¿Qué rusos están haciendo caja con el Mundial?

Economía
KSENIA ZUBACHOVA
Es posible ganar unos 160 dólares al día vendiendo cerveza a los sedientos hinchas, en la calle Nikólskaia de Moscú.

El mayor torneo de fútbol del planeta es una fuente de oportunidades para los locales con mentalidad emprendedora. Mientras las masas de hinchas llenan las calles de Moscú y de otras diez ciudades sede del Mundial, hay rusos muy ocupados ofreciendo gran variedad de servicios: desde transporte hasta alojamiento, pasando por excursiones.

Hoteles, bares y taxis

Debido a la llegada de miles de turistas a Rusia al mismo tiempo, muchos predijeron el aumento de la demanda de los alojamientos y de la hostelería. No ha habido sorpresas y así ha sido.

Según los informes disponibles, los ingresos de los hoteles y restaurantes de Moscú aumentaron alrededor de un 15% durante la primera semana del campeonato. Las autoridades detectaron alrededor de 700 casos de sobreprecio en hoteles, aunque eso no impidió que algunos locales ofrecieran sus apartamentos a precios desorbitados.

La alta demanda también ha provocado un incremento de los precios de los taxis. Según los datos, en Moscú los precios se multiplicaron por dos y tres veces, y en San Petersburgo los residentes se quedaron de piedra por tener que pagar 2.096 rublos (33 dólares) por una carrera de ocho minutos que normalmente cuesta 100 rublos (1,5 dólares).

En Moscú, un ruso incluso trató de defender a un grupo de extranjeros a los que un taxista pidió 6.565 (103 dólares) por un desplazamiento que suele ser de 500 rublos (8 dólares). No hace falta decir que se produjo una pelea. 

Vendedores ambulantes, músicos y pintores de caras

La multitud de aficionados atrae también a docenas de entusiastas que buscan satisfacer sus necesidades. Cerveza, souvenirs, música, comida callejera... no hace falta acercarse hasta la tienda.

“La hora punta es entre 11 de la noche y 3 de la madrugada”, afirma Alexánder, que vende cerveza en la calle Nikólskaia de Moscú. “Hay mucha gente, las tiendas no la venden [cerveza después de las 11 de la noche] y en los bares hay largas colas. Uno puede ganar, si quiere, más de 10.000 rublos (158 dólares) por noche. Sólo hay que comprar cerveza por 50 rublos (0,8 dólares) en una tienda y luego venir aquí a venderla”.

También están por todas partes los artistas que pintan caras. ¿Quieres una bandera de tu país o algo más? Lo hacen allí mismo por 100 rublos (1,5 dólares) o algo más, dependiendo de lo difícil que sea el dibujo. “Es nuestro primer negocio”, dice Andréi, de 17 años, que pinta caras en Nikólskaia con su amigo Timoféi. “Cuando cumplamos 18 nos gustaría abrir un bar para fumar cachimba, porque es rentable”. Sus ingresos diarios son de 8.000 rublos (126 dólares).

Excursiones, guías personales y traductores

“Traducciones durante la Copa del Mundo 2018. Todos los idiomas. Recogida y traslado de aficionados”, dice uno de los muchos anuncios que se pueden encontrar en el sitio web de Avito, que ofrece servicios de traducción y de guías privados por 1.000 rublos (16 dólares) de media.

Evgueni, de Moscú, afirma que ofreció sus servicios como guía y conductor de un caro automóvil por toda la ciudad a un adinerado aficionado al fútbol y le cobró 40.000 rublos (632 dólares) diarios. Pero no es el servicio más caro. “Hay mujeres que también ofrecen servicios de este tipo. No me refiero a escorts, sino solamente a mujeres atractivas. Pero sus tasas son más altas que las mías”, afirma Evgueni.

También ha aumentado el precio de las excursiones. “Si antes costaba 20.000 rublos (316 dólares) diarios alquilar un autobús para 20 personas, ahora la misma compañía pide entre 100.000 y 120.000 rublos (1.581-1.898 dólares)”, explica a los medios rusos Nikita Grudtsin, director de proyectos en una compañía turística.

Y esto solo corresponde a una parte. También hay gente que hace reventa ilegal de entradas, agentes de apuestas deportivas y especuladores de diferentes tipos. Lamentablemente, ningún país anfitrión de la FIFA puede erradicar por completo este tipo de problemas de antemano.

Sin embargo, reconforta saber que la cantidad de personas dedicadas a que el campeonato en Rusia sea una experiencia memorable para los extranjeros es mucho mayor. Por ejemplo, Yuri Belov, de 72 años y procedente de la ciudad de Zlatoust, en la región rusa de Cheliabinsk, teje todos los días recuerdos para los aficionados. Ya ha fabricado docenas de bufandas, sombreros y juguetes con símbolos de la FIFA y se los ha regalado a los hinchas extranjeros en Nikólskaia. Todo gratis, para que recuerden su visita a Rusia.

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