El distrito de Mozhaiski, al oeste de la capital rusa, albergará en breve un edificio que es, como mínimo, innovador en la arquitectura religiosa ortodoxa, cuyas recientes obras se distinguen por su abundante y lujosa decoración. A diferencia de ello, esta iglesia, dedicada a Ignacio de Antioquía, tendrá un aspecto minimalista y futurista, según la web del Departamento de Política y Construcción Urbana de la ciudad de Moscú.
Los arquitectos Arqitéktori A.R.E.E.E.A.L. y Archpoint diseñaron este lugar de culto único que, a pesar de su aspecto audaz, conserva todos los elementos arquitectónicos eclesiásticos tradicionales, y en particular la forma de cruz del edificio. Además, este estilo tan refinado no es ajeno a la Iglesia ortodoxa, ya que en su día fue la norma.
“Nos gustaría que los rasgos de las antiguas iglesias rusas de los siglos XIV y XV fueran claramente visibles en los de apariencia moderna. Los templos de este período se distinguen por su forma sencilla y el ascetismo combinado con la grandiosidad”, comentó el padre Iona, citado en la página. “Mediante el uso de materiales y procesos modernos en la construcción, queremos dar un paso adelante en la creación de iglesias, a la vez que volvemos a las antiguas tradiciones rusas de la arquitectura de Pskov y Nóvgorod”.
Así, los creadores de este sorprendente lugar de culto, cuya capacidad será de 500 personas, se inspiraron en parte en la iglesia de la Transfiguración del Salvador en la calle de Ilina, situada en Nóvgorod y construida en el siglo XIV.
Sin embargo, el respeto a las costumbres se combina con la innovación, como un muro de cristal junto al altar, que permitirá a los fieles y a los visitantes admirar desde dentro los paisajes que ofrece el valle del río Setun. A diferencia de las iglesias ordinarias, donde el altar se esconde detrás de un imponente iconostasio, en este caso estará en el mismo aumentando también la impresión de espacio abierto.
Además, mientras que la cruz de la cúpula podría ser de vidrio laminado, con posibilidad de iluminarse, la estructura del edificio debería ser de hormigón armado y la fachada estar revestida con placas de hormigón armado reforzado con fibras. Un material que también se utilizará para diseñar el techo y la cúpula, a menos que se haga con plástico reforzado con fibra de vidrio.
Un ambicioso conjunto de opciones que, sin embargo, ha sido aprobado por las autoridades municipales y eclesiásticas, lo que Serguéi Kuznétsov, arquitecto jefe de Moscú, calificó como “un pequeño milagro”, dado que “en Rusia somos reacios a tomar decisiones arquitectónicas modernas sobre la construcción de templos”.
Cabe señalar que, a la espera de la puesta en marcha de las obras, en el lugar de la construcción de este futuro edificio hay instalada temporalmente una iglesia de madera, construida en el año 2015.
Pincha aquí para ver 10 de las iglesias más bellas de Rusia.