Así se preparan las galletas de mantequilla de Suvórov (sí, es el nombre de un héroe ruso)

Victoria Drey
Esta puede ser la receta de galletas más fácil que hayas probado, pero es mejor si tienes a un hombre a tu lado durante el proceso de preparación.

El libro de cocina soviético de mi abuela es un verdadero cofre del tesoro lleno de nostálgicos pasteles de la URSS. Cuando pasé al capítulo con recetas hechas a base de mantequilla, una llamó inmediatamente mi atención: galletas de Suvórov (o Suvórovskie).

Alexánder Suvórov (1730-1800) fue uno de los más grandes líderes militares de Rusia, permaneciendo invicto toda su carrera. Su nombre sigue siendo una fuente de orgullo en la historia militar rusa. Pero ¿qué podría tener en común con unas galletas?

Nadie sabe con seguridad cuándo y a quién se le ocurrió por primera vez la receta de las galletas de Suvórov, pero hay una hermosa leyenda sobre su origen que se hizo popular gracias al destacado historiador culinario ruso, William Pojliobkin. La leyenda cuenta que los pasteleros franceses se sintieron tan inspirados por la personalidad de Suvórov que crearon una receta con cierta cadencia militar: ¡100, 200, 300! ¡Mezcla, amasa, forma, hornea! Básicamente, con esto hicieron que fuera fácil recordar los números redondos de los ingredientes: 100 g de azúcar, 200 g de mantequilla y 300 g de harina. Luego, simplemente mezclando, se les ocurrió la clásica masa de mantequilla.

Otra característica de las galletas de Suvórov es que debes tener manos muy fuertes y masculinas para hacer la masa de manera firme. Su consistencia es similar a la de la arena, por lo que hay que hacer un gran esfuerzo para que la masa quede lisa, ya que de lo contrario podría romperse.

Sea como fuere, los confiteros soviéticos se tomaban muy en serio las galletas de Suvórov e incluso desarrollaron una receta oficial del Estándar Estatal (GOST) que se puede seguir para hacer las auténticas galletas de mantequilla de Suvórov. La receta soviética difiere ligeramente de la versión de Pojliobkin: tiene proporciones redondas, pero contiene casi los mismos ingredientes y requiere el mismo proceso de preparación.

La receta es muy simple, y sólo tardarás 20 minutos en hacer estas galletas que combinan a la perfección con una taza de té. También hay consejos y trucos de cómo hacerlas incluso sin necesidad de recurrir a unas fuertes manos masculinas.

Ingredientes

Para la masa:

  • 300 g de harina común
  • 200 g de mantequilla
  • 100 g de azúcar en polvo
  • 2 claras de huevo
  • una pizca de sal
  • una pizca de azúcar o extracto de vainilla

Para el relleno:

  • dulce de leche, o cualquier mermelada
  • 100 g de chocolate negro

Preparación

En un recipiente grande, bate la mantequilla blanda con una batidora hasta que quede esponjosa y blanca. Añade azúcar con una pizca de sal y vainilla, y sigue batiendo. A medida que la mezcla se vuelve más ligera y se necesita menos esfuerzo para amasar la masa de las galletas de mantequilla. Agrega el ingrediente secreto: las claras de huevo. Mezcla todo junto.

Para terminar la masa, añade toda la harina a la vez y remueve cuidadosamente la mezcla con una espátula. Cuando incorporas la harina, amasa la masa con ganchos espirales. La masa de galletas de mantequilla es bastante firme y gruesa, así que tómate tu tiempo para trabajarla bien. También puedes hacerlo con las manos, pero te sugiero que utilices una batidora con ganchos especiales: así evitarás que se derrita la mantequilla de la masa.

Coloca la masa en una manga de repostería con una boquilla estrellada grande. A continuación, haz cualquier forma en una bandeja de hornear cubierta con un trozo de pergamino: haz tubos y formas en S.

Hornea a 210°C durante 10-12 minutos hasta que las galletas estén doradas en los bordes. Asegúrate de no sobrecocerlas: justo después del horno, las galletas deben estar ligeramente blandas por dentro, y deben volverse firmes y crujientes después de enfriarse por completo.

Puedes dejar tus galletas así, o darles una vuelta. Para el relleno, toma cualquier mermelada de frutas o bayas, crema de mantequilla o caramelo casero. Personalmente me gusta usar la clásica leche caramelizada soviética (dulce de leche). Unta la mitad de cada galletas con el relleno y cúbrela con otra de igual tamaño.

Para el glaseado, derrite el chocolate negro al baño maría. Agrega 1-2 cucharadas de leche tibia si lo deseas.

Sumerge la mitad de cada galleta en chocolate derretido y deja enfriar. Disfruta de tus galletas de Suvórov con una taza de té o un vaso de leche fría.

¡Priyátnogo appetita!

Pincha aquí para ller la receta de una deliciosa ‘máquina del tiempo’ soviética: crujientes barquillos rellenos de caramelo.

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