La novela sobre las aventuras del diablo en el Moscú de Stalin tardó mucho en ser publicada y llevada a la pantalla. Muchos directores trataron de adaptar el libro “maldito” al cine, tanto Baz Luhrmann como Elem Klímov (director de la obra maestra Ven y mira). Sin embargo, muchos proyectos nunca llegaron a buen puerto, y las tres películas y dos series de televisión que finalmente se hicieron, no tuvieron éxito.
Finalmente, este invierno se ha estrenado en Rusia la sexta adaptación cinematográfica de la novela de Bulgákov, y, en opinión casi unánime tanto de críticos como de espectadores, es un éxito absoluto. Aquí te contamos por qué deberías verla.
1. Suelen decir que la novela de Bulgákov trae mala suerte. De hecho, la adaptación cinematográfica no fue nada fácil
A los medios de comunicación les gusta especular sobre la maldición de El maestro y Margarita: supuestamente, las adaptaciones cinematográficas a la pantalla van acompañadas constantemente de desgracias. Por ejemplo, Oleg Basilashvili, que interpretó a Vóland en la serie de Vladímir Bortkó (2005), perdió brevemente la voz en pleno rodaje. Además, los periodistas calcularon que al estreno le siguió una “misteriosa serie” de muertes de actores: en pocos años 18 de ellos perdeiron la vida. Todo esto, por supuesto, es pura superstición, pero vale la pena reconocer que todos los intentos de llevar la novela a la pantalla fueron acompañados de grandes dificultades. Y la nueva película no fue una excepción.
Inicialmente, la película debía ser dirigida por Nikolái Lébedev (conocido por Leyenda 17 ), que escribió el guion. Pero hubo un problema con los derechos: diferentes herederos del escritor vendieron los derechos a distintas empresas, y resultó que al mismo tiempo en Hollywood se filmaba una adaptación alternativa con Baz Lurhmann (conocido por El gran Gatsby) como director.
Cuando aún no se habían resuelto las cuestiones legales, comenzó la pandemia. El rodaje se congeló, y Lébedev pasó a rodar el drama bélico Nuremberg. A continuación, el rodaje de El maestro y Margarita pasó a manos de otro equipo, que cambió radicalmente el concepto.
2. La película fue dirigida por uno de los directores más prometedores, Mijaíl Lokshin. El filme ‘Patines de plata’ con el que debutó, fue un éxito en Netflix
Mijaíl Lokshin se dio a conocer primero como director publicitario y realizador de videoclips. Entre otras cosas, en 2014 dirigió un anuncio de la cerveza Sibírskaia Korona en el que la estrella de Expediente X David Duchovny -que tiene raíces rusas- fantasea sobre cómo sería su vida si hubiera crecido en Rusia. Este clip se hizo viral en en Internet.
Lokshin debutó en el cine con Patines de plata (2020). Se trata de un cuento de Navidad sobre una banda de ladrones patinadores en el séquito del San Petersburgo imperial. La película se convirtió en el primer filme ruso incluido en la prestigiosa lista Netflix Originals. Anteriormente, solo dos series rusas (Mejores que nosotros y Hacia el lago) habían conseguido entrar en la lista de proyectos “originales” del gigante del streaming. Inmediatamente después de su estreno en la plataforma, Patines de plata se situó en el top-5 de la clasificación internacional por número de personas que han visto la película.
El maestro y Margarita se convirtió en la segunda película de Lokshin como director. El guion fue escrito por el autor de Patines de plata, Román Kantor, que también trabajó en Hacia el lago, de Pável Kostomárov.
3. La nueva adaptación cinematográfica utiliza una narración no lineal, como en las películas de Christopher Nolan
Si Nikolái Lébedev iba a ser fiel al libro y centrarse en el tema del escritor y su público, Lokshin y Kantor decidieron desarrollar la línea posmoderna de la novela y reescribieron el libro con el espíritu de El origen o El truco final (El prestigio) de Nolan.
El marco argumental se ha conservado. La historia de amor del Maestro y Margarita, las bromas de Vóland y su séquito, y el “evangelio del Maestro” (el apócrifo sobre Cristo y Poncio Pilato, el procurador romano que envió al profeta a la cruz) fueron llevados a la pantalla. Sin embargo, la composición de la película es más complicada y se parece a una matrioshka: una historia se cuenta dentro de otra historia, y dentro de esta hay una historia más, y así sucesivamente, con todas las narraciones desarrollándose al mismo tiempo. Esta técnica se usa para explicar cómo está organizado el “laboratorio” de escritura de Bulgákov.
El parecido del Maestro con el propio Bulgákov se acentúa en la película mucho más que en el libro. De hecho, Yevgueni Tsiganov -uno de los actores más famosos de Rusia- interpreta al propio escritor. Y vemos cómo los hechos reales de la biografía de Bulgákov -la lucha con la censura, la represión, las traiciones de los amigos- reviven en tramas fantasmagóricas.
4. Vóland fue interpretado por la estrella de ‘Malditos bastardos’ August Diehl. Y Pilatos - por Claes Bang, de la serie de la BBC ‘Drácula’, que fue rodada por los creadores de ‘Sherlock’
La película cuenta con un reparto indudablemente acertado. Si Vóland solía aparecer en las adaptaciones cinematográficas como un anciano siniestro y sabio, el diablo interpretado por Dil es un bromista risueño al que le gusta provocar. Disfruta sinceramente cuando realiza su juicio sobre los moscovitas. Los actores rusos también están muy bien elegidos: en primer lugar, Tsiganov como el Maestro, y Yulia Snigir en el papel de su amada Margarita (los actores son pareja en la vida real). Los espectadores internacionales conocen a Yulia Snigir por la película de acción La jungla:un buen día para morir (2013) y la serie The New Pope (2020) de Paolo Sorrentino.
5. El mundo visual de la película combina tanto el ‘art déco’ al estilo de ‘El gran Gatsby’ de Luhrmann, como el ‘steampunk’ estalinista
Los hechos de la película transcurren en las fantasías de los personajes, por lo que los artistas no intentaron reproducir el aspecto del Moscú real de los años 30. El pomposo estilo imperio de Stalin se convierte en algo grotesco: todo el rato vemos los rascacielos de Stalin que parecen zigurats mesopotámicos. Con la ayuda de gráficos, los grandes proyectos de construcción que no llegaron a realizarse, han sido “levantados” para la película, en particular, el famoso Palacio de los Soviets con una estatua de Lenin de 100 metros en la cima. En el aire flotan dirigibles futuristas.
Los moscovitas de la película saben pasarlo bien. Los conciertos de jazz en un club cerrado de escritores recuerdan a las fiestas de ricos de El Gran Gatsby. Una sesión de magia negra en el teatro es acompañada por un desfile de alta costura de modelos parisinas, y el séquito de Vóland interpreta comedia del arte italiana. Por último, el gran baile de Satán se inspira claramente en el arte precristiano, e incluso en el arte preantiguo: el diseño de las vestimentas y de los interiores remite más bien al Antiguo Egipto y a Babilonia.
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