1. ‘La sirena’ (2007)
Hace 13 años la comedia dramática de Anna Melikián causó sensación en el festival de Sundance, donde la película ganó el premio al Mejor Director en la categoría de Cine del Mundo (World Cinema). Desde entonces, La sirena ha recibido premios en Berlín y Karlovi Vari, Estocolmo y Ereván. Y la propia Melikián entró en el top 10 de los directores más prometedores del mundo, según la revista Variety.
La sirena es una romántica historia de amor de una chica con superpoderes (sabe manejar los elementos) y un joven hombre de negocios, a quien salva del suicidio. No es habitual en el cine ruso, y lo era menos hace década y media, ver una combinación de fantasía, humor suave y melodrama. Una dramaturgia precisa y un gancho inesperado en el final son las señas de identidad de la directora. Desde entonces ha hecho otros largometrajes en los que una extraña chica irrumpe en un mundo de gente rica y cínica y les hace cambiar completamente su visión de la vida. Pero La sirena sigue siendo la mejor obra de Melikián, donde la energía de la juventud se combina con una historia fuerte, que resulta interesante tanto al público de las películas sobre adolescentes enamorados, como a los aficionados al cine intelectual.
2. ‘Dos días’ (2011)
La relación entre los intelectuales y las autoridades es un tema eterno en la cultura rusa. A finales de la década de 2000 y principios de 2010, el cine ruso también se interesó activamente por este tema, y la directora Avdotia Smirnova realizó varias películas tratando diferentes aspectos de este problema. La primera y la más lírica es Dos días. En la historia, un alto funcionario moscovita Drozdov llega a una ciudad de provincias con una misión: tiene que cerrar el museo de un medio olvidado escritor ruso del siglo XIX, con el fin de que en lugar de una modesta finca se construya una exuberante residencia gubernamental. En un principio el funcionario se muestra decidido a llevar a cabo este plan, pero todo cambia cuando conoce a la crítica literaria, María Ilínichna, que trabaja en el museo como subdirectora. Drozdov se enamora de ella, y gracias a este amor la finca rusa puede ser salvada.
La película de Smirnova es en parte una declaración idílica sobre la posibilidad de un compromiso entre oponentes históricamente irreconciliables. La directora cree que existe el fundamento para el debate y la simpatía mutua entre los representantes de la inteligentsia y las autoridades. En parte ha ganado esta confianza a través de su propia experiencia. Smirnova se ha forjado una carrera como periodista de televisión y directora de cine de gran éxito y se casó hace unos años con Anatoli Chubáis, un prominente estadista cuya carrera política ha continuado desde principios de los años 90. Dos días es, en cierto sentido, la película más personal de Smirnova.
3. ‘8 primeras citas’ (2012)
Este otoño el lanzamiento de Palm Springs con Andy Samberg y Christine Milioti como protagonistas ha despertado mucho interés. Es un largometraje que mezcla el concepto del Día de la marmota con una comedia romántica clásica. La precursora de esta película fue la famosa película 50 primeras citas con Adam Sandler y Drew Barrymore. Ambas películas son similares a la comedia 8 primeras citas de Maryus Vaysberg, en la que los protagonistas se despiertan cada mañana en la misma cama, aunque el día anterior se duerman en lugares diferentes. Al darse cuenta de que se metieron en un bucle temporal, el chico y la chica se ven obligados a conocerse, y esto, por supuesto, conduce a un inevitable final feliz. El casting añade sabor a la historia. El principal papel masculino aquí es interpretado por el actual presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien era un habitual del cine ruso durante la década de 2010.
4. ‘Chagall-Malévich’ (2014)
Después de la Revolución de 1917, Marc Chagall se convirtió en el Comisario de Arte y recibió una propuesta para crear una comuna de artistas en su Vítebsk natal. En 1918, Kazimir Malévich, una nueva estrella de la vanguardia rusa, llegó a esta comuna. La relación del soñador y blando Chagall con el ambicioso y caprichoso Malévich no empezó nada bien, y con el tiempo, los conflictos iban en aumento. Un clásico del cine soviético, Alexánder Mittá presenta la historia del enfrentamiento entre los dos genios de la vanguardia rusa como un escenario en el que la juventud siempre tiene prioridad sobre la experiencia, y los comienzos oscuros, sobre los impulsos de la luz.
Construida sobre contrastes, la película da una imagen completa del espíritu de una época en la que los artistas crearon la estética de un sistema recién nacido. Es probablemente una de las biografías más interesantes sobre el artista de fama mundial.
5. ‘Rescate suicida’ (2016)
El director de la película Chagal-Malévich, Alexánder Mittá se hizo famoso en 1979 con la película La tripulación, el primer filme-catástrofe en la historia del cine soviético. La historia del avión estrellado fue un éxito de taquilla en la URSS, y casi 40 años más tarde se hizo un remake. Una película cara, elegante y notablemente mejorada en cuanto al ritmo y la acción, Rescate suicida está dirigida por uno de los directores rusos más taquilleros de la actualidad, Nikolái Lébedev. La historia de un joven y un experimentado piloto, salvando heroicamente el avión de una inminente colisión con el suelo, está hecha según los cánones de Hollywood y mantiene al público tenso desde el primer hasta el último minuto. Es uno de los pocos ejemplos de una película de acción cinematográfica que no se ha vuelto obsoleta con el paso de los años. Cuatro años después de su lanzamiento, Rescate suicida sigue atrayendo al público.
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