Uno de los pintores de marinas más famosos del mundo nació en Feodosia y pasó allí la mayor parte de su vida. Dedicó gran parte de su obra a Crimea y el mar en sus cuadros siempre parece realista.
Aunque Aivazovski es más conocido por sus escenas de batallas, también tiene paisajes románticos. Sentía un amor especial por Yalta: el color de esta ciudad del sur encantaba al artista.
Súrikov veía Crimea con colores brillantes y alegres. Visitó la península por primera vez en 1907 y después recorrió toda la costa. En sus cuadros se pueden ver numerosos senderos montañosos bañados por el sol y el mar azul.
La serie de Crimea de Súrikov incluye unas 40 obras. Sólo hay unos pocos retratos y bocetos del natural y el resto son paisajes. Las obras más famosas de esta serie son Paisaje con la iglesia de Foros y Rocas en Simeiz.
Kuindzhi soñaba con estudiar con Aivazovski y visitó Crimea por primera vez siendo un adolescente, cuando sólo tenía 14 años.
En aquella época, Aivazovski le aconsejó que estudiara en San Petersburgo, diciéndole que no podía enseñarle personalmente. Sin embargo, a Kuindzhi le gustó tanto la naturaleza de Crimea que, siendo ya un artista consagrado, compró allí una finca y a menudo se quedaba allí con sus alumnos.
Kuindzhi también dedicó varias decenas de bocetos a Crimea, tanto a las partes montañosas de la península como a vistas de la costa. Prestó especial atención a la luz: en sus cuadros se puede ver el brillo de la luna, el crepúsculo y la puesta de sol.
El artista Krachkovski estudió en la Academia de Bellas Artes con el renombrado pintor paisajista Mijaíl Klodt y destacó tanto en su oficio que fue enviado, a expensas del Estado, a continuar sus estudios en Europa. Fue miembro de la Sociedad de Artistas Kuindzhi, que apoyaba a los pintores de talento.
A finales de la década de 1890 viajó a la península, visitando Livadia y Masandra. Paisajes de estos lugares decoraron las paredes del palacio real de Livadia.
Krachkovski pintó varios miles de lienzos, pero sus obras más famosas fueron los paisajes primaverales de Crimea.
El nombre de Shishkin suele asociarse a paisajes forestales, pero también tiene varios bocetos dedicados a Crimea. La visitó en 1879 con su familia y colegas. Pasaron allí el verano, visitando balnearios y escalando el monte Ai-Petri.
Konstantín Korovin, tras visitar Crimea una vez en 1904, se enamoró tanto de estos lugares que se construyó una dacha en Gurzuf. Allí pintó paisajes, escenas de la vida cotidiana y retratos.
El artista soviético Alexander Kuprín se marchó a Crimea en la década de 1920 por consejo de los médicos. Vivió en una dacha con vistas a Yalta y al monte Ai-Petri, pintando tanto paisajes como gente que aparecía por las calles.
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