Un milenial de Moscú, Iván, aparece de repente en un mundo de cuento de hadas, donde conoce a Vasilisa la Hermosa, Koshchéi el Inmortal y otros personajes del folclore eslavo. Las circunstancias lo obligarán a tomar partido en la batalla eterna entre el bien y el mal.
Esta es la trama de la película El Último Bogatyr que tomó por asalto los cines rusos, convirtiéndose en la película de producción nacional más importante en la taquilla rusa este año, recaudando 1.680 millones de rublos (28.8 millones de dólares). La película también ha alcanzado el cuarto lugar entre los 10 mejores éxitos de taquilla del año, superada únicamente por películas de Hollywood como los últimos Piratas del Caribe, The Fast and the Furious, y Guardianes de la Galaxia Vol. 2.
La película está coproducida por Disney y la compañía rusa Amarillo, Negro y Blanco, que ayudó a llevarla a alcanzar un nuevo nivel de realismo. Este es el segundo y más exitoso intento de Disney para internarse en el mercado cinematográfico ruso: en 2009 produjo la película El Libro de los Maestros, también basada en cuentos tradicionales rusos; que recaudó casi 11 millones de dólares en la taquilla.
Tras el boom soviético en películas basadas en el folclore ruso, hubo un largo período durante el cual varias películas basadas en cuentos tradicionales triunfaron en taquilla. También se produjeron decenas de historias de dibujos animados, dirigidas principalmente a audiencias más jóvenes, que fueron rápidamente olvidadas. Pero El Último Bogatyr puede tener una carrera más larga debido a su humor y lujosa producción. Además, no pretende ser un verdadero cuento de hadas.
La película tiene una calificación de 12+, por lo que no tiene que explicar qué es bueno y qué es malo, como deberían hacer las películas para niños. La película interpreta los personajes tradicionales eslavos de maneras nuevas y audaces: no son 100% buenas o malas; son personajes complicados con muchas cualidades diferentes.
Baba Yagá es presentada habitualmente como una vieja y fea bruja volando en una escoba y Koshchéi “El que no muere” también es viejo y feo, a pesar de que es un poderoso hechicero que constantemente intenta raptar princesas. En esta película aparecen como criaturas terribles, pero con unos mundos internos que ofrecen tanto humor como se puede encontrar en, por ejemplo Gru, mi villano favorito. Son cínicos e inteligentes y suelen aparecer en situaciones tontas, al igual que algunos personajes de cómic.
Iván, el último bogatyr, no es un héroe inquebrantable y valiente, sino un hombre amable y corriente que se hace selfies con Baba Yagá y Koshchéi.
Para los rusos, todos estos personajes del folclore son bien conocidos desde la infancia, por lo que verlos en circunstancias tan novedosas es una forma inteligente de capturar la imaginación de la audiencia. Los espectadores también se sienten halagados de que no solo los superhéroes de Marvel puedan ser geniales y atractivos, sino también los héroes del folclore ruso.
La película también cuenta con hermosos paisajes, los espléndidos interiores de los palacios de los zares y música rusa, como canciones de la ópera El Príncipe Ígor de Alexánder Borodín, y muchos chistes buenos. El director, Dmitri Diachenko, trabajó anteriormente en varias otras comedias rusas; una de las más exitosas fue la popular ‘road movie’ De qué hablan los hombres.
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