¡Los rusos intentan evitarlas! En una gran ciudad es probable que no se encuentren muchas ortigas, ya que la hierba en las zonas edificadas a menudo se corta, pero la mayoría de la gente recuerda las vacaciones de verano en el campo, cuando se exponían a la quemazón del roce de las ortigas. Estás en una zona que tu madre te mil veces dijo que evitaras, tus piernas están desnudas, y de repente tu piel arde. El dolor sólo durará unas pocas horas, pero lo más importante que hay que recordar mientras tanto es: no te rasques.
En la película soviética Bienvenido o prohibido el paso a personal no autorizado (1964) sobre un campamento de verano de pioneros, un grupo de niños se ve obligado a saltar a las ortigas completamente desnudos, con la intención simular síntomas de una enfermedad infecciosa (para así cancelar el Día de los Padres).
Aplicar a los niños castigos corporales fue algo común en toda la Rusia zarista y soviética. El cinturón de un padre se usaba a menudo para administrar disciplina, o un montón de ortigas. Es difícil decir a qué le temían más los niños, pero cuando los padres sacaban las ortigas los niños tendían a cambiar (a mejor) su comportamiento bastante rápido.
Las ortigas jóvenes de primavera recogidas en lugares ecológicamente limpios se han utilizado en la cocina durante siglos, especialmente cuando la comida era escasa. Las ortigas, como la acedera, se utilizan para hacer sopas ácidas y shchi verdes. Las ortigas jóvenes son saludables y están llenas de vitaminas. Antes de cortarlas, es conveniente escaldarlas en agua caliente para quitarles el picor. Hierve patatas picadas y zanahorias en agua o un caldo carnoso, cuando se ablanden añade a la olla las ortigas y cualquier otra hierba que te guste. A los rusos les gusta añadir la mitad de un huevo cocido encima de cada porción (o añadir un huevo crudo a la olla cinco minutos antes de que la sopa esté lista). Las ortigas también se pueden utilizar para hacer rellenos de pastelería.
Desde la antigüedad las ortigas han sido utilizadas por sus propiedades curativas, especialmente en la medicina popular. En las farmacias rusas las ortigas secas se venden en bolsitas de té y se utilizan para tratar los cálculos biliares y el sangrado abundante (incluyendo la menstruación). Sin embargo, asegúrese de consultar con un médico antes de usar este método
Ortigas: un secreto de belleza ruso. Incluso en la actualidad, los peluqueros a veces aconsejan a sus clientas que viertan caldo de ortiga sobre el cabello después de lavarlo, para evitar la caída del cabello, y para que este quede sean sedoso y brillante. El caldo de ortiga también se cree que ayuda al acné, mientras que las máscaras faciales de ortiga se utilizan para tonificar la piel.
Los rusos están obsesionados con sus dachas y la jardinería. Las verduras frescas no siempre estaban disponibles, así que los huertos de las dachas eran una fuente importante de alimentos, y aunque es bastante fácil ir de compras hoy en día, la tradición es mantenida por muchos. Esta es la época del año en la que los rusos plantan flores y cuidan el césped para el verano que viene, y sus dos principales enemigos son las ortigas y los dientes de león. Como puedes imaginar, deshacerse de las primeras puede ser doloroso.
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