Las 10 cajas de rapé más lujosas utilizadas por los zares rusos (Fotos)

Los mejores joyeros convirtieron las cajas para guardar el tabaco en verdaderas obras de arte. Al observarlas con detenimiento, se puede aprender mucho sobre sus propietarios originales, importantes acontecimientos históricos e incluso tórridas relaciones amorosas.

1. Una caja de rapé estilo Luis XVI

Esta exquisita obra maestra de Mijaíl Perjin, que trabajaba para la firma Fabergé, fue la respuesta a la duda de Alejandro III de si los joyeros rusos podían crear artículos de lujo tan fabulosos como sus homólogos franceses. Inspirado en la caja de rapé de Joseph Etienne Blairzy de la colección de Catalina la Grande, Perjin creó una variación propia. Decoró la caja de oro con esmalte verde y colocó en la tapa una imagen que representaba a Venus y a Cupido, rodeada de una dispersión de diamantes. El trabajo del maestro ruso era tan espectacular que el Emperador envió la tabaquera al Museo del Hermitage junto con el original francés.

2. ‘Caja de rapé’ Gabinete de piedras siberianas

A Catalina la Grande le gustaba mucho el tabaco de consumo nasal. Tenía cajas de rapé literalmente por todas partes. Durante su reinado, las cajas elegantemente decoradas se convirtieron no sólo en artículos de moda, sino también en magníficas obras de arte. Su colección incluía cajas de rapé para cualquier tema u ocasión. Por ejemplo, la serie “Gabinetes de Piedras” consistía en cajas de rapé salpicadas de piedras preciosas. Una de ellas, realizada por David Rudolph en la década de 1780, estaba dedicada a la riqueza de los recursos naturales de Rusia. El artesano de San Petersburgo forró los laterales de la tabaquera con ágatas y jaspes multicolores y colocó el escudo de Siberia en el interior. En el centro de la tapa, rodeado de topacios y amatistas, colocó un camafeo de ónice con el retrato de Catalina la Grande.

3. ‘Caja de rapé’ Gabinete de piedras orientales

Mirando este objeto es difícil imaginar que estuviese destinado únicamente a guardar tabaco. De hecho, parece un rompecabezas listo para ser resuelto. La caja ovalada dorada, realizada por un artesano vienés, está decorada con 54 piedras. En el centro, hay un ágata que recuerda el perfil del rostro de Catalina la Grande. Está rodeada por “piedras preciosas orientales”: diamantes, turquesas, turmalinas, aguamarinas, granates, esmeraldas, topacios y piedras lunares. Juntas forman las ocho esferas del Universo, tal y como las concibió Platón. La tabaquera está “ceñida” con medallones que representan a los emperadores romanos. Pero las sorpresas no acaban ahí. El fondo de la caja también tiene piedras preciosas, que forman un calendario perpetuo. El fondo de esmalte azul presenta minerales que simbolizan la Luna, el Sol y los meses del año.

4. Una tabaquera con el retrato del sultán Abdul Hamid

Las cajas de rapé también se utilizaban para registrar acontecimientos importantes. Las conquistas y descubrimientos de nuevas tierras, las victorias en las guerras... todo ello se reflejaba en estos pequeños objetos. Por ejemplo, con motivo del Tratado de Küçük Kaynarca entre Rusia y Turquía, la emperatriz encargó una tabaquera especial a Johann Gottlieb Scharf. El esmalte azul está moteado con diamantes y su centro tiene un retrato en acuarela del sultán turco Abdul Hamid con capa y turbante de piel.

5. Caja de rapé de Federico el Grande

Muchos monarcas coleccionaban cajas de rapé. Federico el Grande, rey de Prusia, era un coleccionista apasionado. La colección del monarca contaba con más de 1.500. Sin duda, estas obras de arte en miniatura eran objeto de orgullo para Federico. Por ello, a menudo las regalaba. Por ejemplo, una vez regaló una caja de rapé a Federico Guillermo III, sobrino nieto de Alejandro II y padre de la emperatriz Alejandra. Estaba hecha de ágata gris claro y decorada con diamantes, nefritas y rubíes sobre un fondo de lámina multicolor. A su vez, Federico Guillermo III se lo regaló a Nicolás I.

6. Caja de rapé de Catalina la Grande

Uno de los artesanos que creó joyas para los monarcas rusos fue el suizo Jeremia Pozier. Se convirtió en el joyero de la corte de la emperatriz Ana, haciendo pendientes, broches y preciosos “ramos” para Isabel, y creó la famosa gran corona imperial para Catalina la Grande. Sus encargos incluían también cajas de rapé. Hizo una para Catalina en oro con una exuberante decoración floral. La tapa y las paredes están decoradas con adornos, y una dispersión de diamantes forma una cesta en cuyo centro hay una gran “flor”: un zafiro.

7. Una tabaquera con un retrato del galgo italiano "Lisette"

El medallón que representa al galgo italiano “Lisette” fue colocado en una caja de rapé por el joyero alemán Johann Gottlieb Scharf. El retrato está adornado con diamantes y esmeraldas. Los perros de esta raza eran la pasión de Catalina. Desde 1770, elegantes galgos italianos vivían en los apartamentos de la emperatriz. En sus cartas hablaba de los perros con gran placer, aunque a veces se quejaba de que su letra estaba manchada por culpa de ellos. Al mismo tiempo, le decepcionaba que sus mascotas no supieran hablar.

8. Una caja de rapé con forma de barco

Esta tabaquera con forma de barco acompañó a Pedro el Grande en su viaje a Flandes y Gran Bretaña. El casco de la galera es de madera y oro, decorado con plata y la figura de un león rugiente, mientras que las bocas de los cañones están cubiertas de nácar. La idea de los joyeros de J.P.M. era recordar a Pedro el nacimiento de la flota rusa y su victoria en las campañas de Azov.

9. Caja de rapé con el retrato de la condesa Kozel

Los artesanos no sólo decoraban las cajas de rapé, sino que también añadían significados especiales a los dibujos e imágenes. Una caja de rapé podía servir como un valioso regalo, un recordatorio de una acción imperdonable o incluso una relación romántica. El rey de Polonia, Augusto el Fuerte, regaló a Pedro el Grande una preciosa caja que representaba el argumento de “Leda y el cisne”. Esta tabaquera dorada fue realizada por el famoso artesano sueco Carl Gustav Klingstedt, que la decoró ricamente con adornos, diamantes y cristales de roca. El hecho de que la condesa Kozel, amante de Augusto, fuera representada como Leda añadía cierta peculiaridad a la trama.

10. Una caja de rapé con doble tapa

Durante el reinado de la emperatriz Isabel, el tabaco se hizo tan popular que tuvo que promulgar un decreto que lo prohibía en las iglesias. Su propia colección de cajas de rapé era impresionante: de porcelana y oro, tachonadas de piedras y decoradas con monogramas y retratos de la emperatriz. Entre ellas, sin embargo, también había otras de carácter práctico: por ejemplo, una caja de rapé hecha de lapislázuli que estaba destinada a dos tipos de tabaco. Un marco dorado separa las dos secciones en el centro, haciendo que la caja de rapé tenga un aspecto elegante y solemne a la vez.

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