Se espera que la producción agrícola alcance un nuevo récord y llegue a los 133 millones de toneladas, según las predicciones del centro analítico SovEcon, informa RIA Novosti. El medio ruso afirma que Rusia es un líder entre los productores globales.
Los datos del Servicio Federal de Aduanas de Rusia muestran que en enero de 2017 el volumen de las exportaciones creció en un 41,9% respecto a enero del año anterior.
Según Iván Rubánov, director del Comité de Agricultura Gubernamental de Rusia, el país es un líder en la exportación de trigo y centeno y se encuentra entre los mayores suministradores de cebada, avena y demás. “Nuestras exportaciones de agricultura superan a las militares desde hace tiempo”, señala.
Arkadi Zlochevski, director de Unión de Grano de Rusia, confirma la tendencia. “Nuestro nivel más alto fue en 2014 con 19.000 millones y aunque han caído tras la crisis, todavía las exportaciones agrícolas son más altas que las militares en términos de valor global”, declara a Russia Beyond.
Por qué aumenta la producción
Las exportaciones agrícolas aumentan porque el mercado doméstico no necesita el exceso que hay de cosecha, explica Rubánov. “Esta año las exportaciones podrían alcanzar los 40 millones de toneladas, lo que supone un nuevo récord”, declara.
Hay dos factores que aseguran la competitividad de Rusia en el mercado agrícola global. “Las reservas de nutrientes en la tierra y el bajo coste de la mano de obra, algo de lo que no estamos contentos”, apunta Zlochevski. “Aunque estos factores no eran suficientes para asegurar los pedidos internacionales. Fue solamente en 2014, cuando la depreciación del rublo nos dio un poder extra”.
Rubánov está de acuerdo: “La caída del rublo aumentó nuestra competitividad. Provocó un significativo recorte de la logística doméstica, lo que normalmente suele suponer una gran parte de los gastos en las exportaciones de trigo”.
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¿Beneficios para todos?
A pesar del aumento de la producción, los agricultores no están satisfechos. “¿Qué hicieron las autoridades para enfrentarse a la caída del rublo y a su influencia en el mercado del grano? Incluyeron (en 2015) una tasa de exportación para limitar el cambio de precios a nivel doméstico. Pero los precios nacionales solamente trataban de ponerse al día con los precios a nivel internacional”, explica Zlochevski. “A nivel global siguieron cayendo”.
Tal y como muestran los datos del Banco Mundial, el precio del trigo cayó desde los 284,9 dólares la tonelada métrica en 2014 a los 166,6 dólares en 2016. Este año el precio ha subido hasta los 202,5 dólares por tonelada métrica en agosto.
“El gran nivel de exportaciones hizo que los precios del grano cayeran y eso solo hizo que los beneficios de las exportaciones rusas fueran menores”, afirma Rubánov.
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Cómo se desarrolle la situación depende de las políticas gubernamentales, cree Zlochevski. “Si tenemos una buena política económica, entonces, creceremos. En caso de que no sea así, entonces no completaremos nuestras proyecciones, tal y como ocurrió el año pasado”, comenta.
El año pasado los productores contaban con exportar 42,5 millones de toneladas de grano, pero solo fueron capaces de exportar 37 millones. Fue un récord pero las 5 millones de toneladas restantes se quedaron en el mercado presionando a los precios locales, explica Zlochevski.
Rubánov cree que este grano extra y lo que hacer con él debería ser una prioridad para el gobierno ruso. “Deberían tratar de crear nuevos mercados o remplazar a los ya existentes”, dice el experto. “Deberían estimular la investigación para crear maneras más baratas de alimentar el ganado, procesar el grano -para cumplir con las necesidades de la industria química, así como la producción de biofuel- y utilizar ese excedente para la ayuda humanitaria en otros países”.
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