Turismo etnográfico en Rusia

Yamal. Fuente: Lori/Legion media

Yamal. Fuente: Lori/Legion media

En un país del tamaño de Rusia, se multiplican los lugares donde poder acercarse a la naturaleza.

Papako practicó un corte en la garganta de un ciervo que yacía en el suelo, bebió su sangre y luego me ofreció un poco. Tratando de tragarme el nudo que se me había formado en la garganta, miré a mis amigos, que habían estado a mi lado todo el rato, y bebí hasta no dejar ni una gota. “Sinvergüenzas”, pensé.

Hoy la vida bulle dentro de las tiendas: los lugareños preparan el convite para los huéspedes y peinan con sus trineos la superficie nevada, así tratan de dejar huella en la memoria del infeliz turista. Papako es criador de renos; hoy a medio día llevará a pastar a una manada de renos y yo le acompañaré. Si no fuera por mis amigos, vestidos con unos cálidos monos cámara en mano, sería prácticamente imposible adivinar qué año es e incluso qué siglo. La tundra estéril sumerge al caminante en la eternidad, de la que resulta difícil escapar sin una ayuda externa.

Las mujeres fríen en la grasa del reno unas delicias de sangre, harina y frutos del bosque. Con suerte, hoy probaremos la leche de reno: a diferencia de las vacas, los renos producen la leche únicamente en temporada y tan solo un vaso al día.

El distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia, que ocupa el territorio de la península de Yamal, constituye uno de los principales destinos del turismo etnográfico en Rusia.  

Yamal

En Yamal  habitan 41.000 habitantes indígenas, de los cuales 15.000 son nómadas, es decir, que viven ya no sobre ruedas, sino sobre las cuchillas de un trineo en el que arrastran su chum (tienda nómada) y, en definitiva, toda su vida siguiendo la senda de los renos. Los renos, a su vez, se dirigen allí donde crezca el musgo, también conocido como liquen de los renos.

Según los datos aportados por Rosstat (el servicio estatal de estadísticas de Rusia), actualmente viven en Rusia 48 etnias minoritarias. Los pueblos indígenas poco numerosos se han establecido, generalmente, en el Extremo Norte, en Siberia, en el Extremo Oriente y en el Cáucaso. Entre todos los pueblos indígenas que residen en el territorio de Rusia no superan las 500.000 personas, lo que supone tan solo un 0,3 % de la población del país.

En opinión de los investigadores encargados de desplegar estrategias de desarrollo en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia, será precisamente el turismo etnográfico el que dé un impulso al desarrollo del territorio y genere nuevos puestos de trabajo en la región, además de permitir la conservación de la cultura tradicional de los pequeños pueblos indígenas del norte —las personas como Papako y otros criadores de renos de Nenetsia. 

El precio de un tour etnográfico por Yamal oscila entre unos 48.000 (1.300 dólares) y unos 160.000 rublos (4.400 dólares) sin contar con los billetes. Puede obtener información detallada sobre las excursiones en el siguiente sitio web. http://www.yamaltour.ru/en/dlya-turista/joomla-tutorials/etnograficheskie-tury 

Yakutia

Yakut shaman. Fuente: Lori/Legion media

Fuente: Lori/Legion media

El destino de Yakutia preferido por los turistas etnográficos de Rusia y de todo el mundo es Oimiakón (el polo del frío), conocido por ser la demarcación más inclemente del planeta desde el punto de vista de las temperaturas de invierno. La temperatura más baja registrada en este punto fue de 77,8 grados bajo cero; no hay que olvidar que en verano el termómetro marca en estos confines temperaturas por encima de los 30 grados.

Generalmente, los excursionistas organizan salidas de pesca al lago Labinkir —al que recientemente han bautizado como ‘segundo lago Ness’, a causa de una criatura prehistórica que supuestamente vive en él—, participan en búsquedas de mamuts y comparten el día a día con los lugareños. La principal actividad de la población local es la caza, de modo que también existe la posibilidad de realizar esta práctica. 

El precio de la excursión parte de los 82.000 rublos (2.100 dólares). Más información en: http://www.russiadiscovery.ru/tours/ekspeditsiya-na-polyus-kholoda/, www.yakutiatravel.com, planetyakutia.com  

Altái


Fuente: Lori/Legion media

Altái es también conocida como el Shambhala ruso: una peculiaridad de los tours etnográficos en las regiones montañosas es la visita obligada a los chamanes locales, así como la posibilidad de aprender el canto de la garganta.

En Altái es posible incluso pasar una semana entera con el pueblo nómada de los telenguites. Los telenguites son uno de los pueblos indígenas minoritarios de Rusia, de los que actualmente solo quedan unas 2.400 personas en el territorio del país eslavo. Aparte de esto, en las inmediaciones de los lagos Multinski hay un asentamiento de viejos creyentes. 

El precio de la excursión parte de los 52.000 rublos (1.400 euros). Más información en Russia Discovery. http://www.russiadiscovery.ru/tours/tayny-sayanskogo-koltsa/    

Chukotka


Fuente: Lori/Legion media

Los tours a Chukotka no resultan baratos, sin embargo, es probable que el turista no viva una experiencia similar en ningún otro viaje.  Generalmente, se trata de tours de carácter tanto etnográfico como ecológico: los turistas, acompañados de un monitor, se adentran unos 600 km en el territorio de Chukotka, recorren puertos de montaña, pescan, exploran las costas del Océano Ártico en quads y motos de nieve, realizan travesías en lancha, visitan viejos balleneros en compañía de los locales y montan en reno. 

El precio parte de los 70.000 rublos (19.000 dólares. Din contar con los billetes). Más información en Visit Chukotka. www.visitchukotka.com 

El Cáucaso

Adigueya  y Kabardino-Balkaria son dos repúblicas caucásicas conocidas por el turismo rural: en ellas tendrá la oportunidad de pasar unos días en una antigua aldea montañosa de Balkaria, situada a 2.000 metros sobre el nivel del mar, pasar la noche en la cabaña de un pastor en mitad de la montaña, o bien en una saklia —viviendas tradicionales construidas en el Cáucaso en el siglo XV—, y también participar en la siega del heno. En Adigueya podrá aprender a hacer el famoso queso de la región, además de alojarse en una auténtica aldea del Cáucaso, conviviendo con los montañeses locales.

El precio de la excursión parte de los 10.000 rublos (275 dólares). Más información en Elbrus Tour Service. http://www.elbrustourservice.ru/


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