A Marte y más allá: comparando las películas soviéticas y estadounidenses de ciencia ficción

Cultura
ANNA SORÓKINA
A finales de la década de 1950, cuando comenzó la carrera espacial entre las dos superpotencias, el tema de los viajes espaciales y del futuro llegó a las mentes de los realizadores.

En los años 80 se adaptaron a la gran pantalla obras de autores de ciencia ficción como Alexander Beliáiev, los hermanos Strugatski o Kir Bulychov. Todavía hoy niños y adultos siguen viendo estas películas una y otra vez. Entre los años 60 y 80 en EE UU se rodaron numerosas películas sobre el espacio y la vida de las generaciones futuras. ¿Qué tipo de vida imaginaron los directores de aquella época para los ciudadanos soviéticos y estadounidenses? Hagamos una comparativa.

La Luna 

La gente en la URSS soñaba con los viajes espaciales mucho antes de que se hicieran realidad. Uno de los primeros largometrajes acerca del futuro fue la película muda Viaje cósmico (1935), que hablaba de una llegada a la Luna en el verano de 1946. El viaje estaría organizado por el Instituto Tsiolkovski de Comunicación Interplanetaria (el científico Tsiolkovski fue el asesor de la película). Los miembros de la primera expedición al satélite alunizaban en la parte oscura de la Luna, que tiene el terreno rocoso.

En esta historia a los protagonistas les falta oxígeno pero encuentran “restos helados de la atmósfera lunar” con la que son capaces de resolver el problema. Un gato blanco, que había sido un pasajero en un viaje experimental anterior, vuelve con ellos a casa.

En 1950 en EE UU se estrenó Con destino a la luna. Fue la primera película de ciencia ficción en color en ese país. El drama se desarrolla cuando en un intento de vuelta a la Tierra la tripulación se da cuenta de que el cohete es demasiado pesado para despegar.

La gran sorpresa (1964) es uno de los primeros largometrajes que muestra el conflicto de los humanos con los extraterrestres, concretamente con los 'seleniatas', habitantes de la Luna.

¿Se convirtió en realidad? Parcialmente. Los primeros humanos llegaron a la Luna en 1969 y en los tres años siguientes le siguieron doce astronautas estadounidenses. La última misión a nuestro satélite fue en diciembre de 1972 y al parecer no hay nadie viviendo por allí.

Exploración espacial

En la década de los 60 la carrera espacial entre la URSS y EE UU era el tema principal de las películas de ciencia ficción. Muchas veces los guiones se copiaban entre sí. En 1962 la URSS produjo El planeta de las tormentas, acerca de una expedición espacial soviético-estadounidense a Venus. La tripulación se veía obligada a aterrizar en ese planeta, atestado de horribles criaturas en forma de dinosaurio. A pesar de no ser un film muy popular en el país socialista, 28 países compraron los derechos de distribución. En 1965 en EE UU se produjo una copia reeditada titulada Viaje al planeta prehistórico.

Además de a Venus, los creadores de ciencia ficción mandaron a rusos y estadounidenses a Marte, Urano y otras galaxias inexploradas. La nebulosa de Andrómeda es una película soviética sobre el futuro lejano en la que una nave espacial se ve atrapada en el campo gravitacional de una estrella. En la nave se pueden ver algunos detalles curiosos, como una piscina con un trampolín.

En Solaris (1972) de Andréi Tarkovski y basada en una novela de Stanislaw Lem, se presenta una visión horrible del futuro. Se desarrolla en una estación espacial semidesértica, que estudia el planeta Solaris y su océano, capaz de materializar los deseos más íntimos a la vista de los demás. Los participantes en la expedición pierden la cabeza. En 2002 Steven Soderbergh rodó su versión de la historia.

¿Se convirtió en realidad? Por ahora, no. Tanto Roscosmos como la NASA y ESA (la Agencia Espacial Europea) tienen planes de realizar un viaje pilotado a Marte. En 2015 Rusia realizó un vuelo de imitación, el Mars-500. En EE UU varias compañías privadas, como Mars One, Space X, Inspiration Mars Foundation y Marspolar, están promoviendo sus iniciativas para un viaje a Marte.

Súper habilidades 

En el siglo XXII a nadie le sorprenderá la clonación. Aunque una persona capaz de mover objetos a distancia y de leer los pensamientos sí que causará sorpresa a más de uno. Por lo menos eso en lo que ocurre en el film soviético de dos partes Per Aspera Ad Astra (1980), en la que Kir Bulychov escribió el guión.

Niia, una joven encontrada en una maltrecha nave espacial, es capaz de leer la mente de los demás y también de moverse por el espacio sin oxígeno. Aunque no recuerda quién es ni de dónde es. Lo único de lo que se acuerda es de que tiene una misión: salvar el planeta Dess.

En Visitantes del futuro (1985) la protagonista es una adolescente llamada Alisa Selezníova del año 2084. Es capaz de leer la mente de las personas con ayuda de un dispositivo especial, el mielófono, que unos piratas espaciales tratan de robarle. En 1992 se hizo en Australia una serie de televisión con una historia similar, La chica del mañana.  

¿Se convirtió en realidad? No. Los casos de telequinesis y de lectura de mente son todavía un tema más cerca de la ciencia ficción que de la realidad.

Robot y androides 

El uso de la robótica y la inteligencia artificial es un tema de moda hoy en día. Sin embargo, muchos robots han tenido una tendencia a no ser amistosos con sus amos humanos. 

En la aventura cinematográfica infantil, Moscú-Cassiopeia (1974), unos cosmonautas adolescentes se encuentran un planeta habitado por robots con inteligencia artificial. Los robots se han dado cuenta de que las emociones humanas impiden la evolución de la civilización y con la ayuda de procedimientos especiales privan a todas las personas del planeta de sus emociones. Como resultado, los humanos dejan de reproducirse y casi desaparece. Algunos de los supervivientes envían señales a la Tierra, que son captadas por escolares soviéticos.

En Invitado del Futuro (1985) el colegial soviético Kolya Gerasimov se encuentra en 2084 con el robot Werther, que administrador del Instituto del Tiempo. Werther ayuda a Kolya a ver el futuro, visitar un cosmódromo y regresar a su época.

Mientras tanto, los espectadores estadounidenses vieron Terminator (1984) sobre un robot un tanto diferente a lo normalmente mostrado en la gran pantalla: un cyborg mitad robot-mitad humano que llega a 1984 a partir de 2029. ¿Su misión? Matar a Sara Connor, cuyo hijo nonato ganará en el futuro la guerra entre el hombre y las máquinas. En la secuela de 1991 el robot cambia y se convierte en bondadoso. Incluso sabe sonreír. 

¿Se convirtió en realidad? Parcialmente. En marzo de 2017 robot-androides entregaron a las mujeres de Moscú flores, leyeron poesía y les hicieron cumplidos. Otro robot ruso, REDOR volará al espacio en 2021. En Japón, los robots ya trabajan como presentadores en exposiciones y como recepcionistas en hoteles. Muchos países, entre ellos la Federación Rusa, están desarrollando robots de combate.

Gadgets

El uso extensivo de la comunicación con uso de video se predice prácticamente en todas las películas soviéticas y americanas de la ciencia ficción. Los que podrían haber sido prototipos de Skype y Facetime fueron mostrados en La nebulosa de Andrómeda (1967), La llamada de los cielos (1959), 2001: Una odisea del espacio (1968), y muchos otros. 

A mediados del siglo XX las computadoras eran máquinas engorrosas y se usaban sólo en espacios de trabajo. Sin embargo, en algunas películas de ciencia ficción podemos ver computadoras personales, que en aquel momento eran inconcebibles. En la mesa del protagonista de La Nebulosa de Andromeda (1967), vemos dos dispositivos sin cable y algo que se parece mucho al portátil moderno.

En esa película también podemos encontrar un hallazgo muy interesante - un audio-diario vuelo que aparece como un micrófono giratorio en forma de anillo.

En Per Aspera Ad Astra (1980) se puede ver otro aparato fascinante: un reloj inteligente que sirve como comunicador. Hoy, algo así no sorprenderá a nadie. Por no mencionar al siglo 23.

A diferencia de la URSS, EE UU soñaban con aparatos de televisión domésticos La película de 1949, The House of Tomorrow, mostraba una televisión con tres pantallas personales: para amas de casa, para niños y para hombres de negocios. Mientras tanto, los creadores de Regreso al Futuro 2 (1989) creían que para el año 2015 la gente no sólo podría ver varios canales de televisión en una pantalla, sino también ver películas con la ayuda de gafas de visión virtual. Y también, la película protagonizada por Michael J. Fox predijo el fenómeno de las películas en 3D.

¿Se convirtió en realidad? Totalmente. Hoy en día todo el mundo cena mirando un la televisión o su smartphone. Pronto, las Google Glass se integrarán en los teléfonos inteligentes.

Transporte urbano

Al hacer películas sobre el futuro, los guionistas y directores han tomado en cuenta cuidadosamente el entorno que rodea a los protagonistas. Así, en el futuro de celuloide hemos vivimos en ciudades llenas de rascacielos, cruces complejos de carreteras y automóviles voladores.

En 1935, los ciudadanos soviéticos vieron a un monorraíl circular en una película futurista.

La película soviética Planeta Bur (1962) muestra un coche con un motor antigravitacional, algo parecido que se puede ver en películas norteamericanas posteriores como Star Wars y la saga de Regreso al Futuro.

Los guionistas americanos también imaginaron que un día los protagonistas deberían usar coches sin conductor. Recuerde por ejemplo cómo en Desafío Total (1990) Arnold Schwarzenegger trataba de explicar al robot taxista a dónde ir.

¿Se convirtió en realidad? Poco le falta. Muchas ciudades tienen carreteras de varios niveles. El monorraíl funciona en muchas ciudades alrededor del mundo, incluyendo alguno sin conductor. Además, los primeros coches sin conductor están siendo probados por empresas rusas y extranjeras.

Ahora sólo tenemos que esperar y ver cuando los coches empezarán a volar. Entonces, la gente definitivamente podrá olvidarse de los atascos de tráfico. Al menos en tierra firme.

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