Así de bellas son las miniaturas de Pálej, inspiradas en cuentos de hadas y motivos rusos (Fotos)

Los cuentos de hadas rusos componen un maravilloso mundo de fantasía, lleno de mujeres hermosas, príncipes valientes, bosques oscuros y animales misteriosos. Inspiraron muchos de los motivos de las miniaturas lacadas de Pálej.

Hoy en día, Pálej, un pequeño pueblo de la región de Ivánovo (a 350 km al noreste de Moscú, en el Anillo de Oro) es muy conocido por sus artesanías. En la foto aparece una escena de El cuento del zar Saltán, el famoso y poderoso bogatir príncipe Gvidón Saltánovich y la hermosa princesa Cisne, de Alexánder Pushkin (1831).

Este pueblo es la cuna de las miniaturas de laca de Pálej, una artesanía tradicional que produce cajas y broches lacados. La obra de arriba describe el mundo de los cuentos de hadas de Pushkin.

Los temas de estas pinturas son numerosos. Van desde cuentos de hadas hasta mujeres rusas, troikas, ciudades famosas y paisajes de invierno. Durante el período soviético, las miniaturas de laca de Pálej se utilizaron incluso para labores de propaganda. Las cajas mostraban al Ejército Rojo luchando por el comunismo, huelgas obreras dirigidas por Vladímir Lenin y escenas tituladas Heraldo de la Revolución, El viento de la Revolución o Jóvenes trabajadores. En la foto de arriba aparecen la princesa Cisne y el príncipe Gvidón Saltánovich de El cuento del zar Saltán, el famoso y poderoso bogatir príncipe Gvidón Saltánovich y la hermosa princesa Cisne, de Alexánder Pushkin (1831).

En la obra de arriba aparecen las tres mujeres del comienzo de El cuento del zar Saltán, el famoso y poderoso bogatir príncipe Gvidón Saltánovich y la hermosa princesa Cisne, de Alexánder Pushkin.

Hoy en día, los motivos basados en cuentos de hadas son cada vez más populares. En la foto: escena de El cuento del pescador y el pez, Alexánder Pushkin (1833).

Pálej es también la capital rusa de la pintura de iconos. Los iconos de Pálej florecieron a principios del siglo XIX e influyeron en la producción de miniaturas de laca de Pálej. En la foto: escena del cuento de hadas El caballito jorobado, de Piotr Yershov (1830).

La pintura se realiza principalmente sobre un fondo negro, con hermosos bordes dorados. Como en los iconos, los tres colores principalmente empleados son el verde, el rojo y el amarillo. En la foto: escena del cuento popular ruso El zarévich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris, incluido por Alexánder Afanásiev en su libro Cuentos de hadas rusos.

En la obra aparece una escena del cuento de hadas El zarévich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris.

Otra escena de El zarévich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris.

En la foto: escena de El matrimonio de Pável, poema de Alexéi Koltsov basado en el folclore ruso (1836).

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