Se dice que los rusos desarraigados de su tierra natal anhelan, sobre todo, la visión de los bosques de abedules que se extienden en el horizonte, sin aparente fin. Pero no sólo porque el abedul es un árbol que se puede abrazar. Su savia puede ser extraída y consumida. ¿Pensabas que el plato ruso más extraño era el jolodéts? Hay que ser realista.
El jugo de abedul se hizo popular en la URSS en los años de la posguerra, cuando escaseaban los alimentos nutritivos. Esta savia era barata y fácil de obtener, y por supuesto abundante. Y sus beneficios estaban fuera de toda duda: está repleto de vitaminas B6 y B12, excelentes para la piel y tener un cabello brillante, y también es un excelente calmante de la sed.
“La savia de abedul tiene un sabor muy especial, pero me gusta”, dice Semión, vecino de Moscú. “Es un poco dulce, pero tienes que probarla tú mismo para entender qué es exactamente”, dice su colega Alexéi, admitiendo que le gusta dar a probar esta curiosa bebida a los extranjeros.
Aunque muy popular en la época soviética, el jugo de abedul fue pronto explotado por las compañías de bebidas gaseosas modernas.
“A principios de la década de 1980, había escasez de Buratino (limonada soviética). De todos los jugos que se vendían en las tiendas, fue la savia de abedul la que más se parecía a esta amada limonada para probablemente todos los niños de la escuela”, recuerda Oleg.
La legislación rusa permite la recolección de “recursos forestales comestibles” para uso propio. Esta categoría incluye a las bayas, hongos, nueces y la savia de abedul. Debe recolectarse sólo en primavera y únicamente en zonas ecológicamente limpias, ya que en el árbol pueden acumularse sustancias nocivas.
La temporada de recolección va desde finales de marzo hasta mediados de abril, cuando la nieve se derrite y aparecen los primeros brotes.
Extraer la savia de un árbol joven lo mataría, así que esto no se hace. Los expertos dicen que cuanto más viejo es un abedul, más dulce es el jugo. Un árbol pequeño da unos tres litros de savia, y uno grande 5-7.
Se corta una muesca en la corteza de abedul y se inserta un canal metálico en el orificio para que el jugo fluya hacia un recipiente colector. No uses un hacha. La forma más “humana” es hacer un pequeño agujero en el árbol. Cuanto más pequeña sea la incisión, más rápido se recuperará el árbol después de la “cirugía”. Los cazadores de savia experimentados consideran que el mejor momento para coleccionar es entre el mediodía hasta el atardecer. Después de la extracción, la incisión debe ser untada con arcilla, cera o musgo.
La savia no dura fresca más de un par de días. Se puede usar para hacer kvas, sopa okroshka o jarabe.
La savia de abedul también se utiliza en fórmulas cosméticas. Lavar o frotar la cara con agua de abedul congelada tonifica y rejuvenece la piel. Y enjuagarse el cabello con savia de abedul hace que crezca mejor y sea más fácil mantenerlo limpio.
Si tienes la intención de vagar por el bosque en busca de uno de estos árboles, pero quieres saber a qué sabe el jugo de abedul, entonces visita cualquier supermercado ruso grande.
Alexéi advierte que casi todo el jugo que se vende en las tiendas es pasteurizado y viene con aditivos, pero es totalmente seguro para beberlo. Sin embargo, no se compara con el fresco, admite Román: “Las cosas que se venden en botellas hoy en día no son de verdad. Está muy lejos de una taza de savia de abedul recién sacada del árbol, ¡eso es hacer un viaje directo a la infancia!”.
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