10 cuadros de Alexánder Deineka que todo el mundo debería conocer

Cultura
IGOR ROZIN
El legendario artista soviético Alexánder Deineka (1899-1969) era uno de los favoritos de las autoridades. También ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de París, participó en la Bienal de Venecia y sigue siendo popular a día de hoy.

1. ‘Retrato de K. A. Vialov’, 1923

Deineka pintó este retrato del artista Konstantín Vialov cuando tenía 24 años, y podría confundirse fácilmente con una obra de uno de los grandes artistas rusos de vanguardia. Es una de las pocas obras tempranas que delatan un atrevido espíritu experimental por parte del futuro titán del realismo socialista y paladín de la Tierra de los Soviets. En aquella época, Deineka era un artista provinciano de Kursk que acababa de llegar a la capital para estudiar tras cumplir el servicio militar. Este cuadro recoge la influencia de los modernistas europeos y de los futuristas italianos con los que tanto se identificaban los artistas de vanguardia, pero también contiene elementos del nuevo realismo “proletario” ruso. Sin embargo, todos estos aspectos desaparecerán pronto de las obras de Deineka.

2. ‘La defensa de Petrogrado’, 1928

Este es el cuadro que hizo famoso a Deineka y determinó el camino de su desarrollo artístico, que podría resumirse en intentar crear la imagen de “un verdadero soviético”. El propio artista dijo que este era su cuadro favorito de los que había creado. Pintó los personajes de este lienzo sobre la Guerra Civil rusa a partir de trabajadores que volvían de su turno.

3. ‘Madre’, 1932

A principios de la década de 1930, el artista entró en un periodo lírico que también estaba impulsado por la agenda del partido. Por aquel entonces, las obras de los artistas de vanguardia, que las autoridades soviéticas querían que visualizaran los símbolos del nuevo estado y del nuevo periodo, habían sido objeto de crecientes críticas. En 1937, los propios artistas fueron acusados de «formalistas» y condenados al olvido durante muchos años. Por eso, imágenes figurativas sencillas como esta, comprensibles para todos, llenaron todos los espacios públicos, desde las pancartas de las calles hasta las paredes de los museos.

4. ‘Portero’, 1934

Esta es una de las obras más famosas y monumentales de Deineka (119 x 352 cm). Dedicada a la vida sana y al deporte, se expone en la Nueva Galería Tretiakov de Moscú. Por la misma época, pintó otras obras famosas “Ejercicios matutinos”, “Partido de fútbol” y “Corredores” que ilustran un famoso dicho latino expropiado por el gobierno soviético: Mens sana in corpore sano (“mente sana en cuerpo sano”en español).

5. ‘Los futuros pilotos’, 1937

Los futuros pilotos promueve un estilo de vida soviético feliz al tiempo que romantiza la profesión militar. En aquella época, la URSS necesitaba ampliar y reforzar su ejército y su armada.

6. ‘Los Estajanovitas’, 1937

A diferencia de la mayoría de los ciudadanos soviéticos, un artista oficialmente reconocido tenía acceso a numerosos beneficios, desde interminables encargos estatales que le aseguraban una existencia cómoda hasta viajes alrededor del mundo. Junto con otros artistas, Deineka participó más de una vez en exposiciones en el extranjero, incluido el pabellón ruso en la Bienal de Venecia. También diseñó los pabellones soviéticos en las Ferias Mundiales de París y Nueva York. “Los Estajanovitas” fue uno de los bocetos para la exposición de París de 1937.

7. Después de la batalla, 1937-1942

Este cuadro se inspiró en una fotografía del legendario fotógrafo soviético Borís Ignátovich que había presentado a Deineka. El artista pensó que la composición con un atleta en primer plano era la perfección en sí misma. Sin embargo, tuvo dificultades para trasladarla al lienzo, y el cuadro tardó cinco años en completarse. Deineka lo terminó en plena Segunda Guerra Mundial, razón por la cual los atletas del título se habían convertido en soldados.

8. ‘La defensa de Sebastopol’, 1942

El artista no luchó en la Segunda Guerra Mundial. Sólo viajó una vez al frente con un colega de Moscú para obtener impresiones de primera mano de las hostilidades. Sebastopol, uno de los principales balnearios de la URSS, le era muy querida porque la asociaba a recuerdos de una juventud despreocupada. “Cuando vi fotos de la ciudad en ruinas, supe que tenía que pintarla”, dijo entonces Deineka. El enorme lienzo de cuatro metros de largo dedicado a la heroica defensa de Sebastopol durante seis meses se expone en el Museo Ruso de San Petersburgo

9. “La carrera de relevos en el anillo B”, 1947

Visualmente, este cuadro no difiere mucho de la obra de Deineka de antes de la guerra, pero en cambio representa cómo la URSS estaba superando las devastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. El lienzo fue adquirido inmediatamente por la Galería Tretiakov y luego viajó por todo el mundo, desde Berlín y Londres hasta La Habana y Sao Paulo. En 1958, le valió a Deineka una Medalla de Oro en la Exposición Universal de Bruselas.

10. ‘En Sebastopol’, 1956

Justo después de la guerra, Deineka se convirtió en miembro de la Academia de las Artes de la URSS y se mantuvo fiel a su estilo artístico prácticamente hasta su muerte. Pintó paisajes, escenas domésticas y de trabajo, retratos, y disfrutó de una increíble demanda de su obra. Por eso no es de extrañar que, tras su muerte en 1969, el mercado se inundara de numerosas falsificaciones, que siguen apareciendo incluso ahora. En 2017, su cuadro Héroes del Primer Plan Quinquenal, un boceto para un panel de la Exposición Universal de París, se vendió en una subasta de MacDougall's en Londres por 2,8 millones de libras.

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