8 películas soviéticas sobre robots que puedes ver gratis en Internet

Cultura
ANNA POPOVA
Robots: amigos del hombre. ¿O enemigos? Esto es lo que los directores soviéticos intentaron desentrañar en sus películas.

‘Pérdida de la sensación’, 1935

El ingeniero Jim Ripple, un idealista, sueña con aliviar el trabajo de los obreros y crea una “máquina que puede hacerlo casi todo” capaz de trabajar sin descanso ni sueño. Los capitalistas, por supuesto, están encantados con su invento y quieren sustituir a las personas por máquinas. Y luego, las convierten en un escuadrón de la muerte para utilizarlas contra los trabajadores que protestan. En esta película en blanco y negro, los robots aparecen por primera vez en la historia del cine soviético. Curiosamente, llevan las letras “RUR” en el pecho: el inventor lo descifra como”Universal Ripple Worker”, pero también es un “huevo de Pascua” para los entendidos. Al fin y al cabo, éste era el nombre de la obra de Karel Capek en la que se utilizó por primera vez la palabra “robot”.

‘La fórmula del arco iris’, 1966

El científico Bántikov es una especie de Sheldon Cooper soviético, que no puede distraerse de sus importantes investigaciones en aras de unas estúpidas reuniones administrativas. Para que le dejen en paz, crea un doble robot al que llama “Yasha”. Para su suerte, resulta ser demasiado eficiente e incluso consigue tachar a la humanidad de derrotista. Al fin y al cabo, la gente «enferma, ama, duerme 480 minutos al día». Esta comedia sobre la inteligencia artificial contiene los estereotipos más famosos sobre los robots: “Yasha” es derrotado, porque una persona viva no puede ser sustituida por una máquina, aunque ésta sea muy inteligente.

‘Su nombre era Robert’, 1967

El robot “RB-235” es enviado al gran mundo, habiendo recibido de su inventor el nombre de “Robert”. La máquina, diseñada para la exploración del espacio profundo, en la vida cotidiana, de repente se enamora de una chica llamada Tania. Por ella está dispuesto literalmente a todo: Robert intenta “rehumanizar” a su creador, el científico Serguéi Serguéievich, que creó su copia exacta. Con una única diferencia: la máquina se vuelve mucho más emocional y sensible que el original, desprovisto de simples sentimientos humanos.

La película también destaca por el hecho de que cuenta con el famoso mimo francés Marcel Marceau, que transmitía todo el espectro de sentimientos humanos sin palabras.

‘Interrogatorio del piloto Pirx’, 1978

Durante el vuelo de una nave espacial hacia los anillos de Saturno, un piloto llamado Pirx debe averiguar quién de la tripulación es un androide. Una adaptación atmosférica y espeluznante de la novela de Stanislav Lem sobre si la inteligencia artificial es capaz de superar a los humanos y por qué los robots se hacen indistinguibles de los humanos. Un punto a favor de la película es la música cósmica de Arvo Pärt, que hace aún más dramática la trama.

‘Las aventuras de Electronic’, 1979

El androide “Electronic” parece un adolescente y tiene unas capacidades mentales y físicas extraordinarias. Un día, se escapa de su inventor y conoce a Seriozha Siroezhkin, cuya apariencia se utilizó para crearlo. En su lugar, va al colegio, saca sobresalientes, canta en el coro y se hace amigo de todo el mundo. Incluso crea a “Rasie”, un perro robot.

Esta película infantil se convirtió en una película de culto en su época y la popularidad de los terriers de Airdale (la raza que interpretaba “Rasie”) se disparó. Merece la pena ver Las aventuras de Electronic para encontrar la respuesta a la pregunta de si un robot puede realmente convertirse en humano.

‘El Bucle de Orión’, 1980

Una tripulación formada por humanos y androides es enviada desde la Tierra para investigar una potente radiación que está matando a los exploradores espaciales. Las máquinas son dobles externos de los participantes en el vuelo. Resulta que los habitantes de uno de los planetas del sistema solar intentan proteger a la Tierra de un terrible virus (para ello, es necesario crear una barrera especial alrededor del planeta): el bucle de Orión. Pero uno de los robots no cree a los alienígenas e intenta destruir la nave de los terrícolas. Algo entre Star Trek y Stargate, la película parece un poco ingenua; lo que le da un encanto especial es la creencia de los personajes de que en algún lugar ahí fuera hay hermanos de mente, dispuestos a salvar nuestro planeta.

‘Huésped del futuro’, 1984

El colegial Kolia Guerásimov se encuentra en el futuro: en los pasillos del Instituto del Tiempo, conoce a un robot llamado "Werther", un administrador local enamorado de la investigadora Polina. Vestido con un traje plateado, Werther le refunfuña continuamente en las narices diciéndole que ya es hora de que se jubile, escribe poesía, le habla a Kolia de concursos de guitarra robótica y, por último, le salva de unos piratas espaciales a costa de su vida.

La película para adolescentes también se convirtió en película de culto tras su estreno y casi todos los escolares soviéticos se enamoraron de la protagonista, Alisa Selezneva (interpretada por Natalia Gúseva).

‘La isla del general oxidado’, 1988

Unos antiguos robots de combate descubiertos durante una excavación aún no están completamente oxidados y escapan durante su transporte para conquistar el mundo. La protagonista, Alisa Selezneva, se encuentra accidentalmente en el rodaje de una película en una isla vecina a las agresivas máquinas. Ella tiene que salvar al mundo de la destrucción una vez más. En esta película se puede ver una gran variedad de robots: hay una niñera androide, el pelirrojo “Kolia”, que cocina gachas de sémola y construye al perro “Bobik”, los robots-actores “Baba Yagá” y “Lobo Gris”, así como “máquinas primitivas” del siglo XX. Un auténtico choque entre un futuro brillante, en el que los robots sirven a los humanos, y un pasado reciente, en el que eran temidos y considerados enemigos.

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