Unos científicos de la península septentrional de Yamal, situada al oeste de Siberia, afirman que esta comida ayudará a reponer fuerzas después de un prolongado ejercicio. A diferencia de la comida rápida habitual, esta no contiene aditivos nocivos, conservantes, transgénicos ni soja. Por otro lado, ayudará a resolver los problemas demográficos.
Esta nueva comida rápida consiste en porciones de pan tostado preparado a base de esfango (musgo de turba) y sin levadura, acompañado de una bolsa con una salsa de liquen de los renos. Para prepararla se añade agua caliente y en tres minutos está lista.
El esfango y el liquen de los renos están muy extendidos en Canadá, Finlandia, Suecia, Noruega y Alaska, es decir, prácticamente en toda la zona noroccidental de Europa. En Rusia, la franja con más abundancia de esfango está ocupada por Yamal, Janti-Mansisk, la frontera de Tomsk y el norte de las regiones de Omsk y Sverdlovsk.
El resultado es un plato abundante con propiedades curativas: el liquen de los renos es un antibiótico natural y se utiliza para tratar la tuberculosis, mientras que el esfango sirve para tratar el asma y otras dolencias.
Comida rápida a ras de tierra
Inicialmente, se pensaba emplear esta comida para ayudar a resolver los problemas de alimentación existentes en la península. Yamal, cuyo nombre se podría traducir como ‘donde acaba la tierra’ y se caracteriza por tener un clima ártico extremo. Está habitada por los pequeños pueblos del norte: los mansí, los nénets, los jantí y los selkup. La población indígena cada vez recurre más a la comida que se vende en las tiendas, lo que ha llevado a los criadores de renos a desarrollar alergias y enfermedades gastrointestinales.
“¿Por qué hemos decidido crear un producto saludable preparado a base de esfango?”, dice el vicedirector del Centro de investigación y doctor en medicina Andréi Lobanov. “Ante todo nos interesaban sus propiedades curativas; en su paso por los intestinos, el esfango absorbe como una esponja las sustancias tóxicas y alérgenas y las expulsa del organismo”.
Los investigadores reconocen que, cuando se embarcaron en la creación de un producto a base de liquen y musgo, no podían imaginar que este fuera a interesar a alguien de fuera de Yamal. Pero resulta que los habitantes de las grandes ciudades, ya estén en la India o en China, experimentan los mismos problemas de alimentación.
“La comida rápida genera además otro gran problema de naturaleza demográfica”, continúa Andréi Lobanov. “Actualmente, la mayoría de los productos de comida rápida —ya sean de carne, masa, repostería, etc.— llevan soja en calidad de relleno”.
Antiguamente, las japonesas ponían soja en la comida de los hombres para frenar su apetito sexual. Este producto favorece la producción de estrógenos, es decir, que aumenta el número de hormonas femeninas en el organismo. Esto provoca que, al cabo de un tiempo, los hombres sufran una atrofia del epitelio —el cual es necesario para la formación de espermatozoides— y desarrollen patologías endocrinas graves.
“Desgraciadamente, ya hay una generación entera que ha crecido bajo la influencia de estos productos. Si no se frena esta tendencia, pronto la población dejará de reproducirse. Cada vez se ve con más frecuencia un nuevo tipo de hombre con pecho de mujer, la cara hinchada y los ojos apagados; así como mujeres con el ciclo menstrual irregular, una actividad emocional caótica, la figura deformada, turgentes músculos deltoides y anchas de hombros. La cuestión sobre la búsqueda de un sustituto de la soja es inevitable. Nosotros hemos creado un relleno universal a base de esfango”, explica Andréi.
El postre
Entre los productos de alimentación más novedosos del centro de investigación de Yamal no solo está este plato de comida rápida, sino que también cuentan con caramelos, gominolas de frutos del bosque de la zona y musgo, chocolate de liquen de los renos, pan de la tundra —con un 60 % de esfango— e incluso una bebida elaborada con el fruto del empetrum, corteza de abedul y alcohol que se obtiene a partir del esfango. El fruto del empetrum es un estimulante que no sube la tensión, pero aumenta la capacidad de recuperación después del ejercicio físico.
Según los investigadores, no solo los oriundos de la tundra podrán incluir en su dieta una ración de este producto, también los ‘oficinistas’ podrán consumirlo para reducir los inconvenientes del trabajo sedentario y el estrés.
¿Se podrá ganar dinero con los productos ecológicos del Ártico?
Se supone que sí.
Es probable que el precio de coste sea inferior que el de otros productos tradicionales. De momento es pronto para hablar del precio de mercado: se trata de un mercado aún por conocer, pues no existen análogos en todo el mundo.
Mientras tanto, no dejan de llegar solicitudes de información para conocer el método de producción. En general, por extraño que parezca, Indochina ha sido quien más se ha interesado en el modo de obtención de estos productos basados en musgo.
Hasta finales de 2014, los investigadores de Yamal planean lanzar una pequeña cantidad de prueba. Los creadores de estos ecoproductos quieren que la base de toda esta tecnología, el sustrato, solo se produzca en Yamal, mientras que los productos finales como el pan o los caramelos pueden fabricarse en cualquier parte donde haya demanda, hasta en la misma China.
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