En el mundo de las artes culinarias, hay ciertos platos que trascienden el tiempo y que evolucionan con las culturas a las que pertenecen. El vekoshnik, el equivalente ruso antiguo de la pizza italiana, es precisamente uno de esos platos.
Según una versión, el nombre vekoshnik tiene su origen en el recipiente metálico en el que se horneaba tradicionalmente, llamado veko ("párpado" en español, debido a su forma ovalada). El "párpado" en cuestión era un antiguo plato redondo u ovalado con bordes bajos, utilizado principalmente para cocinar.
Según otra versión, este pastel debe su nombre a la palabra vekosh, o vetosh, que se utilizaba para designar lo que quedaba; en nuestro caso, son los restos de la comida. El vekoshnik se cocinaba para aprovechar las sobras de pescado, carne y otros platos abundantes después de un banquete. Las amas de casa extendían la gruesa masa, la colocaban en aceite, estiraban los bordes y la cubrían con restos de comida, junto con diversos ingredientes adicionales como cebollas, pepinos en vinagre, setas saladas, huevos cocidos y mucho más.
En los casos en que los restos de comida eran menos atractivos visualmente, se utilizaba un método de preparación diferente. Los ingredientes se extendían uniformemente sobre la mitad de la masa, luego se doblaba la segunda mitad y se pellizcaban los bordes, dando como resultado un vekoshnik cerrado, que es algo parecido a lo que los italianos llaman calzone.
Uno de los aspectos más llamativos del pastel ruso es su versatilidad en cuanto a ingredientes. No hay normas estrictas sobre lo que se puede o no se puede poner. Se pueden encontrar variaciones que incluyen vekoshnik de centeno con guisantes o vekoshnik de trigo con fideos.
Como ya se ha dicho, el vekoshnik se servía originalmente como una forma frugal de reutilizar las sobras. No fue hasta el periodo postsoviético cuando se convirtió en un plato independiente. Hoy en día, el vekoshnik se sirve en restaurantes especializados de cocina rusa, y se presenta en diversas formas, como ovalado, redondo y cuadrado. Suelen rellenarse con una deliciosa variedad de ingredientes, como carne, salchichas, pescado, gachas de avena, pepinillos, chucrut y huevos, y se rocían generosamente con nata agria. Para la receta de hoy he elegido trigo sarraceno con carne y pepinillos. ¡Vamos a cocinarla juntos!
Ingredientes para 2 tartas (de unos 20 cm de diámetro cada una):
Masa:
- 250-280 g harina de trigo
- 100 ml de agua tibia
- 100 g nata agria
- 1 huevo
- 20 ml de aceite vegetal
- 4 g levadura seca
- 25 g de azúcar
- 2 g de sal
Relleno:
- 250 g de carne (ternera, pollo o cerdo)
- 150 g de cebolla: 150 g
- 150 g de alforfón cocido
- 100 g de encurtidos
- 40 g de nata agria
- Aceite vegetal (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Empecemos preparando la masa. Tamiza la harina de trigo en un bol para mezclar.
En un recipiente aparte, disolver la levadura y 10 g de azúcar en agua tibia. Dejar reposar durante 15 minutos hasta que se vuelva espumosa.
En otro recipiente, mezclar el huevo con la sal y el azúcar restante. A continuación, añadir la nata agria y batir hasta obtener una mezcla homogénea.
Combina la mezcla de huevo y nata agria con la mezcla de levadura y agua, y añade la mitad del aceite vegetal a la harina tamizada.
Empezar a amasar. Estará blanda y pegajosa, así que amásala durante un rato utilizando una rasqueta. Al final, la masa debería dejar de pegarse a las manos y a la superficie de trabajo.
Coloca la masa amasada en un bol engrasado con aceite vegetal y tápalo. Déjala levar en un lugar cálido hasta que aumente su tamaño entre 2,5 y 3 veces.
Preparar el relleno, mientras la masa sube. Cortar las cebollas en plumas grandes y freírlas hasta que estén doradas.
Cortar los pepinillos en tiras y cocerlos brevemente en una cacerola con un poco de agua hirviendo durante unos 10-12 minutos, después escurrirlos en un colador.
Corta la carne en tiras finas. Si lo prefieres, puedes freírla brevemente. Mezcla todos los ingredientes del relleno, incluida la nata agria.
Precalentar el horno a 220°C. Una vez que la masa haya subido, amásala de nuevo, divídela en 2 partes iguales y coloca la primera parte en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Untarse las manos con aceite vegetal y estirar suavemente la masa dándole forma circular u ovalada. Crea pequeños bordes alrededor de la masa.
Extiende el relleno preparado de manera uniforme sobre la masa.
Introducir la torta en el horno precalentado y hornear hasta que esté dorada y totalmente cocida. Normalmente, tarda entre 12 y 18 minutos en hornearse.
Una vez horneada, sácala del horno y deja que se enfríe un poco. Córtala en porciones y sirve el vekoshnik casero. ¡Que aproveche!
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