Estaba segura de que “Nochka” (Nochecita) era una receta familiar hasta que la compartí con Instagram. Resultó que este pastel era muy popular entre mis amigos de Moscú. ¿Por qué? Todos los ingredientes son muy fáciles de medir con una taza; se usan ingredientes simples y es delicioso.
De hecho, hay un pastel de chocolate con el mismo nombre en los libros de cocina soviéticos, pero se basa en las sobras de otros bizcochos con una crema bastante grasa, la llamada Charlotte, y tiene poco que ver con la receta de mi familia.
De mi madre, aprendí que nuestro pastel Nochka estaba muy de moda a principios de los 90. Durante la perestroika era todo un reto comprar pasteles en los supermercados. Las amas de casa tenían que crear postres usando ingredientes disponibles y baratos. La mermelada casera y el kéfir son los principales ingredientes de Nochka, y estos siempre se encuentran en la casa de las abuelas rusas. Añade huevos, harina, azúcar y crema agria y ya tienes un maravilloso pastel. Cada vez que visitaba a mis abuelos sabía lo que iba a tomar con el té.
La razón por la que este pastel se llama Nochka se explica por su color oscuro. La mayoría de las veces la mermelada se hacía de grosella negra, lo que le da su color al bizcocho. Suelo añadir un poco de cacao para enfatizar esto y enriquecer el sabor.
Mi abuela solía hacer Nochka de una manera sencilla, con una sola capa y la decoraba con crema agria en la parte superior, lo que yo pensaba que era la luz de la luna. Decidí desarrollar el tema “nocturno” y usé mitades de melocotones enlatados como decoración para mostrar la luna misma, lo que fue una buena idea para impresionar a mis hijos.
Por cierto, las mitades de melocotón en lata eran las pocas frutas disponibles durante todo el año. Se usaban como ingrediente secreto, es decir, como jarabe para remojar el pastel, como relleno y como decoración.
Al hacer la tarta Nochka, me gusta añadir una cáscara de naranja a la crema, y puedes experimentar más añadiendo nueces u otras frutas en ella.
Ingredientes:
Base de 18 cm
Bizcocho:
- 200 g de kéfir (1 taza)
- 250 g de mermelada (1 taza)
- 280 g de harina (2 tazas)
- 85 g azúcar (media taza)
- 2 huevos
- Media cucharadita de bicarbonato
- Media cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cacao
- Extracto de vainilla
Crema:
- 400 g de crema agria (30%)
- 50 g de azúcar glas
- 20 g de cáscara de naranja (opcional)
Sirope:
- Almíbar de la lata de los melocotones
- 2 cucharadas de coñac (opcional)
Elaboración:
Empieza preparando la crema para el pastel. Mezcla la crema agria y el azúcar glas. Colócalo en una manga en polvo. Mételo en una manga pastelera.
Pon la mezcla de crema agria en la bolsa y déjala en la nevera durante todo el tiempo de elaboración.
Añade el bicarbonato al kéfir en un recipiente profundo. Habrá una reacción que hará que suba. La masa burbujeará y doblará su tamaño.
Cubre los huevos con azúcar hasta que la masa se duplique y se vuelva blanca.
Añade el kéfir, la harina, la sal, el cacao, el extracto de vainilla y mézclalo de nuevo con una batidora.
Coloca papel de horno en el fondo. Deje las paredes lisas porque la masa subirá un poco, pegándose a ellas.
Hornea el pastel durante una hora. El pastel subirá y se romperá por arriba.
Déjalo enfriar durante 30 minutos. Cubre el pastel con un plástico y déjalo así hasta que se enfríe completamente.
Corta la parte superior para obtener un bizcocho plana.
Corta el bizcocho en dos capas.
Remoje cada una en el sirope de melocotón y coñac.
Aplica la crema uniformemente en la primera capa.
La parte superior de la tarta se puede decorar con la crema, los melocotones y las nueces. Se recomienda guardarlo en la nevera durante un tiempo, pero se puede probar inmediatamente.
¡Que aproveche!
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