos. Todo esto contribuyó a aumentar la producción de cereales. Además, los ferrocarriles llevaron el transporte de grano a un nivel completamente nuevo.
La proporción de las exportaciones de cereales en el volumen total de los bienes exportados aumentó del 30% a principios de la década de 1860 al 47% a finales del siglo XIX. En 1914, el Imperio Ruso cosechó 92,5 millones de toneladas de grano, de las cuales 10,6 millones se exportaron, convirtiendo a Rusia en el líder mundial en la exportación de granos.
4. Cáñamo
El cáñamo (cannabis industrial, utilizado para la fabricación de velas y aparejos navales) fue uno de los principales productos de exportación de Rusia durante los siglos XVIII y XIX. Su producción experimentó un gran auge en Rusia a principios del siglo XVIII, cuando Pedro el Grande estimuló el desarrollo de la flota rusa, que necesitaba velas y aparejos. El 13 de diciembre de 1715, Pedro emitió una orden “Sobre la expansión de los cultivos de lino y cáñamo” que exigía que los cultivos se extendieran “a todas las gobernaciones” y que se enseñara a los campesinos a cultivar y cosechar.
En 1715, gracias a la inteligente política de precios de Pedro, Gran Bretaña empezó a importar cáñamo de Rusia. Hasta finales del siglo XVIII, Rusia era el único exportador de cáñamo a Gran Bretaña (el 96% de los aparejos británicos estaban hechos de cáñamo ruso). A finales del siglo XVIII, el cáñamo representaba el 40% de todas las exportaciones rusas. A principios del siglo XIX, el yute comenzó a utilizarse en Europa para la producción de aparejos navales. Rusia continuó con la producción de cáñamo y a finales del siglo XIX, Rusia produjo 140.000 toneladas (40% de todo lo producido en Europa). Pero la introducción de barcos de vapor, y el uso de aparejos metálicos para los veleros redujo la demanda de cáñamo, y para principios del siglo XX, las exportaciones habían disminuido drásticamente.
5. Lino
La fibra de lino se exportaba tradicionalmente desde Rusia. Las primeras menciones de su producción y exportación se remontan al siglo XI. Nóvgorod y Pskov comerciaban con productos de lino y fibra de lino en bruto a Europa.
Esta producción fue impulsada en Rusia gracias al decreto de 1715. Al principio solo se exportaban productos de lino, pero a mediados del siglo XVIII, los volúmenes de producción permitieron que comenzara el comercio de semillas de lino - en 1764 se levantó la prohibición de vender semillas de lino en el extranjero para la siembra y la producción de aceite de lino. La producción tuvo un gran auge en el siglo XIX. Gracias al desarrollo industrial de 1830-1840, Rusia se convirtió en el principal productor de lino de Europa: del total de 347.000 toneladas producidas en Europa, 196.000 toneladas procedían de Rusia.
La demanda aumentó y la producción también. Después de la abolición de la servidumbre en Rusia en 1861, y la introducción de los molinos mecánicos de lino, más campesinos se volcaron a la producción de este material. En 1861 Rusia exportó 66.200 toneladas de lino, en 1900 - 190.000 toneladas, y en 1913 - 352.000 toneladas. En ese momento, alrededor del 80% de la producción mundial de lino se basaba en Rusia.
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