¡Sabemos qué deliciosas recetas con rebozuelos vas a probar este verano!

Cocina
MARÍA AFÓNINA
No, la chantarela no es una nueva película de Disney, sino un tipo de hongo y el único que no se agusana. Su esponjoso organismo expulsa posibles huéspedes indeseados. ¡Prepárate para cocinarla para la cena!

La temporada de los rebozuelos comienza después del solsticio de verano, y la primera cosecha importante es recogida después del 12 de julio, el día de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Según una leyenda, los rebozuelos brotaron de las migajas doradas del pan que fue ofrecido a Pedro en una ocasión. Desde entonces, el número de platos hechos con rebozuelos ha aumentado constantemente. Aquí están los más deliciosos y famosos.

1. Papas frita con rebozuelos

La mera mención de este plato despierta ya el apetito. La papa frita es un plato casero que no está realmente destinado a ser ofrecido a invitados, lo que hace posible que te vuelvas loco añadiéndoles cebolla, ajo y verduras frescas.

Forma de preparación: Pelar y cortar en trozos grandes las patatas, las cebollas y los rebozuelos (100 g de setas por 200 g de papas) y pasar un diente de ajo por una prensa. Mezclar todos los ingredientes, salpimentar y freír en mantequilla. Espolvorear con perejil finamente picado. Servir con smetana (crema agria).

2. Pasteles de rebozuelo

Los pasteles rellenos de rebozuelos, pequeños o grandes, siempre desaparecen a los pocos minutos de ser servidos.

Forma de preparación: Enjuagar los rebozuelos (500 g) y cortar los más grandes. Freír en mantequilla cebolla finamente picada con los hongos, durante 15 minutos. Agrega sal y smetana (2 cucharadas), revuelve y retira del fuego.

Prepara masa fermentada con 1/3 de taza de leche tibia, cinco cucharadas de harina, levadura (25 g) y azúcar (una cucharada). Pon el cuenco con la masa en un recipiente caliente con agua, cúbrelo con un paño de cocina y espera hasta que quede espumoso. Tamiza la harina (450 g) en un recipiente, haz un hueco en el centro, vierte dos yemas de huevo y 250 ml de leche mientras revuelves, añade sal y la masa. Mezcla todo. Derrite 25 g de mantequilla y añade a la masa. Amasa la masa, colócala en un bol, cúbrela y déjala en un lugar caliente durante dos horas. Separa la masa en trozos, extiéndela a lo largo y déjala subir. Añade el relleno y dobla los bordes. Coloca las tartas en una bandeja espolvoreada con harina y déjalas subir más. Unta con la yema por encima y hornea durante 30 minutos a 180ºC.

3. Julienne’ con rebozuelos

Este bocado caliente de espíritu francés se puede encontrar en casi todos los teatros de Rusia durante el descanso, pero no hay que esperar a la temporada de artes escénicas para disfrutar de esta delicia.

Forma de preparación: Pica 20 g de cebolla y 100 g de rebozuelos, pasa 5 g de ajo por una prensa y fríe en mantequilla en una sartén. Añade 50 g de nata, una pizca de sal, más pimienta y eneldo picado finamente, luego guisa durante un minuto. Pon todos los ingredientes en un molde especial para juliennes, espolvorea con 50 g de queso rallado y hornea durante tres minutos a 20°C.

4. Sopa de rebozuelos

En Rusia, siempre hay sopa en el menú. Cuando llega el verano y el otoño, la sopa de setas, con su aroma único a bosque, es una de las favoritas.

Forma de preparación: Pela zanahorias y cebollas y pícalas finamente. Pela 400 g de patatas y córtalas en trozos grandes. Enjuaga 300 g de rebozuelos. Pon aceite vegetal en una sartén, calienta, coloca las zanahorias y las cebollas y fríelas durante un minuto. Añade los champiñones, fríe todo durante un minuto más y vierte un poco de agua. Mezcla todo y lleva a ebullición. Añade papas y dos cucharadas arroz enjuagado, sal y cocina por 15 minutos. Sirve con smetana y perejil.

5. Ragú de chantarela

Este guiso se cocinaba en los tradicionales fogones rusos. Ahora han desaparecido, pero el amor de la gente por el ragú y por los platos de cuchara sigue siendo tan fuerte como siempre.

Forma de preparación: Pela zanahorias y cebollas, luego córtalas y fríelas. Lava 200 g de rebozuelos y añade a las verduras, sal y pimienta. Por separado, corta y fríe pimiento y tomate. Pela dos patatas y pícalas finamente. Pon todas las verduras en una olla, añade sal y hornea durante 40 minutos a 200°C.

6. Gachas de avena de alforfón con rebozuelos

Los hongos combinan bien con la avena de alforfón, pero los rebozuelos le añaden algo más que sabor gracias a su característico color castaño.

Forma de preparación: Hierve el trigo sarraceno en agua salada, agrega mantequilla y mezcla. Fríe los rebozuelos en una sartén honda con cebolla picada y sal. Agrega el trigo sarraceno a los hongos y las cebollas, mezcla y pon un poco más de sal. Cocina durante otros diez minutos.

7. ‘Pelmeni’ con rebozuelos

Sería extraño que los rusos no rellenaran los pelmeni (bolas de masa rellena) con hongos. En Udmurtia (1.200 km al este de Moscú), este plato tradicional es conocido en la jerga local como gubien pelniani.

Forma de preparación: En una taza de harina, añade una pizca de sal, una cucharada de aceite vegetal y dos huevos. Amasa la masa, envuélvela en papel de aluminio y déjala reposar en la nevera durante una hora. Durante este tiempo, corta 200 g de rebozuelos, ponles sal y fríelos con cebolla picada en mantequilla. Hierve dos patatas y hazlas puré. Mezcla con los hongos, añade sal y un huevo.

Extiende la masa, córtala en pequeños círculos, coloca el relleno en el centro de cada uno de los pelmeni que vayas a hacer y cierra los bordes. Cocínalos en agua salada durante siete minutos. Sírvelos con mantequilla y smetana.

8. Rebozuelos en escabeche

Esta receta es ideal si quieres disfrutar del sabor de los rebozuelos en una acogedora noche de invierno.

Forma de preparación: Lava 500 g de rebozuelos y hiérvelos en agua salada durante 30 minutos. Escúrrelos y mételos en un frasco esterilizado. En otra sartén, hierve una cebolla finamente picada y tres dientes ajo con las especias (pimienta, clavo aromático, cilantro), y añade azúcar y la sal. Hirviendo a fuego lento, agrega una cucharada de vinagre, hierve por otro minuto, y vierte la marinada lista en el frasco con los rebozuelos. Lo único que te quedará por hacer es cerrar bien el frasco y guardarlo en la nevera hasta la hora de comerlos, cuando sea.

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