No es ningún secreto que a los rusos les encantan las sopas y que, literalmente, no pueden pasar un día sin ellas. La sopa de setas, con su sabor único a bosque, es ideal para las tardes de invierno, pero también para un caluroso día de verano, cuando no apetece comer nada demasiado pesado.
Pelar las zanahorias y las cebollas y picarlas finamente.
Pelar las patatas y cortarlas en trozos grandes.
Enjuagar los rebozuelos.
Echar un poco de aceite vegetal en una sartén, calentarlo, añadir las zanahorias y las cebollas y freír durante 1 minuto.
Añadir las setas, rehogar un minuto más y verter el agua (unos 2,5 litros). Mezclar todo y llevar a ebullición.
Añadir las patatas y el arroz lavado, sazonar con sal y cocer de 15 a 20 minutos.
Servir con nata agria y perejil. ¡Priatnogo appetita!
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