1. Andréi Rubliov (1966)
La película de culto de Andréi Tarkovski está dedicada al gran pintor ruso de iconos medievales. Se sabe poco sobre Rubliov, y su imagen es casi totalmente ficticia. Al mismo tiempo, se trató de describir de forma fidedigna los rasgos del modo de vida social y religioso de la Rusia del siglo XV, con sus disputas entre reyes y las destructivas campañas punitivas de los mongoles.
Tarkovski exploró uno de los períodos más difíciles de la historia rusa. El yugo tártaro-mongol casi hizo retroceder al país 100 años en su desarrollo, destruyó muchos oficios, infundió el terror en la población local y casi se convirtió en el fin de Rusia tal y como la conocemos. La película refleja un momento de cambio en la mentalidad de los rusos, que posteriormente se denominó Renacimiento ruso.
Un papel importante en el renacimiento espiritual del país lo desempeñaron los discípulos de San Sergio de Radónezh, famosos en Rusia, uno de los cuales fue el pintor de iconos Andréi Rubliov. En la historia, Andréi mantuvo un voto de silencio durante años y sólo lo rompió al final de la película. El actor Anatoli Solonitsin, que interpretó el papel del iconógrafo, guardó silencio durante cuatro meses enteros para que su voz sonara ronca durante el rodaje del episodio cuando rompió su promesa.
2. Guerra y paz (1967)
La epopeya cinematográfica en cuatro partes de Serguéi Bondarchuk, basada en la novela de Lev Tolstoi, fue uno de los proyectos más ambiciosos del cine soviético. En 1969, Guerra y Paz recibió un Oscar como mejor película en lengua extranjera.
En el rodaje, que duró casi seis años, participaron 58 museos soviéticos y 40 empresas industriales. Produjeron 9.000 trajes, así como réplicas de armas y adornos de las guerras napoleónicas. Además, se construyeron 50 decoraciones a gran escala y ocho puentes.
En las batallas a gran escala de Austerlitz y Borodinó participaron 15.000 soldados del ejército soviético, se utilizaron 23 toneladas de explosivos y 40.000 litros de parafina, 15.000 granadas de humo de mano, 2.000 sables y 1500 proyectiles. El 11º regimiento de caballería independiente de 950 sables se formó especialmente para el tiro. Después de trabajar en docenas de cuadros diferentes, se disolvió en 2002.
3. La estrella cautivante de la felicidad (1975)
El 26 de diciembre de 1825 en San Petersburgo, la capital del Imperio Ruso, comenzó un levantamiento de los nobles en oposición al régimen gobernante. Los conspiradores, que más tarde se conocerían como los decembristas, tenían como objetivo no sólo impedir la llegada al trono del Gran Duque Nikolái, hermano del fallecido emperador Alejandro I, sino también abolir la autocracia en principio, establecer una constitución y suprimir la servidumbre.
Tras la supresión del levantamiento y la ejecución de varios líderes decembristas, los 120 restantes fueron enviados a trabajos forzados o al exilio en Siberia. Siguiendo a muchos de ellos, sus esposas fueron allí voluntariamente. Todos estos acontecimientos se relatan en La estrella de la felicidad cautivadora.
“Pensé en lo que hizo que esta joven y frágil mujer viniera a este lugar”, dijo la actriz Irina Kupchenko, que interpretó el papel de Catalina, la esposa del príncipe decembrista Serguéi Trubetskoy explicó: “Lo deja todo y viaja por el país con su marido... Estas mujeres no se consideraban heroínas. Al fin y al cabo, en su boda juraron estar al lado de su marido en las alegrías y en las penas. Tal vez el sentido de la responsabilidad por el destino del país comienza con la responsabilidad hacia una sola persona…”
4. El Don apacible (1957)
Película épica en tres partes basada en la novela del escritor soviético Mijaíl Shólojov, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1965. Narra la trágica historia de los cosacos del Don, atrapados en medio de una sangrienta guerra civil, fracturada por el Imperio ruso.
El conflicto fratricida a gran escala destruyó por completo los aparentemente fuertes lazos entre las personas, poniendo a amigos e incluso a miembros de la misma familia en lados opuestos de las barricadas: el hijo contra el padre y el hermano contra el hermano.
El Don apacible nos muestra lo perdida y confundida que estaba la gente de entonces en la persona del protagonista: el cosaco Grigori Melejov. No tiene ni idea de qué lado es el correcto, así que pasa de un bando contrario al otro, cambiando de “rojo” a “blanco” y viceversa. Con el tiempo, empieza a darse cuenta de que nada bueno puede salir de esas incesantes vueltas..
5. Oficiales (1971)
La película Oficiales cuenta la historia de la amistad entre dos comandantes del Ejército Rojo que se mantuvieron unidos durante casi cuatro décadas. Su destino les llevó desde la calurosa Asia Central, donde durante la Guerra Civil lucharon contra los rivales locales del poder soviético, los Basmachi, a China, resistiendo los embates del ejército japonés, y finalmente a los frentes de la Gran Guerra Patria contra la Alemania nazi.
Gueorgui Yumatov, que interpretó a Alexéi Trofimov, conocía de primera mano cómo era la guerra. Había participado en las batallas por Crimea, en la toma de Bucarest, Budapest y Viena. En una de las escenas de la película, después de que Alexéi regrese de España, donde los profesionales militares soviéticos lucharon en el bando de la República, su esposa ve la marca de una herida en su espalda. Esta es la verdadera marca que recibió Yumatov durante la Segunda Guerra Mundial.
Oficiales se convirtió en una de las películas de culto del cine soviético, animando a los jóvenes a alistarse en masa en el ejército soviético. Una famosa frase en boca de uno de los héroes de la película, “Existe la profesión: defender la patria”, se convirtió en una frase de éxito.
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