Varéniki, pasteles y mermeladas… hay docenas de recetas rusas con cerezas. Estaba convencida de que conocía y había probado todos los platos tradicionales de cerezas, hasta que me encontré con la receta de la “Cabaña del monasterio”, que resultó ser una de las tartas más originales jamás hechas con cereza.
La historia de su origen es bastante vaga, pero de lo único que estoy segura es de que vino de cualquier lugar menos de la cocina de un monasterio. Hay muchos ingredientes de “ricos” en el pastel, como la mantequilla, la crema agria, el azúcar y el chocolate, que chocan frontalmente con el ascetismo monástico. Sin embargo, muchas personas lo llaman “Cabaña del monasterio” por varias razones. Su inusual forma de pirámide realmente se asemeja a una casa de troncos tradicional. Además, algunos creen que inicialmente, en lugar de relleno de cereza, utilizaron ciruelas pasas que simbolizan a los monjes y a su monasterio.
De todos modos, el pastel se hizo muy popular en las mesas de las familias rusas, no solo por su delicioso sabor, sino también por su forma. La Cabaña del monasterio tiene un aspecto impresionante porque no está hecha con las capas tradicionales, sino con los llamados “tubos” pasteleros, que están rellenos de cerezas. La pasta de masa quebrada también es original: uno de los ingredientes principales es la crema agria, que hace que la masa crujiente básica sea más tierna. Otro ingrediente estrella es la tradicional crema agridulce rusa, a base de crema agria, que también se puede encontrar en platos dulces soviéticos y rusos como medovik (pastel de miel) y smetánnik (pastel de crema agria). El único inconveniente de esta tarta es la gran cantidad de tiempo que se necesita para su elaboración. Pueden llegar a ser varias horas, pero el resultado merece la pena.
Ingredientes para la masa:
- 130 g de mantequilla
- 350 g de harina común
- 130 g de nata agria
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de levadura
- una pizca de sal
Ingredientes para la crema:
- 300 g de nata ácida
- 150g de crema espesa
- azúcar en polvo
Ingredientes para el relleno:
- 500 g de cereza
- 50g de chocolate negro para decorar
Elaboración:
1. Para la masa quebrada: revuelve la mantequilla ablandada con la crema agria en un tazón grande hasta que esté suave. Agrega azúcar y vuelve a mezclar con un batidor de mano.
2. Añadir la harina tamizada, el polvo de hornear y una pizca de sal, amasar la masa con una espátula y luego con las manos.
3. Hay que conseguir una masa espesa pero fina que no se pegue a las manos. Hacer una bola con la masa y dejarla enfriar en la nevera durante una hora aproximadamente.
4. Mientras tanto, preparar el relleno: retirar los huesos de las cerezas y reservar. Si utilizas cerezas descongeladas, asegúrate de escurrirlas ligeramente en el colador para eliminar el exceso de jugo.
5. Ahora, volvamos a la masa. Hay que dividirla en 15 trozos redondos iguales.
6. Toma una pieza cada vez y enrolla cada una de ellas de modo que obtengas una especie de rectángulo de unos 20 cm de largo y 8 cm de ancho. Pon 8-10 cerezas en una sola línea justo en el centro de la tira.
7. Pellizca con cuidado los lados de la masa para cerrar el relleno. Repite con el resto de las bolitas de masa y asegúrate de que todos los tubos tengan el mismo tamaño y longitud.
8. Ahora coloca los tubos con la costura hacia arriba en una bandeja para hornear cubierta con una hoja de papel para hornear.
9. Hornea a 180°C durante 20-25 minutos hasta que se doren ligeramente por encima. Está bien si el relleno de cereza “sangra” ligeramente mientras se hornea. Los tubos deben enfriarse completamente.
10. Para hacer la crema, bate la crema agria y la crema espesa, y la cantidad de azúcar en polvo que desees.
11. Ahora llega la parte más complicada: montar el pastel. En un plato grande, coloca los primeros cinco tubos y cubre generosamente con la crema. Coloca los siguientes cuatro tubos encima y vuelve a cubrirlos con crema. Luego, tres tubos y crema; dos tubos y crema; y finalmente coloca el último tubo encima y cubre todo el pastel con crema.
12. Envuelve suavemente todos los lados de tu dulce 'cabaña' con film de plástico y déjalo en el refrigerador durante al menos cinco horas o mejor, durante la noche.
13. A la mañana siguiente, retira con cuidado el envoltorio de plástico del pastel y decóralo con chocolate negro picado o molido. Prepara una taza de café y disfruta de un buen pedazo de tu obra maestra de cereza dulce. Priyátnogo appetita!
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