‘Un héroe de nuestro tiempo’, explicamos la emblemática novela rusa de Mijaíl Lérmontov

Cultura
NIKOLÁI SHEVCHENKO
El protagonista de esta obra maestra es uno de los personajes más repulsivos de la literatura rusa.

La novela es una colección de historias cortas sobre un personaje peculiar que el autor cree que es la encarnación de los vicios de su generación.

Resumen (¡Alerta de SPOILER!) 

Los acontecimientos del libro tienen lugar en el Cáucaso a principios del siglo XIX. El Imperio ruso envía tropas para luchar contra los escasos grupos de montañeses locales rebeldes. 

Aunque el libro gira en torno al protagonista principal, el joven oficial zarista Grigori Alexándrovich Pechorin, diferentes personas narran los acontecimientos.

Grigori Pechorin es un joven oficial exiliado para servir en el Cáucaso; inteligente, educado, con un carácter contradictorio, está decepcionado de la vida y busca nuevas emociones.

Por la noche, ve a un chico ciego que va a algún sitio, lo sigue y descubre que el chico está relacionado con contrabandistas. Pechorin amenaza con entregarlos, por lo que intentan matarlo. El intento fracasa y los contrabandistas desaparecen, dejando atrás al chico ciego.

Entonces Pechorin se dirige a un balneario donde decide conquistar el corazón de una joven llamada Mary por puro aburrimiento. Inesperadamente, la examante de Pechorin también se presenta en el balneario. El héroe comienza a salir con su examante casada, mientras corteja a Mary para desviar la atención de su relación con la mujer casada. Mary se enamora entonces de Pechorin. Un compañero de servicio que estaba enamorado de Mary difunde posteriormente rumores sobre las aventuras de Pechorin, y este lo mata en un duelo. Finalmente, rompe el corazón de Mary al rechazarla antes de ser exiliado al Cáucaso por participar en el duelo.

En el Cáucaso, Pechorin sirve bajo el mando de un capitán que se convierte en su amigo. Un día, el oficial se enamora de una joven y bella circasiana local llamada Bela. Hace un trato con el hermano menor de Bela: él se queda con Bela y el hermano de ella con un caballo robado a un militante circasiano llamado Kazbek. Bela se convierte en la amante de Pechorin, pero rápidamente lo aburre. Por ello, comienza a dejarla con frecuencia sola y con el corazón roto.

Durante su ausencia, un belicoso Kazbek secuestra a Bela y la deja mortalmente herida. La chica muere en los brazos de Pechorin. Entonces, Pechorin es trasladado a otra unidad.

En el nuevo lugar de servicio, los compañeros de armas de Pechorin deciden poner a prueba su destino con una ruleta rusa. Tratando de demostrar que el destino existe -y que ningún hombre moriría hasta el día en que está destinado a morir-, le pone la pistola en la cabeza y aprieta el gatillo, pero el arma falla. Pechorin está confundido, porque afirma que ve el "sello de la muerte" en la cara del militar. Para sorpresa de todos, el hombre es asesinado por un cosaco borracho cuando volvía de la fiesta esa misma noche. Pechorin también decide probar su suerte y arriesga su vida para detener al asesino. El protagonista sobrevive contra todo pronóstico.

Pechorin y el capitán, dos amigos, se separan durante mucho tiempo. El capitán se queda con el diario del oficial. En un encuentro fortuito, quiere devolvérselo, pero Pechorin, que va a Persia, no quiere comunicarse con su viejo amigo y se marcha sin despedirse.

Interpretación

La obra maestra de Lérmontov es un estudio del poder destructivo del egoísmo y el nihilismo humanos. Aunque Pechorin tiene cierto encanto, se le retrata como un personaje repulsivo. Está agobiado por su arrogancia e individualismo, pero no quiere superar ninguno de los dos.

Dondequiera que se encuentre, destruye el flujo normal de la vida de la gente de su entorno, a menudo con consecuencias dramáticas e incluso fatales. Por curiosidad, trastorna la vida de unos contrabandistas que se ven obligados a huir dejando atrás a un niño ciego que está condenado a sobrevivir solo a partir de entonces; persiguiendo sus propios intereses, rompe el corazón de una joven y mata a un hombre que, a diferencia de él, estaba verdaderamente enamorado de ella; finalmente, provoca sin querer la muerte de una mujer que le ama. Dondequiera que vaya Pechorin, deja tras de sí tierra quemada.

Lérmontov retrata a un personaje que, según él, es la encarnación de los vicios de su época, lo que pone de manifiesto la relevancia de su libro para los lectores contemporáneos. El autor cree que no hay que alimentar a los lectores con historias dulces con finales felices, sino que hay que ver la vida cruda tal y como es en la realidad. De ahí el título del libro.

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