“Ese era nuestro terror, temerosos de mirarnos entre sí, con miedo de decir nada por si alguien escuchaba algo o por si nos fuesen a delatar....Los soviéticos no tienen ni idea sobre un romance o un amor agradable. Nada más que comida y miedo... Eso no es lo que muestra la película”.
Se trata de una declaración de la guionista ruso-estadounidense Ayn Rand, conocida por su negativa visión hacia la URSS, tanto a su ideología como a sus prácticas, ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses. La mujer se refería así a la película Canción de Rusia producida en Hollywood en 1944, condenada por no mostrar "el miedo y el hambre" en la URSS y, por ello, no ser cierta.
Uno podría pensar que las palabras de Rand cayeron en suelo fértil. Durante los primeros años de Guerra Fría el Comité estaba muy preocupado de que la propaganda soviética estuviera en el corazón de la industria cinematográfica de EE UU.
Éxitos pro-soviéticos
Pocos años antes, durante la Segunda Guerra Mundial, la situación en Hollywood había sido completamente diferente. La URSS era un aliado destacado en la lucha común contra el nazismo y no se temía hacer un retrato positivo del país. En este contexto se realizaron varias películas que no se habrían visto antes y que nunca más volverían a verse.
Canción de Rusia es una de esas películas. Este éxito de taquilla narra la historia de un director de orquesta que va de gira por la URSS justo antes de que comience la guerra y se enamora de la guapa pianista soviética, llamada Nadia. En su gira por varias ciudades soviéticas ve a los alegres y satisfechos ciudadanos del país. La película cuenta con la participación de Michael Checkov, un actor ruso que vivió en EE UU y recibió buenas críticas tras su estreno.
Ucranianos pro-soviéticos se vuelven en antisoviéticos húngaros
Aunque esto no impidió que la película fuera tacaha de propaganda pro-soviética. Canción de Rusia no fue una excepción, el Comité de Actividades Antiestadounidenses condenó otras dos películas: La Estrella del Norte y Misión a Moscú.
La Estrella del Norte está dirigida por el oscarizado director Lewis Milestone, más conocido por el clásico antibélico Sin novedad en el frente y éxitos posteriores como Motín a bordo.
La estrella del norte era el nombre de una granja colectiva en la Ucrania soviética, que retrataba de manera positiva, y cuyos miembros se unieron en la lucha contra los nazis. “Los camaradas en este idílico lugar comunal se ven como personas libres que aman la libertad y toman una heroica postura contra la brutalidad nazi”, escribe irónicamente Scott O’Brien en un su libro Ann Harding – Cinema’s Gallant Lady.
La película recibió seis nominaciones a los Oscar y tuvo una vida posterior algo peculiar. Se reeditó y se reestrenó en 1957 con el título de Ataque blindado. En esta ocasión la historia se basaba en la intervención soviética en Hungría de 1956, por lo que acabó convirtiéndose en una narración antisoviética sobre la resistencia húngara.
La quinta columna, a juicio
Aunque la película más pro-soviética fue Misión a Moscú, de 1943. Se hizo por petición del presidente Franklin D. Roosevelt y estaba basada en un libro escrito por el embajador de EE UU en la URSS, Joseph E. Davies. De hecho el embajador es el protagonista. Se cuenta que Roosevelt se reunió con Davies durante la producción del largometraje.
La película comienza con el propio Davies afirmando que “ningún líder de ningún país ha sido tan malinterpretado como los líderes del gobierno soviético durante los críticos años entre las dos guerras mundiales”. Pero no queda ahí la cosa, sino que se dice que habría que darle importancia a los juicios contra los miembros de la élite del Partido Comunista durante los años 30, ya que los que fueron condenados habían confesado sus intentos por hacer sabotajes contra el gobierno soviético.
“Estoy inclinado a creer sus confesiones”, dice el protagonista. En su libro Davies iba incluso más allá y afirmaba que las purgas de Stalin sirvieron para eliminar a los “quintacolumnistas”, aquellos que trabajaban para Japón y Alemania. El Comité de Actividades Antiestadounidenses criticó la película y su guionista, Howard E. Koch, fue denunciado por comunista y estuvo en la lista negra de Hollywood, a pesar de haber obtenido una Oscar por Casablanca.
De Las tres chicas rusas a la Amenaza roja
Hubo también varias películas más en las que la URSS se retrataba de manera positiva. Las tres chicas rusas, El chico de Stalingrado (ambas de 1943) Días de gloria (el debut de Gregory Peck en 1944) y Contraataque (1945).
Sin embargo, tras la actuación del Comité de Actividades Antiestadounidenses los estudios de Hollywood respondieron con películas cuyos títulos son lo suficientemente elocuentes: La amenaza roja, Culpable de traición o Fui un comunista para el FBI.
Décadas después las "pifias" fueron en aumento. Aquí te mostramos errores de Hollywood que demuestran que necesitan asesores sobre Rusia.
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