Un resumen supercorto:
Evguenia Novozhenina/Sputnik
Una noble viuda queda arruinada. Un rico comerciante, hijo de un antiguo siervo, le aconseja que elimine e los cerezos de su finca y divida la tierra en parcelas para alquilarlas como dachas. Ella se niega, así que él compra su finca en la subasta y lleva a cabo el plan.
Ranévskaia es una noble que lleva varios años viviendo en Francia con su amante. Gastando todo su dinero, acaba arruinándose. Entonces, regresa a Rusia con su hija de 17 años.
Su enorme patrimonio está hipotecado al banco, pero ella se ha gastado el préstamo y no ha pagado los intereses. El banco subasta la finca, incluido el huerto familiar de cerezos.
Ranévskaia se desespera. Su hermano, Gáyev, intenta ayudarla y le gustaría comprar la finca, pero no tiene dinero suficiente para ello.
Un amigo de la familia llamado Lopajin visita a Ranévskaia. Es hijo de un antiguo siervo y ahora es un rico comerciante y un hombre de ideas progresistas. Lopajin sugiere a Ranévskaia que tale los árboles del enorme huerto de cerezos y que divida la tierra en parcelas, para alquilarlas como dachas por separado y ganar dinero con ello.
Siendo una soñadora e idealista, Ranévskaia rechaza el plan. Le dice a Lopajin que este huerto de cerezos es su reliquia familiar, que todos sus antepasados y ella misma y sus hijos crecieron en él y que simplemente no puede ver su vida sin este huerto.
Cuando llega el día de la subasta, sorprendentemente para todos, Lopajin compra la finca junto con el huerto de cerezos. Ranévskaia regresa a París para gastar el dinero que su suegra le dio a su hija.
La obra termina con el sonido de las hachas cortando cerezos.
¿Qué hay detrás de la obra?
Serguéi Ovcharov/Proline Film, 2008
Chéjov es probablemente el único escritor ruso al que no le gusta el drama. A diferencia de Tolstói y Dostoievski, describe las cosas con tono tranquilo. Pero el dramatismo de sus escritos se lee entre líneas.
De hecho, en esta obra increíblemente popular, habla de la destrucción del antiguo modo de vida noble. ¡Y esto fue escrito en 1903! Catorce años antes de la Revolución bolchevique, a la que Chéjov no llegó a presenciar.
Muestra a todos los nobles como soñadores que han perdido toda conexión con la vida real. Mientras que el hijo de un antiguo siervo no sólo es un hombre rico y de éxito, sino también es realista. Habla de cosas que nadie quiere oír. Y, al final, tiene la razón.
La nueva vida y el progreso triunfan sobre el huerto de cerezos que no trae dinero, sólo recuerdos melancólicos.
El sonido de las hachas cortando leña es, en realidad, un símbolo brillante de cómo se está destruyendo la vieja vida. Cómo los nobles quedan fuera de lugar y cómo triunfa el progreso.
La obra fue representada por primera vez en 1904 por Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko en el Teatro del Arte de Moscú y la representación fue considerada un gran éxito.
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